#ChampionsLeague | El escudo y la entrega dan la victoria al Madrid (1-2)
Un mito como Miguel Ángel me confería un secreto hace una semana: “Nuestro escudo pesa tanto que nos permite ganar a grandes equipos de Europa”. A mi parecer su sentencia puede ilustrar el partido de hoy. El escudo del Madrid desconcierta a los rivales. Da igual que se adelanten en el marcador -al igual que el año pasado- o que generen situaciones nítidas de gol, este equipo mantiene el equilibrio, se rehace y acaba por superar al contrincante.
El planteamiento de Zidane albergaba mucho sentido. Un once sacrificado, esforzado en el deber de que los centrales del Bayern tuvieran que optar por el balón largo frontal. La presión del equipo resultaba. E incluso en los primeros minutos Cristiano estuvo a punto de conectar con Modric.
El equipo se mostraba con aplomo. Recurría a la combinación y no sufría apenas ante un Bayern que tuvo que reconstruirse por la lesión de Robben. No obstante, la fragilidad defensiva hizo acto de presencia. Marcelo no recibió las oportunas coberturas, Keylor no leyó la acción de Kimmich, y el lateral adelantó a su equipo. En esos minutos el Madrid sufrió lo indecible. A mi entender el escudo amparó al equipo. Lewandowski y Ribery fallaron en dos acciones muy claras y el polaco cobró impulso y rozó el gol en un remate de cabeza. Hummerls y Muller también amenazaron. El equipo sufría en defensa más de la cuenta y se cometían errores en la salida de balón . Llegar al descanso perdiendo por la mínima resultaba milagroso pero apareció Marcelo. Cristiano realizó el ademán de una chilena, distrajo a los defensores, el balón se paseó por la frontal y Marceló golpeó seco, abajo, empate.
Zidane dio entrada Asensio para aportar más verticalidad por la banda. Y después de un error de Rafinha, Lucas y Asensio combinaron con precisión para que Asensio picara lo justo y batiera a Ullreich. Desde ese instante salvo una ocasión de Benzema, el Madrid se conjuró para defender el resultado. Jugadores como Lucas o Ramos dieron lecciones de intensidad. Las embestidas de Ribery exigieron mucho, pero reapareció Navas para interponerse en el camino del francés en dos disparos y en algún centro lateral.
Cristiano no marcó, y seguramente echó de menos a Benzema en el inicio, pero poco importó. El gesto de Heynckes -tradicionalmente poco expresivo- después del empate lo dice todo. Al Madrid en Europa se le puede tener contra las cuerdas pero es muy difícil sentenciarlo. Su escudo impone respeto, y los rivales se contagian un poco de ello. Incluso un valeroso Bayern que ha visto como ha sufrido tres derrotas consecutivas en Alemania ante el mencionado escudo.
Texto: @DBenavidesMReal
Foto: UEFA Champions League