#CopaACB | Un horrendo último cuarto para perder la polémica final (93-94)
Anochecía en Madrid al mismo tiempo que la gente empezaba a entrar en el WiZink en busca de conocer quién se coronaría como campeón de la Copa del Rey. Bajo la pista madrileña, los dos máximos rivales se verían las caras en un clásico de lo más igualado. Para llegar hasta esta final soñada, el conjunto azulgrana tuvo que ganar a Valencia Basket y a Iberostar Canarias en dos encuentros bastante igualados; mientras que los de Laso se deshicieron con facilidad un Estudiantes y un Joventut bastante inferiores.
Con los dos mejores equipos españoles en pista, dio comienzo la gran final. El Barcelona metía presión al mismo tiempo que los locales les costaba bastante anotar. Con muchos errores en el tiro, el conjunto local veía como los azulgrana se iban al final del primer tiempo con una ventaja de +4 en el marcador, tras unos primeros minutos en los que Heurtel y Claver habían llevado la batuta del partido.
El segundo tiempo siguió la misma línea del primero. El Barcelona seguía metiendo canasta tras canasta mientras que el Real Madrid seguía a remolque fallando muchísimos tiros. Un último palmeo de Gustavo Ayón permitía a los blancos irse al descanso con un empate en el marcador. El conjunto visitante se perfilaba como favorito a llevarse el partido visto lo visto en las dos primeras partes, a pesar del igualado marcador. Tocaba mejorar o, por el contrario, el desenlace estaba claro.
La vuelta del descanso sentó muy bien a los de Laso. Campazzo se empezaba a gustar, al mismo tiempo que Randolph y Causeur echaban el equipo a la espalda a base de triples. El tercer cuarto tenía otro color. Rudy se animaba a lo que empezaba a ser una fiesta blanca, tras establecer una diferencia de catorce puntos en el marcador. Parecía otro Real Madrid, vamos, ahora sí, era el Real Madrid de siempre. Con un pletórico Real Madrid al ritmo de Randolph, Ayon y Causeur nos fuimos al último cuarto con un resultado de 60-46 en el marcador, tras este gran tercer cuarto de los hombres de Pablo Laso.
Había que terminar la faena en estos últimos diez minutos, sin embargo, los azulgranas no estaban dispuestos a rendirse tan fácilmente. Un parcial de 1-12 para los visitantes a ritmo de los triples de Claver y Oriola daban alas a los azulgranas. Laso paró el partido vista la empanada local, pero el parcial seguía subiendo. Tuvo que ser Causeur quien rompiese el 1-17 de parcial, a los cinco minutos de último cuarto. El final del partido era de infarto. Campazzo, quien disponía de 3 tiros libres para empatar el partido, desaprovechaba el último; mientras que Claver hacía lo mismo con su dos respectivos tiros libres. Al final, tuvo que ser el increíble Llull quien mandase esto a la prórroga tras una última canasta sobre la bocina.
La prórroga estuvo a la altura de una final. Un ida y vuelta que llegaría al último minuto con todo por resolver. Randolph se vería involucrado en las dos acciones polémicas del partido. La primera tras un intento de chapa que terminó en un golpe en la cabeza del atacante azulgrana que no se pitó y luego un tapón legal que finalmente dieron canasta y victoria para el equipo azulgrana. Finalmente, la Copa del Rey cae en manos del Barcelona, tras haber tirado una gran diferencia de puntos en el último cuarto. El partido se tiró en el último cuarto solo que Llull nos dio alas con una canasta sobre la bocina. Toca aprender y mejorar ese aspecto, lejos de echar la culpa a terceros, aunque también hayan contribuido a ello.
Texto: Daniel Gómez-Escalonilla Sáez
Foto: ACB.com