#CartasAztecas | Inflación y perspectiva
Florentino Pérez revolucionó al mundo del fútbol en el verano del año 2000 cuando fichó a Luis Figo, y en veranos consecutivos le siguieron Ronaldo, Zidane, Beckham y Owen. El Madrid Galáctico, le llamaban. Un Real Madrid, por cierto, en quiebra técnica cuando Pérez llegó a la presidencia blanca. El principio de rentabilizar fichajes en ese entonces elevadísimos en precio, a través de la mercadotecnia valorizó al Real Madrid hasta ser una de las instituciones deportivas que más ingresos genera (o la que más, según el año) en el planeta. El resto de clubes rápidamente siguió la estela y con sus diferencias, han recorrido el camino trazado por Florentino.
18 años después, el Real Madrid vuelve a dar una vuelta de timón. La espiral inflacionaria en el fútbol roza ya niveles alarmantes y aquellos que siguen buscando en esto un negocio, o al menos, no perder, deben volver a replantear sus estrategias de cara a la feroz competencia por cada vez más clubes por hacerse de figuras antes exclusivas para 4 o 5 equipos en el mundo. La subasta se ha disparado y éste artículo pretende demostrar que la inflación es poco sostenible en el mediano y largo plazo, pero veamos primero las causas de dicha inflación.
Los “clubes juguete”.
Para clubes como el Bayern, Juventus, Atlético de Madrid, Sevilla, Porto, y muchos más, esto es primero que nada, un negocio. El dinero se cuida porque finalmente los balances deben cuadrar a final del año y no hay “benefactores” que solventen año tras año pérdidas. Unos con más presupuesto, unos con menos, pero todos estaban delimitados a reglas administrativas básicas. Cuando el ruso Roman Abramovich compra al Chelsea, introdujo una nueva variable en la ecuación: el millonario que no le importa perder 10, 20 o 50 millones al año con tal de tener su juguete, o su instrumento de relaciones públicas, si prefieren llamarlo. La Champions es el trofeo que falta colgar en la pared, la bestia por cazar aún. Así que invierten cantidades que no van a recuperar, y que ni lo pretenden, para satisfacer el ego. Las reglas son distintas. Ya no importa perder dinero. Y eso no se lo pueden permitir los socios que reportan cuentas. Eso si, el peligro es que el niño se harte del juguete y busque un nuevo capricho. El Chelsea, por seguir con el ejemplo, bajó mucho el nivel de despilfarro tras ganar su ansiada “orejona”. El City o el PSG son los nuevos juguetes de niños que no les importa gastar el equivalente al producto interno bruto de Filipinas a cambio de tener su trofeo en la pared.
Los derechos de TV de la Premier.
La Premier vende sus derechos de televisión tan bien, que empoderan a sus clases medias a pagar jugadores que otras épocas eran reservados para la clase alta. Aunque estas partidas no crecen al ritmo de la inflación de jugadores (más de eso adelante) si los hace ser jugadores importantes en la “subasta de piernas” de cada verano. Los clubes españoles, italianos o alemanes tienen que hacer esfuerzos que antes no debían para retener su talento de las tentadoras garras de la isla de los inventores. Prometo en otro artículo detallar a fondo el patético esfuerzo de la Liga Española en vender unos derechos de transmisión que incluyen a Messi, al pico de rendimiento de Ronaldo, a Simeone, al Barcelona y al Real Madrid (con Clásico incluido). Todos estos, activos por los cuales la Premier vendería a su madre. Pero eso, como les digo, será materia de otro artículo.
La globalidad del deporte.
El fútbol, a diferencia del baloncesto, fútbol americano o béisbol, es un deporte donde en todo el mundo hay fuerza económica. Los Lakers de los Ángeles compiten contra los Celtics, Knicks y otros por el talento, pero esa competencia está contenida en sus fronteras. Dentro de las mismas, hay 4 o 5 grandes mercados con grandes equipos. En el fútbol, la competencia es con los 4 o 5 mercados fuertes de tu país, y contra los 4 o 5 mercados fuertes de 4 o 5 países, lo que hace que haya 20 o más equipos económicamente poderosos para competir por el talento. Una sencilla ley de oferta y demanda después, y tenemos inflación.
La irresponsabilidad.
