Angel Martinez/Getty Images
El centrocampista del Real Madrid estuvo muy cerca de recalar en el equipo francés
Una vez que el mercado de fichajes estival daba sus últimos coletazos en el firmamento futbolístico, Dani Ceballos volvió al foco de atención. Al centro de las miradas. Nada nuevo. Cada temporada… su nombre truena con fuerza de cara a una salida de Chamartín. Y el desenlace suele tener siempre el mismo cariz.
El Olympique de Marsella, a finales de agosto, puso la maquinaria a funcionar para hacerse con los servicios del centrocampista sevillano. Las negociaciones iban por buen puerto, y el futbolista quería cambiar de aires a fin de cosechar minutos fuera de la capital de España. La pescadilla que se muerde la cola.
Cuando todo hacía indicar que el de Utrera firmaría por el club francés, erigiéndose así como el líder de la medular, el propio Ceballos le pidió a la entidad interesada una periodo de reflexión. Algo que dejó la operación en agua de borrajas. En última instancia, Dani dio un paso atrás.
«Hable con Dani. No cambia nada. Se ha quedado aquí y es uno más de la plantilla. Estoy contento de que esté. Los detalles de lo que ha sucedido es mejor que los dé él, pero parece que la decisión es definitiva. El mismo papel que iba a tener lo va a seguir teniendo. No cambia mi visión sobre él», aseguró Xabi Alonso en rueda de prensa unos días después de confirmarse la continuidad del ex del Real Betis en el Madrid.
Esta noche, en la primera jornada de la fase de liguilla de la UEFA Champions League (21.00 horas, Orange TV y Movistar Liga de Campeones), Ceballos se va a reencontrar con el Olympique Marsella. Un equipo al que estuvo a punto de llegar hace apenas unas semanas. Así es el fútbol. El deporte rey esconde muchas excentricidades. Y casualidades.