#Opinión | Bienvenido de nuevo, Míster
Hace exactamente 248 días los madridistas recibían la más inesperada y dolorosa de las noticias: el entrenador de las 3 Champions seguidas, Zinedine Zidane, anunciaba su marcha del club. Nadie lo esperaba y costó digerirlo. Pero lo que menos se podía esperar es que, pasados esos 248 días, Zidane volvería a ocupar el banquillo del Real Madrid. El regreso en un futuro parecía evidente, puesto que la relación de Zizou y el Real Madrid es de amor y admiración mutua, pero ni mucho menos cabía esperar que fuese tan cercano. Pero así son las historias de amor, claro.
Zidane regresa al banquillo del Real Madrid tras los malos resultados cosechados por Lopetegui y Solari al frente del equipo durante la presente temporada. No era la única opción, ya que el nombre de José Mourinho revoloteaba por el ambiente en los últimos días. Creo, sinceramente, que la opción Mourinho era la más adecuada por las circunstancias actuales del equipo, pero, ¿algún madridista podría no ilusionarse con la llegada de un mito como Zinedine? Imposible no hacerlo. Y hay motivos suficientes para justificar esa ilusión, sobre todo a partir de que la presente temporada llegue (de una santa vez) a su final.
El principal motivo para confiar en Zidane es muy evidente: lo ha demostrado todo sobradamente. Un entrenador que gana 9 títulos de 13 posibles y 3 Champions en menos de 3 años no puede inspirar otra cosa que no sea confianza. A eso hay que sumarle que se trata de un Zidane más descansado, con las pilas cargadas como el mismo ha dicho en su presentación. Los 9 meses de descanso pueden haber servido para refrescar ideas y rectificar errores pasados para construir un nuevo éxito en el futuro. El francés es ante todo autocrítico, algo que ha demostrado hoy en la comparecencia ante los medios acordándose de la derrota en Copa ante el Leganés o de la liga perdida antes de tiempo. Y de la autocrítica los tipos como Zinedine aprenden mucho.
Pero hay muchos más motivos para confiar. Uno de ellos, sin duda, es que Zidane parece venir con plenos poderes para tomar decisiones en las altas y bajas de cara a la próxima temporada. Pocas personas en el mundo saben tanto de fútbol y futbolistas como Zinedine Zidane, y el club acierta dándole esa autoridad que él mismo se ha ganado en su estancia en la institución. Puede que su llegada con 11 partidos aún por disputar acabé suponiendo un desgaste demasiado tempranero, pero mirándolo desde la objetividad pueden acabar siendo encuentros clave para que el francés medite las decisiones a tomar y, sobre todo, pueda recuperar a futbolistas del nivel de Bale, Isco, Marcelo o Asensio, ya sea para aprovecharlos en años venideros o para que no se devalúe su nivel de cara a un futuro traspaso.
El último motivo (y para mí el más importante) es lo fundamental que resulta un técnico del perfil de Zidane en un club que ha adoptado la política de fichajes del Real Madrid en los últimos años. Si bien jugadores en progresión como Llorente o Ceballos no contaban mucho (habrá que ver si ahora tienen su oportunidad), no hay nadie mejor que Zidane para pulir y hacer mejorar a los jóvenes valores que van llegando a la institución. Los Vinicius, Rodrygo, Odegaard o Brahim tendrán un maestro de altura, pero ante todo un maestro valiente que les dará la alternativa si realmente se lo ganan. Asensio, por ejemplo, puede dar fe de ello.
Pese a todo esto, los tópicos no han tardado en aparecer, comenzando por el más surrealista de todos: Zidane tácticamente es muy limitado. Debe ser el primer caso de la historia en el que un entrenador sin idea alguna de táctica se hincha a ganar títulos. De hecho, pocos entrenadores en la historia reciente del Madrid tomaron tantas decisiones tácticas en momentos importantes: reconvertir a Cristiano en 9, cambiar al 4-4-2 en rombo para dar entrada a Isco, apostar por Casemiro como pivote defensivo para liberar a Kroos y Modric, probar en varias ocasiones la defensa de 3 centrales, destrozar al Psg sorprendiendo con Lucas y Asensio en los costados…y así hasta un sinfín de decisiones tácticas y de meritocracia que sirvieron para firmar una de las páginas más gloriosas en la historia del Madrid.
No solo Zinedine Zidane está de vuelta; también lo está el Madrid. Por una sencilla razón: Zidane es el Real Madrid. Es su casa, su afición, su amor platónico. Nadie entiende el club como él y para ello no ha necesitado pertenece a la institución desde pequeño. Los tipos inteligentes y honestos como Zidane son así, y por eso desde hoy el futuro pinta más bonito para el Real Madrid.
Foto: El Confidencial