#ApuntesDeLaHistoria | Recordando a Don Santiago Bernabéu
Viernes 2 de junio de 1978. Una de las fechas más tristes para el Real Madrid. El día que falleció Don Santiago Bernabéu, el personaje clave y más relevante de toda su Historia. Una figura irrepetible que entró en el Club como deportista y que llegó a ser el dirigente más importante de la entidad, a la que llevó a convertirse en la más significativa del panorama futbolístico mundial. Prácticamente toda una vida dedicada al Real Madrid y una existencia que merece la pena ser repasada una y otra vez para conocimiento de todo el madridismo.
Santiago Bernabéu de Yeste nació en la localidad de Almansa el 8 de junio de 1895. Siendo un niño su familia se trasladó a Madrid para que los hijos cursaran estudios. Tal y como señalan todas sus biografías los primeros contactos de Bernabéu con el fútbol se registran en el Real Colegio Alfonso XII de los Agustinos, en el municipio de San Lorenzo de El Escorial. El fútbol era un deporte que estaba en pleno desarrollo en nuestro país y muchos de los clubes que conocemos hoy en día se encontraban dando sus primeros pasos. Santiago Bernabéu comenzó a destacar en los torneos escolares.
El fútbol le ayudaría a superar la prematura muerte de su madre por enfermedad, un acontecimiento que le marcó de manera profunda. Sólo tenía 14 años. Sus hermanos Marcelo y Antonio también destacaban como futbolistas. Marcelo, que ejercía como defensa, jugaba en el Real Madrid. Santiago, el benjamín de la familia, entrenaba con la Gimnástica Española. Pero también terminaría recalando en el Real Madrid por mediación de su hermano. Llegó con 15 años. En sus inicios se le llegó a forzar a jugar como portero, aunque sus cualidades le llevaron rápidamente por otros derroteros. Actuó como extremo izquierdo, delantero centro e interior derecho. Se desenvolvía bien en los puestos de vanguardia a pesar de no ser un futbolista muy técnico. Pundonor y potencia le sirven para contrarrestar sus carencias. Un delantero centro de los de garra, trabajo y esfuerzo.
Como jugador disputó 79 partidos oficiales con el equipo anotando un total de 71 goles. Debutó en la temporada 1914-15 y disputó sus últimos minutos en la temporada 1926-27, cerca de cumplir los 32 años. Por aquella época todavía no había nacido el Campeonato Nacional de Liga, por lo que las apariciones se contabilizaban en la competición de Copa y en el Campeonato Regional.
Le quedó la espina clavada de no haber llegado a ser Internacional con España, algo que estuvo a punto de alcanzar el 17 de diciembre de 1922 en un partido disputado en Lisboa frente a Portugal en el que debutaría el también madridista Juan Monjardín. En el último momento se quedó sin poder saltar al campo.
Como todo el mundo sabe, sus vínculos con el Real Madrid fueron más allá de vestir la camiseta como jugador y de ejercer como capitán del equipo. Haría de todo y desempeñaría todo tipo de roles y papeles tanto deportivos como institucionales. “Yo, en el Real Madrid, he llegado incluso a vender entradas”, llegó a afirmar con orgullo. Por supuesto, también ejerció de entrenador. Lo hizo de manera provisional compartiendo funciones junto a Peris Llorente. También ejerció de delegado, de ayudante y finalmente de directivo.
Pero, sin ninguna duda, el papel por el que pasaría de manera definitiva a la Historia sería el de máximo mandatario. “Jugué al fútbol en el Madrid porque no había otro. Fui directivo porque no había otro. Y fui presidente porque no había otro”, relataba Bernabéu en unas famosísimas declaraciones en las que resumía lo que había sido su trayectoria en el Club blanco. Se le nombró presidente del Real Madrid el 15 de septiembre de 1943. Inició así un larguísimo mandato que se prolongó durante 35 años y que no finalizaría hasta el día de su fallecimiento. Es el presidente que más tiempo ha pasado al frente de la sociedad a lo largo de sus 116 años de existencia. En dicho periodo el Real Madrid dio un paso de gigante pasando de ser un Club grande a ser el Club más grande del mundo del fútbol.
Bajo su mandato se acometió la construcción de un nuevo estadio, el Nuevo Chamartín, cuyas obras arrancaron el 27 de octubre de 1944 y que fue inaugurado el 14 de diciembre de 1947. A partir de 1955 el estadio llevaría el nombre del presidente, tal y como lo conocemos en la actualidad. Por su carácter y su manera de ser a Bernabéu no le hacía mucha gracia, pero la junta de socios así lo había decidido. El proyecto del nuevo campo, criticado en sus inicios, demostró ser todo un acierto de cara a satisfacer las necesidades de un fútbol que ya era un auténtico espectáculo de masas. En cierto modo, Santiago Bernabéu era todo un visionario. También impulsó la creación de la Ciudad Deportiva, espacio clave para el desarrollo de la cantera del Club y para los entrenamientos de la primera plantilla.
