Camavinga, la pieza clave que esperaba el Real Madrid
Denis Doyle/Getty Images
Camavinga ha regresado tras su lesión. El francés se presenta como una pieza clave en el centro del campo madridista.
El jóven centrocampista comenzaba la temporada más importante desde que llegó al Real Madrid. Con la marcha de Toni Kroos, ha llegado el momento de afrontar el cambio generacional en la sala de maquinas blanca.
Sin embargo, una lesión le ha mantenido apartado de los terrenos de juego desde el inicio de la temporada. Reapareció frente al Lille, dejando muestra de sus principales virtudes en el tramo inicial del partido. Cometió un penalti infantil que supuso la derrota madridista, una desconexión que bien tuvo que ver con el tiempo de ausencia.
En la victoria frente al Villarreal, el Real Madrid mejoró con Camavinga en el centro del campo. Disputó 63 minutos y coincidieron con los tramos de mayor control y dominio del Real Madrid.
Camavinga permite al equipo presionar más arriba, recuperar más balones y también aporta fluidez a la circulación de balón en fase ofensiva.
Se presenta como el socio perfecto para un Fede Valverde, quien se ha convertido en el líder del centro del campo, así como del equipo. Camavinga va a mejorar el rendimiento de todos sus compañeros, especialmente del uruguayo y de Jude Bellingham.
Si antes de la lesión de Carvajal, la reaparición de Camavinga se consideraba vital, ahora aún más. La posibilidad de que Tchouaméni tenga que disputar partidos como central (donde está mostrando su mejor nivel) para liberar a Militao o Rüdiguer, hace necesario que sea su compatriota quien asuma la responsabilidad de formar en el centro del campo.
Camavinga reaparece como agua de octubre para Ancelotti y su staff. Su polivalencia, energía y calidad son aportaciones que el equipo echaba en falta. El Real Madrid busca reencontrarse con el juego tras la derrota frente al Lille y un arranque más irregular en las sensaciones que en los resultados. Para ello Camavinga se presenta como una pieza clave en esta mejoría.
Normalmente es difícil pensar que un jugador cambie la dinámica de un equipo. Sin embargo, la sensación es que el Real Madrid está a punto de explotar. El potencial del equipo es desmesurado y parece que solo falta ajustar alguna pieza para que termine de alcanzar la velocidad de crucero.
Para Camavinga ha llegado el momento de la verdad. La temporada en la que debe consagrarse como comandante del centro del campo. Una pieza clave que ya empieza a engranar al Real Madrid.