#BlancoYEnBotella | La Selección como arma arrojadiza contra el Real Madrid
No falla. No hay parón de selecciones en el que ningún periodista del Régimen aproveche la ocasión para utilizar durante la concentración a los jugadores madridistas como arietes contra el club que les paga. Un hecho que, en mi caso y el de otros tantos aficionados blancos, ha sido una causa importante para la profunda desafección que se ha generado hacia el combinado nacional.
Primero, y por regla general, aprovechando la burda excusa de los grandes programas nocturnos de entrevistar a los jugadores blancos, aunque se presenten a las entrevistas vestidos con el chándal rojo y azul de la selección española, para asaetearles a preguntas comprometedoras sobre el Real Madrid, que le enfrenten con otros compañeros (generalmente extranjeros) o a su entrenador.
Y en este caso, ahí va mi primera crítica, ya que nuestros jugadores –muchos de ellos con decenas de internacionalidades a sus espaldas– parece que no se lo saben y suelen entrar al trapo, enredándose en preguntas mamporreras que les lleva a decir cosas ciertamente inexplicables. Como cuando Ramos y Carvajal justificaron en antena que el público del Bernabéu pitase a Bale al tiempo que pedían que no se pitase a Piqué, aunque hay decenas de ejemplos similares, el de Isco el más reciente y del que hablaré más adelante.
Unas preguntas, generalmente envueltas en elogiosos comentarios, que buscan ponerles en bandeja aquello que no es otra cosa que titulares jugosos. Y, de paso y a ser posible, meter cizaña entre jugadores y entrenador o acabar menospreciando a otros compañeros, en especial los extranjeros, contra los que la prensa mantiene un sempiterno duelo a muerte.
La excusa que da la prensa antimadridista (es decir, toda), para estas prácticas indecentes e intolerables, ya que prácticamente no hacen ni una sola pregunta relativa a la Selección y sí un buen puñado de ellas sobre el club blanco, es que como el Real Madrid tiene “bunkerizados” a sus jugadores, han de aprovechar estas oportunidades para preguntarles por aquello que a diario no pueden.
Ya va siendo hora de que el club ponga pies en pared y, sobre todo, coto a esta situación y el Departamento de Comunicación del Real Madrid prohíba a los jugadores acudir a estas entrevistas o, cuando menos, limitarle en la medida de lo posible su acceso. Y en ese caso, por supuesto, exigirle al Departamento de Prensa de la RFEF que obligue a los medios a circunscribir sus preguntas a aspectos relativos a la actualidad de la Selección y saque al Madrid de esa maldita e infernal ecuación.
La doble vara de medir: Selección vs. Real Madrid
Pero lo peor de todo no es eso. Con lo que se me llevan los demonios es con la doble vara de medir a la hora de enjuiciar las convocatorias, titularidades y suplencias de jugadores, por supuesto, madridistas.
Me asombra la comprensión que la prensa muestra para con las decisiones de Julen Lopetegui, como en su día mostraban con las del Marqués. A diferencia de Zidane, cuyas decisiones siempre son cuestionadas, ningún periodista del Régimen se atreve a poner en solfa no ya una alineación sino una sola convocatoria del Seleccionador, el que sea.
Por supuesto, todo es complacencia y respeto ya que nadie como Lopetegui sabe lo que es mejor para el colectivo, elige con sapiencia y por supuesto, los jugadores que elige siempre son los mejores para cada puesto.
Da igual que jueguen o no en sus equipos, que vayan algunos que no están en su mejor punto de forma. Nada, lo que diga el Seleccionador va a misa…
Qué diferencia con Zidane para el que ni un solo medio respeta ni una sola de sus decisiones, para las que siempre habrá un “pero”. Si elige a tal o cual jugador, se le cuestionará por qué no eligió a tal otro. Si opta por convocar a determinado jugador se dirá que “castiga” o “maltrata” a otro distinto y, casualmente, siempre con jugadores españoles enfrentados a jugadores extranjeros, en algo que más allá del periodismo a veces raya con la xenofobia más enfermiza.
Y lo mismo con el sistema de juego. Si juega con 4-3-3, dirán que la BBC juega por decreto y el equipo no tiene “equilibrio” (como si el 90% de los periodistas tuviesen la más mínima idea de fútbol más allá de los tópicos y los lugares comunes). Si juega con 4-4-2 dirán que el equipo no tiene profundidad… y así día tras día, como en el mito de Sísifo, en una infernal ruleta que no se acaba nunca, desde el primero hasta el último partido de la temporada, año tras año.
Pero claro, a la sombra de la Selección se vive muy bien. Hay entrevistas a discreción y casi sin límite, viajes a cuenta de la RFEF en el avión del equipo, comilonas, contratos televisivos discutibles que permiten luego a tal o cual periodista nocturno comentar los partidos de la Selección bajo cataratas de almíbar.
Pero claro, ése es el concepto actual del periodismo deportivo del manido “Do ut des”, que tan acertadamente ha puesto Richard Dees de manifiesto en alguno de sus programas. Esto es, “si tú me das, yo te doy”, en la más pura tradición de la protección mafiosa de Chicago años 20 o la más oscura Sicilia…
Así se puede entender cómo se mantuvo en el cargo, sin discusión en los medios, a un incapaz como Vicente del Bosque tras los estrepitosos fracasos de la CONFECUP y el Mundial de Brasil de 2013 y 2014 o el de la Eurocopa de 2016.
