Crónica Final Four | A la final con susto incluído (87 – 76)
El Madrid se mete en la final tras vencer a Olympiacos. Una primera parte de fábula y una segunda de pesadilla pero de la que se acabó despertando a tiempo. El Madrid vio cómo los griegos le comían terreno tras el pase por vestuarios, pero el manejo de los minutos finales fue clave para que el equipo aguantara el chaparrón. Dzanan Musa con 20 puntos fue clave para que los de Chus Mateo enfrenten a Panathianikos el domingo.
Una primera parte para enmarcar
Chus sorprendía a todos con su cinco inicial. Como hizo en la final del año pasado, Eli Ndiaye arrancaba el choque para centrarse en la defensa de Peters. Ambos equipos empezaban a base de triples. Hezonja y Musa, jugadores que fueron capitales en los dos partidos de fase regular con los griegos, castigaban desde más allá del arco. Los blancos no sólo estaban acertados desde el triple, también estaban asfixiando a Olympiacos en defensa. El primer cuarto del Madrid fue una auténtica exhibición, un aplastamiento en ambos lados de la cancha que concluía con 28 – 10, impresionante.
Se enchufaron al choque los griegos, pero Causeur con un triple rompía el parcial. Los de Chus eran un auténtico rodillo, cuando parecía que Canaan enchufaba a los del Pireo, Chacho y Poirier colocaban una nueva máxima, +20. La afición madridista era minoría pero rugía con fuerza, los blancos controlaban los arreones y castigaban. No le sentó bien al equipo la entrada de Llull, los griegos abrieron parcial y el Madrid se atascaba en ataque. Sin prisa pero sin pausa, esa teoría se aplicaron los de Chus para volver a controlar el choque. Un triple de McKissic mandaba el partido al descanso con 56 – 37.
Y una segunda para olvidar
No le sentó bien el pase por vestuarios a los blancos que recibieron un parcial de 0 – 6 con cuatro minutos sin anotar. El pabellón apretaba, pero el equipo se encomendó a los brates para seguir sumando con menos brillo. Al equipo se le mojó la pólvora, la diferencia se redujo a la mitad y el Uber Arena era una caldera griega. Llull cortó el parcial con un triple y el partido se iba a los últimos diez minutos con 71 – 58.
Olympiacos volvió a salir con los ojos inyectados en sangre. El partido se ponía a diez y todos los tiros que entraban en la primera parte se salían en la segunda. Otro triple del exmadridista Williams-Goss rompía la barrera psicológica de los diez puntos con seis minutos por delante. El Madrid seguía sobreviviendo a duras penas, Tavares que se hacía con un rebote entre tres rivales, recibía falta y Bartzokas era sancionado con técnica. El técnico griego que se había pasado todo el partido protestando en la banda discutía nuevamente con el trío arbitral.
Chus Mateo colocaba a sus dos bases en pista para controlar el tiempo. A tres minutos para el final, el equipo blanco mantenía diez puntos de ventaja. Quinteto novedoso de Chus en pista, small ball con Hezonja al cuatro. Tavares quedaba expulsado por faltas, pero la jugada le salía bien al Madrid ya que Fall erraba los dos lanzamientos. La jugada del partido llegaba con un robo de Facu en medio campo para dársela a Musa para poner el +12. De nuevo, otro robo del Chacho le permitía asistir de espaldas al bosnio para que colgándose del aro, sentenciara el partido.
Sonaba con fuerza el «Así gana el Madrid» en Berlín. Los de Chus Mateo se llevaban el billete a la final 87 – 76.
La otra semifinal, Panathinaikos vence desde la defensa
Los griegos comenzaron igual de enchufados que su público. Con un parcial de 12 a 0 obligaban a Jasikevicius a parar el choque. Los turcos se metieron en el partido subiendo el nivel defensivo. Nunn sim embargo, seguía siendo la constante de los verdes. Cuando parecía que Fenerbahce comenzaba a coger control, un triple de Juancho y un tapón de Antetokounmpo volvían a decantar la balanza. Una vez más los pupilos del lituano tenían que remar a contracorriente y el que los iba a liderar no era otro que Nigel Hayes – Davies. El héroe de los 50 puntos rescataba a los suyos para dejar el choque a 2 al descanso.
Las defensas dominaban al arranque del segundo tiempo aunque Calathes empezaba a sentirse cómodo sobre la cancha. Fenerbahce estaba mejor desde el pase de vestuarios, sin embargo, aunque tuvieron la oportunidad de ponerse por delante en varias posesiones, no lo conseguían. Panathinaikos volvió a adueñarse del encuentro con un triple de Kalaitzakis. Un buen parcial para arrancar el último asalto instauraba una ventaja de dobles dígitos. Los turcos estaban en la lona, necesitados de un milagro a falta de 6 minutos para el final. Una pérdida de Calathes caía en las manos de Nunn que al contraataque le sacaba canasta y personal. Panathinaikos le daba la puntilla a los turcos.
Calathes visiblemente frustrado cometía antideportivo y comenzaba una pequeña tangana. Los últimos minutos eran una fiesta verde. Panathinaikos se metía en la gran final de Euroliga.
Foto: Real Madrid Twitter