#ApuntesDeLaHistoria | Recordando a Aitor Karanka
Seguramente muchos le recuerdan, por cercanía en el tiempo, por su trabajo como segundo entrenador del Real Madrid durante la etapa del portugués José Mourinho en el banquillo blanco. Sin embargo, Aitor Karanka fue uno de los protagonistas de aquel periodo de finales de los noventa y principios de siglo en el que el Madrid recobró protagonismo en la Champions League. Junto a Raúl, Fernando Hierro, Roberto Carlos, Fernando Morientes, Guti y Sávio Bortolini, Aitor Karanka puede presumir de un palmarés en el que lucen las tres Champions League de los años 1998, 2000 y 2002.
No fue una auténtica estrella futbolística como tal, está claro, pero Karanka es un buen ejemplo de esa clase media de futbolistas que siempre es tan necesaria en un equipo de fútbol. Jugadores que aportan mucho trabajo y que, pese a no ser centro de atención de los focos, acaban resultando también indispensables a la hora de conseguir éxitos y triunfos. Creo que resulta justo valorar y recordar como se merecen a este tipo de futbolistas.
Aitor Karanka de la Hoz nació en Vitoria-Gasteiz el 18 de septiembre de 1973. Se formó como futbolista en las categorías inferiores del Athletic Club. Jugaba de defensa central y podía desenvolverse también como lateral. Con los rojiblancos se llegó a proclamar Campeón de la Copa del Rey de categoría juvenil de la temporada 1991-92 junto a otro futbolista que daría mucho que hablar en los años noventa, Julen Guerrero. Guerrero dio el salto al primer equipo de la mano del alemán Jupp Heynckes en la temporada 1992-93. Karanka se fogueó primero en el filial rojiblanco pero mediada la temporada 1993-94 debutó con el Athletic Club también de la mano de Heynckes, técnico muy ligado a la carrera del jugador alavés. Pronto se convirtió en pieza indispensable para los de Ibaigane en la misma campaña en la que Rafa Alkorta, auténtico ídolo en San Mamés, había sido traspasado al Real Madrid. Durante cuatro temporadas el joven defensa se convirtió en un futbolista de gran rendimiento. Habitual en las convocatorias de las selecciones inferiores llegó incluso a debutar con la Absoluta en un partido Armenia-España en abril de 1995. Tenía sólo 21 años. También fue Olímpico en 1996 durante los Juegos de Atlanta.
Curiosamente, qué cosas, el salto al Real Madrid lo da en la temporada 1997-98 y lo hace para sustituir a Rafa Alkorta. El central bilbaíno regresaba a San Mamés y su sustituto en el Bernabéu fue Karanka, que había llegado al primer equipo del Athletic Club tras la salida de Alkorta. El de Vitoria llegaba a la capital a punto de cumplir 24 años pero con una amplia experiencia y casi 120 partidos en Liga. En Madrid, además, Karanka vuelve a estar a las órdenes de Jupp Heynckes, el técnico que le había hecho debutar en Primera División. Desde luego, contaba con la confianza del nuevo entrenador en una temporada muy especial para los aficionados del Real Madrid. Se estrenó oficialmente como madridista ganando la Supercopa de España al Barcelona. Jugó los dos partidos completos como titular y arrancó su andadura como jugador blanco levantando un trofeo. Y sí, fue la campaña de La Séptima.
Aitor Karanka estuvo en Ámsterdam, pero no vestido de corto, como a él le hubiese gustado. Mediada la temporada, a finales del mes de febrero de 1998, el jugador sintió un dolor en el pecho durante una jornada de entrenamiento y se dispararon las alarmas. Karanka fue sometido a rigurosos exámenes médicos y los diagnósticos apuntaron a una miopericarditis aguda idiopática. Por las explicaciones de los doctores se entendía que no se trataba de una dolencia grave. Sin embargo el futbolista debía guardar reposo y se habló de tres meses de inactividad. Se perdía lo que restaba de temporada. Su primera campaña en el Madrid se cerró, por tanto, con 27 partidos oficiales, incluyendo cinco de Champions League en lo que había sido su debut en la máxima competición continental. Aunque empezó a entrenar al comienzo de la siguiente temporada 1998-99 la reaparición oficial tardó en llegar más de lo esperado. Volvió a jugar en un partido de Copa del Rey en febrero de 1999, es decir, se pasó un año completo literalmente en blanco.