Bernabéu destacaría especialmente a la hora de elegir a las personas. Supo rodearse de los mejores colaboradores para formar un buen equipo a nivel directivo. Pero, sobre todo, supo reclutar a los mejores jugadores para formar el mejor equipo a nivel deportivo. Ya desde sus primeros tiempos como dirigente ofreció muestras de una gran habilidad para negociar fichajes. Su capacidad de gestión era más que evidente. Construyó el mejor campo de fútbol de la época y consiguió poner a los mejores futbolistas a jugar en su césped. Molowny, Alonso, Navarro, Miguel Muñoz, Zarraga, Paco Gento, Alfredo Di Stéfano, Rial, Kopa, Puskas…
Como se apuntaba líneas atrás, Santiago Bernabéu era un visionario. Él mismo fue uno de los impulsores, con el respaldo del diario L’Equipe, de la Copa de Europa de fútbol, la actual Champions League. Seguro que allá donde esté sigue alegrándose de ver cómo su equipo sigue incrementando su palmarés en la máxima competición continental varias décadas después de su muerte. Bendita creación la de aquel trofeo que le ha brindado al Real Madrid sus éxitos más celebrados. El mejor escaparate para lucir a toda aquella generación de extraordinarios futbolistas fue la Copa de Europa que echó a andar en la temporada 1955-56.
Cinco veces seguidas ganó la competición el conjunto blanco. Las temporadas 1955-56, 1956-57, 1957-58, 1958-59 y 1959-60. Además de una Copa Intercontinental y otro cetro europeo en el año 1966. El Real Madrid se convirtió en un equipo ganador tanto en España como fuera de nuestras fronteras.
La cantidad de estrellas que pasaron por el Real Madrid durante la presidencia de Santiago Bernabéu fue increíble. Precisamente en su condición de hombre de fútbol casi siempre acertó con los fichajes. Capacidad de gestión y conocimientos futbolísticos al servicio del Club, un olfato que le hacía detectar a los grandes jugadores y reclutarlos para la causa blanca. Cuidaba a sus futbolistas de la misma forma que un padre cuida a su hijo. Era muy paternalista.
Todos los futbolistas que vistieron la camiseta blanca estando Santiago Bernabéu en la presidencia del Club han hablado maravillas de él. Se preocupaba por ellos, trataba de solucionar sus problemas e intentaba que no les faltara de nada. Les aconsejaba en todos los ámbitos de la vida, no sólo en los deportivos.
A cambio, eso sí, Bernabéu exigía la máxima profesionalidad y el mayor compromiso con el escudo y la camiseta. Siempre se recuerda en este apartado las famosísimas ‘santiaguinas’, las arengas con las que el presidente alentaba a sus futbolistas en pleno vestuario y en las que insuflaba ánimos y energía para afrontar cualquier aventura deportiva o remontar cualquier resultado adverso. Nadie mejor que él para transmitir los valores del Club. Nadie sentía más los colores. Las palabras de Don Santiago iban a misa. Era un hombre de fútbol. El hombre del fútbol.
Pero no sólo prestó atención al balompié. Santiago Bernabéu dirigió una institución deportiva en la que no sólo el fútbol servía como reclamo para el gran público. Bajo su presidencia la sección de baloncesto también se convirtió en un referente a nivel nacional e internacional, siendo dominadora absoluta de la Liga Española de Baloncesto que inició su andadura en el año 1957 y que, al igual que sucedía con el equipo de fútbol, levantó varias Copas de Europa (1963-64, 1964-65, 1966-67, 1967-68, 1973-74 y 1977-78). Ayudó lo suyo tener a su lado, como responsable, a Raimundo Saporta, vicepresidente del Club y su mano derecha desde que ingresara en la junta directiva en el año 1952.
No hay palabras para describir con precisión lo que creó Santiago Bernabéu. El Real Madrid vivió un enorme salto cualitativo bajo su dirección. Se convirtió en una institución gigante y universal. Y, sin embargo, quien estaba al frente de ese Club que se había transformado en un referente universal seguía siendo un hombre de lo más sencillo. Su figura era magnánima, pero como persona seguía siendo un hombre recto, cabal, de gran humanidad y muy trabajador. Se negó en redondo a llevarse una sola peseta del Club y cuentan quienes le conocieron que fue un hombre tremendamente austero. De hecho, su patrimonio personal a fecha de su muerte era muy limitado. Bernabéu era muy humilde en el sentido más estricto de la palabra, se sentía muy a gusto con la gente llana de la calle. Nunca necesitó de grandes lujos. Era un hombre que, al margen del fútbol y del Real Madrid, amaba la música y disfrutaba con el mar. Y así, con esas ocupaciones y distracciones, fueron discurriendo sus años…
El 23 de agosto de 1977, estando en Santa Pola de vacaciones, su estado de salud se resintió. Se iniciaba el proceso que le terminaría costando la vida nueve meses más tarde. A pesar de las recomendaciones de reposo al día siguiente no quiso faltar al partido y posterior cena en homenaje de Manolo Velázquez. Posteriormente recaería de los síntomas. Una obstrucción intestinal le llevó a ser ingresado e intervenido quirúrgicamente. Después de 42 días Bernabéu recibió el alta médica y pudo regresar a su domicilio. Los médicos sabían que tenía cáncer. Se había iniciado la cuenta atrás. A pesar de todo, el 4 de noviembre de 1977 retomó el mando en el Club y durante unos meses llevó una vida aparentemente normal.