Una laxitud que contrasta con la dureza con la que analizan cada partido de Zidane, al que después de dos años y medio en el cargo y ocho títulos después, siguen cuestionando en cada jornada.
Isco, de nuevo “mártir” de Zidane para la prensa
Por último, no quería dejar pasar la oportunidad de ver cómo, una vez más, el buen rendimiento de un jugador madridista vuelve a ser utilizado como arma arrojadiza contra el Real Madrid, aunque eso les lleve a ciscarse en la realidad de la forma más burda y miserable.
Me refiero al caso de Isco, que cuajó una magnífica actuación ante Argentina en el último partido amistoso de España de este pasado martes en el Wanda Metropolitano. Un señor partidazo en el que el de Arroyo de la Miel firmó un espectacular hat-trick.
Pero también unas desafortunadísimas declaraciones, llevado del ronzal por el periodista de Tele 5 que le puso el balón botando para que acabase “rajando” de su entrenador, al que acusó de no darle confianza, por más que acabase la frase con un falsario “quizás no me la haya ganado”, que sonó a excusa de mal pagador para justificar el injustificable varapalo dialéctico que le había propinado sin venir a cuento a su entrenador en el Real Madrid.
Pues bien, con independencia de esas declaraciones, que podrán ser interpretadas de una u otra forma, Isco se ha convertido en el actual ariete con el que arremeter contra Zidane al que, al hilo de las declaraciones del malagueño, ahora dicen que nunca contó con él, algo que a la luz de los datos, es falso de toda falsedad.
Isco es de largo uno de los jugadores más utilizados por Zidane desde que accedió al cargo en enero de 2016, con 105 partidos, prácticamente al nivel de Cristiano Ronaldo, Ramos y Marcelo, su verdadero “núcleo duro” y por encima de los denostados Bale y Benzema.
Sólo en esta Liga, el malagueño ha disputado 1.530 minutos, apenas 17 más que Benzema y 35 que Luka Modric, lo que le sitúan en la 12ª posición del equipo en cuanto a minutos jugados. Incluso ha sido titular en horrendos partidos ligueros en los que Isco no destacó precisamente por su buen hacer, pero ésa es otra cuestión.
Además, salvo en los partidos contra el Barça en el Bernabéu y en el Parque de los Príncipes ante el PSG, ha sido titular en casi todos los encuentros. Pero eso les da igual, siguen repitiendo como loros que Isco no cuenta para Zidane.
Pero es que aún hay más, Isco fue pieza clave para la consecución del título de Liga y de la Duodécima, con actuaciones memorables en el tercio final de la pasada campaña. Pero también en el inicio de ésta, para la obtención de las dos Supercopas y el Mundial de Clubes, pero qué más da, Isco no es del gusto de Zidane para esta gente, por más que la realidad se empeñe en desmentirles.
Curiosamente, ninguno de estos que exigen la titularidad eterna para Isco en el Madrid alzó mínimamente la voz cuando Su Majestad el Marqués decidió optar por una panda de jubilados para jugar la CONFECUP de 2013 o el Mundial de Brasil al año siguiente y dejar a malagueño fuera de ambas competiciones, a pesar de sus magníficas actuaciones con el Málaga y el Real Madrid (Décima Champions incluida).
Como tampoco protestaron cuando, a pesar de la gran temporada que había realizado con el Real Madrid, en 2016 el mismo Marqués decidió llevar a la Eurocopa de Francia a un exfutbolista como Cesc Fábregas y volvió a dejar a Isco fuera de la lista de 23.
De hecho, todos estos palmeros de la nada aplaudieron con las orejas unas declaraciones de Vicente del Bosque sobre Isco, cuando daba la razón a los que pensábamos que el estilo de Isco a veces era incompatible con el juego vertical del Real Madrid.
“Isco se ha enredado en jugar muy fino…” dijo en su día el Marqués, sin que nadie, repito, nadie, osara cuestionarlo. Es más, todos le dieron la razón, por más que criticasen a Ancelotti, por entonces entrenador del club blanco, por no darle la titularidad exactamente por el mismo motivo.
Ni tampoco les escuché protestar cuando Lopetegui le empezó a llamar con cierta asiduidad pero le dejaba para disputar los últimos partidos o incluso terminaba los encuentros en el banquillo sin disputar siquiera un solo minuto.
No, ahora resulta que Isco es lo que es gracias al actual seleccionador y le debe lo que es a la Selección que, por lo visto, le ha dado más al jugador malagueño que su propio club, en el que milita desde el verano de 2013.
Por lo visto, haber ganado 3 Champions, 3 Supercopas de Europa, 3 Mundiales de Clubes, 1 Liga y una Copa del Rey con el Real Madrid en cinco años es poco bagaje para que Isco le deba nada al club, en comparación con unas cuantas titularidades con la Selección en apenas año y medio y la una confianza de un seleccionador que, para más inri y con los datos en la mano, no siempre estuvo ahí.
Pero sobre todo, que a nadie se le escape el hecho, insisto, de que con 26 años ya a sus espaldas y casi ocho en la élite, va a vivir su primera gran competición internacional de selecciones por la cabezonería de un seleccionador que nunca fue cuestionado por ello. Pero que la realidad no te estropee un bonito titular….
Texto: @djmontero
Foto: OK Diario