#BlancoYEnBotella | La culpa es de Vinicius
El domingo por la mañana asistimos a un espectáculo bochornoso en el Cerro del Espino, durante el pasado “miniderby” madrileño de 2ª B, entre el Atlético de Madrid “B” y el Castilla.
Un partido que finalizó con empate a dos goles y que, “intensidad” rojiblanca aparte, no habría pasado a la historia de no ser porque a falta de siete minutos para acabar el partido, el capitán del filial atlético, Alberto Rodríguez –conocido futbolísticamente como “Tachi”– protagonizó uno de los espectáculos más vergonzosos y repulsivos que recuerdo haber visto en los últimos años sobre un terreno de juego.
Con la connivencia cobarde del árbitro, Cid Camacho, perteneciente al Comité Castellano-Leonés, el Atlético B desplegó todo su arsenal de patadas y agarrones sobre Vinicius, que en su segundo encuentro con la camiseta del filial madridista estaba realizando un fantástico partido, trayendo por la calle de la amargura a todo el equipo rojiblanco.
De hecho, durante el encuentro, además de las que no se señalaron y que fueron bastantes, el brasileño sufrió en sus carnes una buena ración de la conocida “intensidad atlética” y que, por lo visto, se mama en esa casa desde la más tierna infancia, a imagen y semejanza de sus mayores.
Vinicius fue el objeto de las iras de la defensa rojiblanca ya que sólo él recibió hasta 10 faltas (8 de ellas en la primera mitad) y, en la mayoría de las ocasiones, sin más sanción posterior que un leve tirón de orejas por parte del colegiado, cooperador necesario en este engrudo.
Pero lo peor llegó cuando el citado Tachi, impotente ante la genialidad de Vinicius no sólo agarró, zarandeó e inmovilizó al brasileño con una entrada por detrás que más bien parecía una O-Soto Gari de judo que una jugada de fútbol. Y no contento con eso, y con el jugador del Castilla bloqueado y dolorido en el suelo, el centrocampista rojiblanco se abalanzó sobre él, propinándole un importante mordisco en el cráneo.
Una acción inaceptable… salvo que seas del Atleti
Sin embargo, lo peor no es la salvaje e inaceptable acción de Tachi sino la indigna reacción que se ha mostrado por parte de muchas personas, especialmente la de ciertos periodistas conocidos por su filiación rojiblanca, así como los programas de radio y TV, donde se ha justificado cuando no se han mofado de lo ocurrido.
Las carcajadas oídas en la COPE a cuenta de este episodio son tan repugnantes como el deleznable cachondeo que se pasaron el omnipresente opinador y “Ni-Ni” atlético Gonzalo Miró y sus compañeros de tertulia en Radio Marca.
Al más puro y repugnante estilo del “es que van vestidas como putas y luego pasa lo que pasa” o “es que van pidiendo guerra” con el que el machismo más rancio justificaba las agresiones a las mujeres, lo más selecto y granado de la Prensa del Régimen ha amparado y justificado miserablemente el inaceptable comportamiento de Tachi sobre el terreno de juego.
El primero de ellos en asomar la patita fue Miguel Angel Martín Talavera, quien a través de Twitter le echó miserablemente sobre las espaldas de Vinicius la responsabilidad de lo ocurrido y, encima, presentó a “su” Atleti como una víctima del hecho que el brasileño jugase en 2ªB, además de prevenir al resto de equipos de la que se les venía encima.
Asimsmo, algunos ilustres periodistas atléticos, directores de medios como As.com (p.ej.: el ínclito Matallanas) trató de quitarle hierro al asunto y rebajar la agresión a un “intento de mordisco”. No, Sr. Matallanas, no hubo intento de mordisco sino un bocado salvaje de Tachi en toda la coronilla de Vinicius, por más que Vd. trate de maquillar la realidad con otra distinta.
