Bellingham, un reclamo a voz y grito
David Ramos/Getty Images
El Real Madrid adolece la versión goleadora del inglés en el tramo decisivo de la temporada.
Jude Bellingham es, de largo, el fichaje por excelencia de los últimos años en Chamartín. Un jugador capaz de llegar y besar el santo que se ganó los corazones madridistas en tan solo un par de partidos, y lo hizo en el equipo con el siempre soñó desde que empezó a dar patadas a un balón: “Debutar en el Bernabéu es un sueño hecho realidad cuando firmé por este gran club y más aún cuando marcas y ganas. Es difícil explicarlo con palabras», declaró el de Stourbridge tras anotar su segundo tanto con la elástica blanca.
Sin ser un killer, Jude suma 20 goles en lo que va de curso y, por ende, tiene en su haber la etiqueta de máximo goleador del Real Madrid. Aventaja a Vinicius y Rodrygo (con 18 y 16 dianas respectivamente). Los números del inglés son sublimes, estratosféricos. Y más teniendo en cuenta que su firma con el club capitalino no incluía aquello de apoderarse de las metas visitantes y resolver cualquier adversidad.
Hubo un tiempo, hace no tanto, en el que Bellingham soterraba rivales a granel. Él solo. Ya fuera con el pie o la cabeza, veía cómo sus disparos besaban las redes con la precisión de un reloj suizo. Siempre en el espacio y tiempo necesario para entrar en escena y sacar victorioso al Real Madrid. Tanto es así que, vio puerta en plazas contrastadas tanto de España como de Europa: San Mamés, Montjuic o el estadio Diego Armando Maradona valen de ejemplo.
La faceta goleadora del ex del Borussia Dortmund tiene dos partes bien diferenciadas. Una desde la puesta de largo hasta el fin de año que fue de matrícula de honor, y, la otra, una vez que dio inicio el 2024, esta se califica por lo bajo. A la lesión de tobillo -frente al Girona- que le mantuvo una veintena de días en el dique seco… se añadió la sanción de dos partidos tras la finalización del choque liguero en Valencia.
A parte de esos aspectos, el epicentro de la escasez de gol se descifra fácil: el desgaste físico. No hay más. Lo otro no ayuda, pero es indudable que ya por estas fechas las piernas pesan y, Bellingham, no es la excepción, como sí lo ha sido a la hora de anotar esa cifra cuantiosa de tantos y asistencias (lleva un total de 10) que muy pocos pudieron vaticinar en los meses estivales.
El City para redimirse
Con Liga y Champions en juego, el cuadro blanco necesita al inglés más que nunca. Vinicius y Rodrygo no bajan revoluciones en cuanto a transformar goles se refiere, y quien falta en la mesa es Jude para fortalecer la zona ofensiva de terror escénico hacia los rivales. Sin ir más lejos, el martes, en Mánchester, al Madrid le espera una finalísima en busca de meterse entre los cuatro mejores de Europa. Puerta grande o enfermería.
En todo caso, el Bellingham terrenal jamás ha desaparecido del mapa, de hecho, su juego es clave para el ecosistema merengue. «Ha bajado su ritmo goleador, pero es que estaba siendo una sorpresa. Está haciendo su trabajo, que es más de interior, pero futbolísticamente está muy bien, no le falta nada, solo los goles, que antes o después volverán», espetó –en la previa al encuentro ante el Mallorca– un Carlo Ancelotti al que no le preocupa la sequía del ‘5’ del Real Madrid, quizá también porque cuenta con la dupla brasileña (Vini y Rodrygo) y la figura imponente de Joselu como matador del área. Con ellos puede dormir tranquilo, aunque si se suma Jude… mucho mejor.