El 19 de abril de 1978 el Rey Juan Carlos I le condecoró con la Medalla de Oro al Mérito Deportivo. Santiago Bernabéu siguió asistiendo al palco y ejerciendo las labores propias de la presidencia del Real Madrid hasta la recta final de aquella temporada 1977-78 en la que, por cierto, el Real Madrid se proclamó Campeón de Liga. Fue su último título.
En el mes de mayo de 1978 se registró el proceso de metástasis afectando a su hígado. Ya no había solución. Su estado empeoró de manera evidente a finales de mes. Según las crónicas de sus últimos días de vida se confesó el 29 de mayo y recibió la extremaunción el martes 30. Aguantó unos pocos días más. El viernes 2 de junio de 1978, tal día como hoy de hace 40 años, fallecía en Madrid. Tenía 82 años. Dejó viuda, Doña María Valenciano, con la que contrajo matrimonio en segundas nupcias en el año 1940 y con la que no llegó a tener descendencia.
Nada más conocerse la noticia de su muerte todo tipo de personalidades del mundo del deporte, de la política y de la cultura se acercaron al domicilio del presidente fallecido para expresar sus condolencias. Los restos mortales de Santiago Bernabéu fueron trasladados a primeras horas de la tarde de aquel 2 de junio al Estadio que llevaba su nombre, donde se instaló la capilla ardiente. Según las informaciones de aquellos días se calcula que más de 100.000 personas pasaron por delante del cadáver para despedirse del hombre que había guiado al Real Madrid durante 35 años. Se registraron largas colas para dar el último adiós y la llegada de coronas de flores fue incesante. Por allí pasaron también todos los empleados del Club así como futbolistas y ex jugadores madridistas.
Una ovación recibió al féretro de Bernabéu a la salida del Estadio, cuando fue introducido en el vehículo fúnebre que le trasladaría a su ciudad natal. A partir del 3 de junio de 1978 sus restos mortales descansaron en el panteón familiar de la localidad de Almansa. Seis días después de su fallecimiento tuvo lugar el solemne funeral organizado por el Real Madrid en la Iglesia de los Sagrados Corazones. Aquel 8 de junio de 1978 hubiese cumplido 83 años.
El vacío que dejaba era irremplazable. “Esto es como una familia que se ha quedado sin padre y en la que los hijos tenemos la obligación de sacar la casa adelante”, llegó a decir Raimundo Saporta en rueda de prensa tras el fallecimiento. Después de Santiago Bernabéu otros presidentes tomaron el relevo haciéndolo siempre lo mejor que han podido y consiguiendo nuevos éxitos para un Club que no ha dejado de ganar en ausencia del gran patriarca de Almansa. Pero su figura fue, es y será siempre irrepetible.
A nivel institucional dejó una herencia impresionante. Cogió un Club prácticamente en la ruina tras la Guerra Civil y lo convirtió en un gigante deportivo a nivel mundial. Bajo su mandato el Real Madrid se adjudicó, entre otros muchísimos trofeos de carácter nacional e internacional, 6 Copas de Europa, 1 Copa Intercontinental, 16 Ligas y 6 Copas como títulos más destacados. “Don Santiago ha muerto, pero su legado ahí queda”, concluía el editorial del boletín oficial del Real Madrid de julio de 1978, cuya portada utilizaba el color negro en señal de luto.
A él se lo debemos todo. Todo su trabajo y todo su esfuerzo derivaron en la gestación del Club más grande de la Historia del fútbol. Nuestra pasión y afición por el Real Madrid tienen a día de hoy sentido porque hubo una persona que se empeñó en hacer grande a este Club. Todo lo que hoy queremos y admiramos se lo debemos a Don Santiago Bernabéu de Yeste. Hoy, en el cuarenta aniversario de su muerte, es justo que le recordemos y que le sigamos dando las gracias por todo lo que hizo.
Muchísimas gracias, Don Santiago.
Texto: @Rancoma_
Fotos: Web oficial Real Madrid y boletín oficial del Real Madrid.