Y como él, otros tantos que incluso llegaron a deslizar, cuando no afirmar abiertamente, que hubo provocación del brasileño. O que ambos se llegaron a enzarzar en no sé qué pelea, lo que justificaría además que el colegiado mostrase amarilla a ambos jugadores. A pesar de que las imágenes no dejan ningún lugar a la duda.
Tachi llega por detrás con fuerza, derriba al brasileño y, cuando está en el suelo, le inmoviliza con una especie de llave de judo y, no contento con eso, le muerde en la coronilla, ante la sorpresa e indignación de Vinicius, que no da crédito a lo ocurrido. Fin de la cita.
De modo que no hubo provocación ni falta previa de Vinicius, que bastante tenía con haber recibido más palos que una estera durante el encuentro…y haber marcado dos goles, uno de ellos de una calidad superlativa y claro, eso duele. Especialmente si vistes de rojiblanco y el que te marca viste de blanco.
Excusas de mal pagador
Para quitarle hierro al asunto, el antimadridismo mediático ha empleado todo tipo de ridículas excusas ridículas.
Desde “es que cuesta 45 millones y no pinta nada en 2ª B”, “el gambeteo excesivo de Vinicius provocó a los jugadores del Atleti”, hasta “si le va a venir bien al chaval, que así se curte…”, todo ha servido para poner el foco mediático en Vinicius en vez de en el reproche que una acción como la de Tachi se merecía.
Pero claro, la historia nos ha demostrado que el uso de tipo de violencia sobre los jugadores del Real Madrid no sólo sale gratis sino que es rentable porque nunca pasa nada y si pasa, se le saluda.
Es más, siempre encontrarán una palabra de apoyo o de justificación porque, como dije antes con el ejemplo de la violencia machista, “es que los jugadores madridistas van provocando y luego se encuentran con lo que no quieren”.
Recordad si no lo que recibía Cristiano Ronaldo en cada partido, donde raro era el día que no salía con los tobillos ensangrentados, en un ejercicio cobarde de violencia.
Una violencia creciente por cierto, que tuvo su pistoletazo de salida en España con aquel partido en Pucela en su primer año en España y tuvo su punto culminante tres años más tarde cuando David Navarro le mandó al hospital, tras romperle la ceja con un codazo alevoso que, por cierto, resultó impune.
Y la excusa siempre era la misma. “Se lo merece por chulo y por provocador” y nadie atacaba al agresor sino al agredido. En el mundo al revés del periodismo antimadridista, el de la Prensa del Régimen, siempre se acusaba a la víctima, Cristiano, al tiempo que se victimizaba al agresor, el cual siempre encontraba palabras de comprensión porque claro, el portugués era tan macarra que al agresor no le quedaba otra cosa que agredirle, precisamente por eso, por chulo.
Pues bien, lo que ha ocurrido con Vinicius es una reedición de aquello. La indigencia moral de esta gentuza, que por cierto habla y escribe para un gran número de personas y tan preocupada está con dar ejemplo para los niños y la violencia en los estadios, les ha llevado a repetir el mismo esquema.
Vinicius es un provocador, porque cobra mucho, es un tipo rico a pesar de su juventud. Un niñato mal encarado que regatea (“gambetea”, que decía Manolete en otro tuit para enmarcar en la galería de la indignidad profesional) y eso, en una categoría como la 2ª B no se puede tolerar.
Por último, decir que Tachi, en un detalle que le honra, se ha disculpado públicamente por lo ocurrido. Ahora bien, espero y deseo que, a pesar del perdón –que espero sea sentido y sincero- caiga sobre él todo el peso de la justicia deportiva y reciba un castigo ejemplar por su acción.
Desgraciadamente y viendo el poder del Atlético en la RFEF, donde Cerezo, el que verdaderamente mueve los hilos ahí y en los medios, hará lo posible para que la cosa quede en agua de borrajas y el salvaje mordisco de Tachi quede en nada, como quedó el pisotón de Busquets a Pepe en un Clásico o el codazo de David Navarro a Cristiano en el Ciudad de Valencia.
Texto: Diego J. Montero