No subestimemos la irresponsabilidad de dueños y directivos en enfrascarse en sueldos y compromisos que no pueden hacer frente, pero que tienen contenta a la masa social. “Que le paguen a Messi 90 brutos al año, total, yo no lo pago”, “Que Florentino le dé a Ronaldo 75 brutos hasta que tenga 37 años, que no sale de mi cartera”, es lo que piensan muchísimos aficionados, y hay más de algunos directivos felices en complacerlos, puedan o no pagarlo después. «Que el Yo del futuro se preocupe”, pensarán.
Ahora sí, comparemos con otros deportes:
Ya habladas las causas principales (hay más, pero sin tanto peso), pasemos a la parte donde las matemáticas simplemente nos comprueban lo insostenible de la burbuja inflacionaria de cara a los próximos 10 años. Para analizar los números, tomé como fuentes dos de los sitios más serios en negocios de espectáculos y deportes, www.spotrac.com y www.forbes.com. También use datos de www.totalsportek.com.
Voy a iniciar comparando franquicias deportivas top mundiales de otros deportes con instituciones de élite en el fútbol. Antes de decirme que son deportes diferentes, les digo que si, que son deportes distintos, pero el modelo de negocio es muy similar: una entidad deportiva que rentabiliza su espectáculo sobre todo con tres fuentes de ingresos: derechos de TV y multimedias, ingresos por mercadotecnia deportiva e ingresos por taquilla. Éste modelo de negocio lo usa el Real Madrid, lo usan los Yankees de Nueva York y los Cowboys de Dallas. Así que si, los modelos de negocio si son comparables.
Los New York Yankees, (MLB), tienen un ingreso operativo de 608 millones de dólares anuales, y una nómina de 177 millones de dólares, es decir, el 35% de su ingreso. Los Dallas Cowboys (NFL) ingresan 800 millones de dólares al año y su nómina es de 188 millones. El Arsenal (Premier League) gastará 253 millones de dólares éste año en nóminas de primera plantilla, e ingresó 531 millones de dólares. El Manchester City destina 313 millones de dólares a la primera plantilla, ingresando 575 millones de dólares.
Nota: Los números son en millones de dólares y correspondientes a 2017, salvo en los casos de Lakers y Juventus.
Se puede apreciar en la tabla como los equipos de ligas norteamericanas no rebasan el 30% de ratio entre nóminas e ingresos totales, mientras que en el fútbol, ninguno de los ejemplos es menor al 45%. A este cuadro, es importante considerar, hay que agregar las cantidades que se pagan en traspasos, situación que es muy rara en los deportes norteamericanos.
Ahora, la tabla muestra una foto, una preocupante foto para los que nos gusta el fútbol, pero vamos a revisar a continuación la TENDENCIA. ¿Cómo han aumentado los ingresos anuales ponderando los pasados 5 años? ¿Cómo han aumentado los gastos en nómina?
Nuevamente visualizamos un alarmante dato: el incremento en gastos salariales en las dos principales ligas de fútbol del planeta es bastante mayor al incremento en ingresos. En el caso de la Premier, es casi el triple. Mientras que en la NFL (la liga más sana del deporte mundial), los incrementos salariales con la tercera parte del incremento en ingresos, y los otros dos deportes principales de Estados Unidos se mantienen equilibradamente sanos. Con estos números, de mantenerse, podemos esperar pérdidas netas a nivel liga en un margen de tiempo de 6 a 9 años. Antes, incluso en la Premier League.
Florentino Pérez fue visionario cuando leyó los tiempos de expansión de mercado. Hoy la inflación hace que el Madrid tome una postura de contracción de mercado. Los números, desde el punto de vista económico, parecen darle la razón. La burbuja se romperá. Probablemente no este año o el siguiente, pero el modelo de fútbol actual es insostenible en el mediano plazo. Hoy el madridismo tiene los resultados deportivos y la tranquilidad económica para ser positivo de cara al futuro. Pero seguimos siendo más cortoplacistas que la manecilla grande del reloj. Los tiempos son complejos y los números parecen dar la razón a quienes combaten la inflación con planeación y responsabilidad. El tiempo, como siempre, dará razones a donde correspondan.
Texto: Charly Rogenhofer
Foto de portada: El Confidencial