Superados definitivamente todos los problemas médicos y los lógicos temores relacionados con su vuelta a la actividad física Karanka pudo por fin demostrar su valía como futbolista en la temporada 1999-00. Sobre todo a raíz de la vuelta al banquillo de Vicente Del Bosque, que sustituyó al galés John Toshack a finales de noviembre de 1999. El equipo atravesaba problemas y el técnico salmantino puso especial hincapié a la hora de reforzar el trabajo defensivo de la escuadra blanca. Ahí cobró importancia el papel de Karanka, que contó con la confianza del nuevo entrenador. Aquel ejercicio terminó siendo uno de los baluartes del Real Madrid que conquistó La Octava en París frente al Valencia. Allí, en aquella victoria 3-0 en la Final de la Champions League 1999-00, Karanka fue titular junto a Iván Helguera e Iván Campo. Para el recuerdo, aquella imagen del central vitoriano abrazándose de rodillas con Fernando Morientes tras la consecución del primer gol.
Era un central de corte clásico, sobrio, pero con bastante buena técnica aunque no se prodigaba en ataque. Un futbolista tradicional de retaguardia. Era zurdo y aunque ocasionalmente actuaba de lateral izquierdo, más en su etapa bilbaína que en Madrid, la verdad, todos le recordamos en el centro de la defensa. Era muy rápido, con buena anticipación y muy tenaz a la hora de realizar marcajes. No llamaba la atención pero estaba ahí y cumplía a la perfección, que es lo que se le tiene que pedir a un defensa. Un futbolista muy sacrificado.
Se entendía muy bien con sus compañeros. Lo hizo con Helguera e Iván Campo y lo hizo también con Fernando Hierro, con quien formó un fabuloso tándem en la temporada 2000-01. Fue su campaña más completa como madridista y uno de los cinco futbolistas más empleados por Del Bosque. Jugó 47 partidos oficiales en los que expuso su categoría. El Real Madrid ganó la Liga. En la 2001-02, que empezó con otra Supercopa de España para las vitrinas del Club, también con Karanka titular en ambos encuentros frente al Zaragoza, el protagonismo del central vasco se redujo según avanzaron los meses con la irrupción desde el Real Madrid B de Francisco Pavón, una de las sorpresas de aquel año. El canterano lo hizo realmente bien y terminó siendo la pareja de Hierro en el centro de la defensa. Aun así, Karanka disputó 29 partidos oficiales esa temporada en la que el Real Madrid se adjudicó La Novena en Glasgow. Terminaba contrato. Se le despidió en un acto en el que posó con los trofeos conquistados durante su etapa blanca y en el que le acompañaron el director general deportivo Jorge Valdano y su adjunto Emilio Butragueño. “Quiero dar las gracias a todos, porque han sido cinco años inolvidables”, manifestó el jugador ante los medios de comunicación.
Tras cinco temporadas se cerró su ciclo en el Real Madrid y regresó al Athletic Club para ocupar de nuevo el centro de la defensa bilbaína. Era el año 2002 y volvía a sus orígenes coincidiendo con la retirada de Rafa Alkorta. Los dos centrales, que casi calcaron sus carreras deportivas, no llegaron a coincidir en el mismo equipo durante aquel curioso juego del gato y el ratón que parecieron protagonizar. De donde salía uno, llegaba el otro. La segunda etapa de Karanka en Bilbao se prolongó durante cuatro temporadas hasta que en 2006, camino de los 33 años, se embarcó en la MLS de los Estados Unidos con los Colorado Rapids, equipo con el que colgaría las botas.
Tras retirarse, el vitoriano encauzó su carrera rápidamente a los banquillos. Empezó muy pronto, además. Dirigió en las categorías inferiores de la Real Federación Española de Fútbol desde 2008 y en 2010 regresó al Real Madrid para formar parte del cuerpo técnico de José Mourinho. En 2013 recaló en el fútbol británico para entrenar al Middlesbrough, equipo al que consiguió ascender a la Premier League al término de la temporada 2015-16 y al que dirigió en la máxima categoría. Desde principios del presente 2018 es entrenador del histórico Nottingham Forest en la Football League Championship.
¿Quién sabe? Quizás en un futuro termine regresando al Bernabéu para dirigir al Real Madrid. En cierto modo, en su momento, fue un jugador talismán. Fue llegar él al Club y empezar a recogerse Copas de Europa… De hecho llegó ganando una Champions League y se marchó ganando otra.
Aitor Karanka de la Hoz disputó un total de 149 partidos oficiales durante las cinco temporadas que vistió la camiseta del Real Madrid. Ganó 3 Champions League, 1 Copa Intercontinental, 1 Liga y 2 Supercopas de España.
Texto: @Rancoma_
Fotos: Realmadrid.com