El Bernabéu deja de sufrir
El Real Madrid volvió a la senda de la victoria, ante un Éibar que en ningún momento dio sensación de poder hacer algo importante en Chamartín.
Los jugadores madridistas saltaron al césped con el empate frente al Tottenham en mente, ya que no podían fallar de nuevo a una afición, que lejos de venirse abajo o distanciarse, apoyaron más que nunca, sabiendo de la importancia de cosechar los tres puntos, tras las victorias de los líderes.
Esa intensidad merengue se vio desde el primer minuto. Y es que, en ese primer minuto Isco tuvo un mano a mano que sacó Dmitrovic, tras un control y un pase magníficos de Marco Asensio, que tras un mes de bajón, volvió por la puerta grande, marcando y asistiendo, pero sobre todo, entendiéndose a la maravilla con Isco.
Tras esa jugada inicial, el conjunto vasco consiguió acercarse alguna vez a la meta de Kiko Casilla, pero tan solo fue un espejismo, ya que antes de llegar a los primeros veinte minutos de partido, el Real Madrid se adelantó en el duelo.
Y fue precisamente tras una conexión Isco-Asensio. El mallorquín sacó un córner en corto para Isco, y este le devolvió el esférico. Asensio, escorado perfectamente para poner un centro con rosa medido con la zurda, levantó la cabeza y le puso un gran balón a Ramos. No hizo siquiera falta que el capitán tocara el balón, ya que en el intento por despejar, Oliveira se introdujo el balón en su propia portería.
El Éibar intentó reaccionar de nuevo y tuvo una gran oportunidad a balón parado, con un centro cerrado, pero Kiko Casilla estuvo atento y despejó el cuero. Cabe destacar, que la falta vino precedida de una acción un tanto “sucia” por parte del conjunto de Mendilibar, ya que con Ceballos en el suelo al borde del área, no tiraron el balón fuera y siguieron la jugada, lo que provocó la falta de Nacho y una tarjeta amarilla para Casemiro por protestar algo que parecía evidente.
Pero esa jugada encendió al Bernabéu, que tras cargar contra la federación, quiso marcar junto al equipo el segundo tanto. Y dicho y hecho.
Tras un aviso previo, Asensio marcó el gol de la tranquilidad. Modric vio el desmarque de Isco por banda, y este levantó la cabeza y colocó el balón entre dos defensores para que le llegara perfecto a Marco Asensio. El mallorquín no desaprovechó su oportunidad y golpeó de volea, hacia abajo y con la zurda, para introducir el esférico en las redes armeras.
Dos disparos potentes, uno de Casemiro y otro de José Ángel, que se marcharon rozando las respectivas porterías rivales, cerraron una primera parte que concluyó 2-0 y en la que el Real Madrid, por fin, sacó beneficio de sus numerosos remates, al contrario que en otros encuentros.
Si la primera parte fue dominada por el Madrid, pero el Éibar tuvo alguna llegada, la segunda tuvo un imponente color blanco. Y empezó como la primera, con un mano a mano de Isco ante Dmitrovic, tras otro gran pase de Asensio, después de un buen control de espuela. Pero el portero serbio volvió a salvar el gol del malagueño.
Posteriormente fueron Modric y Cristiano los que probaron fortuna. Luka con un tiro que se marchó rozando el palo, tras una jugada con grandes detalles técnicos de Ceballos. Y el luso, con un mano a mano, favorecido por un gran pase de Modric precisamente, que también detuvo el portero armero, al igual que los dos anteriores de Isco.
Entonces, con el 2-0, y tras unas grandes ovaciones a Asensio, Isco y Ceballos, entraron al campo Karim Benzema y Marcelo. Y el Madrid comenzó a brillar aún más arriba, con un Benzema en modo creador, como si de un artista se tratara, y con Marcelo haciendo malabares con el balón.
Así llegó el tercer gol que cerraría el partido. Un tanto que probablemente se recuerde dentro de unos años, por la increíble jugada que le precede. Modric comenzó la jugada en banda izquierda, con un pase en profundidad, prolongado por una taconazo de Karim, para el incansable Theo, que no paró de subir y bajar durante todo el partido, demostrado su gran potencia. El lateral blanco le entregó el balón a su maestro, como el mismo dijo en su presentación, Marcelo, quien en la frontal del área y de primeras cedió el balón a Benzema con un toque de tacón hacia atrás. El delantero francés, que ya había visualizado la jugada antes de que le llegara el esférico, volvió a tocar rápidamente de primeras a Marcelo, con un pase cortito pero muy bien medido con la derecha.
El brasileño no podía dejar pasar esa oportunidad para cerrar la obra de arte y todavía la mejoró aún más, dejando pasar el balón entre sus piernas para quitarse al rival y sacando un disparo cruzado raso con la zurda, que entró por el palo derecho de un Dmitrovic que no pudo hacer nada.
Con un Bernabéu enloquecido y sin sufrir, por fin, Cristiano pudo cerrar la noche, pero su disparo desde el lado derecho, fue rechazado, una vez más, por Dmitrovic, que sin duda fue el mejor del Éibar, evitando una goleada mayor.
El Real Madrid volverá a jugar este jueves, en Copa del Rey, ante el Fuenlabrada. Será en el Fernando Torres a las 21:30.
FICHA DEL PARTIDO
- Real Madrid: Kiko Casilla; Nacho, Varane, Sergio Ramos, Theo; Casemiro, Ceballos (Marcelo, min. 71), Modrić; Isco (Lucas Vázquez, min. 71), Asensio (Benzema, min. 64) y Cristiano Ronaldo.
- SD Éibar: Dmitrovic; José Angel, Lombán, Oliveira, Capa (Peña, min. 72); Escalante (Sergi Enrich, min. 79), Rivera, Jordán, Arbilla, Charles (Kike, min. 63) e Inui.
- Goles: 1-0, min. 18, Oliveira (p.p). 2-0, min. 28, Asensio. 3-0, min. 82, Marcelo.
- Árbitro: Alfonso Javier Álvarez Izquierdo (comité catalán). Amonestó con tarjeta amarilla a Casemiro por parte del Real Madrid. Y a Charles por parte del Éibar.
Iván del Dedo Martín. Twitter: @ivandeldedo