Andrés Feliz deja el Joventut dejando un grato recuerdo en la afición. Ha mejorado sus promedios en cada una de las tres temporadas que ha vestido de verdinegro. Acabando el curso 23/24 con 15 puntos por partido en ACB y 14.7 en Eurocup. Además hay que destacar su gran actuación en octavos de la competición europea ante Ulm acabando con 28 puntos y 36 de valoración. Feliz cambia Badalona por Madrid como han hecho otros antes: Laprovittola, Rudy o Abalde. A los 27 años con los que llegará a la capital española, parece que el mejor momento de Andrés está por llegar.
Feliz llega al club en su madurez deportiva y para suplir un hueco que previsiblemente dejarán Chacho y Alocén. En el caso del tinerfeño, su impacto en la afición madridista es enorme, suponiendo un broche final a la carrera de uno de los mejores bases que han vestido la camiseta blanca. Que ese peso caiga sobre tus hombros al llegar a un club que ya de por sí es exigente, se antoja un reto para el dominicano.
En cuanto al juego, es un perfil anotador y organizador a partes iguales. Mucho rango de tiro, rápido para penetrar liberándose de su marca. En Badalona se ha asociado a la perfección con Tomic o Brodziansky. Nada hace pensar que su asociación con Tavares o Yabusele no se igual o mejor. En términos generales, gran fichaje debutante en Euroliga pero ya aclimatado al baloncesto español y europeo.