Entrevista a Álvaro Benito | «No todo el mundo está preparado para jugar en el Real Madrid, porque hay una presión brutal»
A mediados de los noventa el Real Madrid dio la oportunidad a una generación de canteranos cuyas cualidades futbolísticas eran merecedoras de asumir una responsabilidad importante a corto plazo. Uno de esos nombres que tanto llamaron la atención a los técnicos, a la prensa y a su propia afición en su debut con el primer equipo se llamaba Álvaro Benito, un talentoso jugador de banda, con un gran desborde y disparo, que había dejado tan buen sabor de boca durante la pretemporada de 1995.
Sin embargo, todo el potencial que apuntaba en sus inicios no llegaría a fructificar debido al infortunio de las lesiones, que nos privaron de disfrutar de un jugador llamado a marcar una época junto a Raúl y Guti en el Real Madrid. Tras su prematura retirada en 2003, fundó su propia banda, Pignoise, y en los últimos años se ha labrado su propia carrera en los medios como uno de los mejores analistas de fútbol del momento.
Cuéntanos como fueron tus inicios en el mundo del fútbol. ¿A qué edad empezaste a jugar?
Mis primeros pasos a nivel federado fueron a los seis años. Vivía en Figueras, provincia de Girona, y jugaba en el equipo del colegio. Jugábamos en benjamines contra niños de diez años, mucho más mayores que nosotros, ya que en aquel momento no existían los equipos de categoría pre-benjamín. Allí estuve un año hasta que me fui a vivir a Ávila, fiché por el Real Ávila, donde competí en alevines, infantiles y cadetes, hasta que me vieron del Real Madrid y hablaron con mi padre, que además era mi entrenador, y con catorce años me vine a la cantera.
Con tan solo 14 años aterrizas en la cantera del Real Madrid, ¿Cómo recuerdas aquellos primeros días como jugador de la Fábrica? ¿Qué fue lo que más te sorprendió?
Difíciles, extraños… el Real Madrid visto desde fuera siempre tiene un aspecto mastodóntico, y no sabes muy bien lo que te vas a encontrar: cuál va a ser tu nivel futbolístico, los compañeros, los entrenadores, la ciudad, donde vas a vivir, cambio de amigos, de colegio… Muy jovencito cambias de vida, y hasta que te adaptas es difícil, pero cuando haces migas con los compañeros del equipo o de la pensión, donde estábamos viviendo los que éramos de fuera de Madrid, poco a poco te vas adaptando a esa nueva vida.
Me acuerdo que uno de los primeros días, como el vestuario del primer equipo y los de la cantera estaban pegados, todos salíamos por el mismo pasillo, y de repente algún día que ellos entrenaban de tarde, pues veía salir por ahí a Míchel o Butragueño, que eran mis ídolos y me quedaba fascinado al verlos de carne y hueso.
La magnitud que tiene el Real Madrid solo te das cuenta de lo grande que es cuando la vives desde dentro. Luego enseguida pasa a ser parte de tu vida y lo normalizas, pero los primeros días es muy chocante todo.
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Muchos que te vieron jugar desde las categorías inferiores dicen que eras un medio de vocación ofensiva con una muy buena zurda, un estilo de jugador que se podría asemejar en la actualidad a Leo Messi. ¿Cómo te definirías como jugador? ¿Cuál crees que era tu mayor virtud?
Mi padre se encargó de educarme futbolísticamente, que comprendiera muy bien todos los aspectos del juego, que fuera un jugador completo, que fuera capaz de participar en muchas fases del juego… Es cierto que yo era un jugador muy rápido, con muy buen uno contra uno, buen disparo, ponía muy bien el balón parado, tenía mucha personalidad, físicamente era bastante bueno, pero yo creo que podía hacer de todo. Por destacar algo diría que el desborde. Es difícil definirse a uno mismo, pero yo creo que mirando con retrospectiva era un jugador bastante completo.
¿Quién fue tu ídolo futbolístico? ¿En qué jugador te fijabas para mejorar o veías como referente a seguir?
A mí siempre me gustó mucho Maradona, y luego es cierto que me fijé mucho en Gica Hagi cuando jugaba en el Madrid, en cómo le golpeaba a la pelota especialmente. Paulo Futre también me gustaba mucho, me fijaba en él porque teníamos un fútbol parecido, un buen uno contra uno, un buen disparo y era muy rápido.
Intentaba siempre imitar a los mejores, en este caso zurdos porque yo lo era, pero también me gustaba mucho Míchel, que luego fue compañero mío. Me fijaba en él porque era un jugador de banda, de cómo centraba o recortaba, tenía un manejo increíble de las dos piernas, mientras que yo la derecha la usaba para pocas cosas.
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Formaste parte de La quinta Quinta, una generación de canteranos que llegaron a debutar en el primer equipo del Real Madrid a mediados de los noventa. El líder de aquella camada era Raúl González Blanco. ¿Qué sentiste cuando debutó en Zaragoza? ¿Pensaste que tu oportunidad en el primer equipo podría llegar muy pronto?
Está claro que en ese momento ves que es tangible y se puede producir algo que te parece absolutamente inalcanzable, que es debutar en el primer equipo del Real Madrid. Es cierto que Jorge Valdano ya nos había subido a entrenar bastantes veces a los que éramos los jugadores que más destacábamos en la cantera y que habíamos jugado algún partido amistoso, pero ya llegar a debutar en partido oficial pues es el paso definitivo, o casi definitivo. Y en ese momento cada uno se lo tiene que luchar y ganar, porque eso no lo regalan, pero si es cierto que lo ves un poquito más cerca. Lo vives con incertidumbre porque en aquella época vivíamos prácticamente a diario juntos, deseando que lo hiciera bien, aprovechara la oportunidad y que no bajara nunca más a jugar con su equipo de antes.
Con 18 años Jorge Valdano te hizo debutar durante la temporada 1995-1996 en un partido de liga contra el Rayo Vallecano. ¿Cómo recuerdas aquel momento? ¿Te pilló por sorpresa?
Sucedió muy rápido porque completé una temporada extraña con el Real Madrid C, donde había estado mucho tiempo lesionado con una osteopatía de pubis, incluso estuve a punto de operarme. Me recuperé e hice un gran final de temporada y gracias a eso Valdano me llevó a hacer la pretemporada con el primer equipo, hago una buena pretemporada, hago un gran Trofeo Bernabéu en la segunda parte contra el Ajax, que es justo la semana donde empieza la liga, entonces Jorge decide llevarme convocado para el partido de Vallecas.
Da la casualidad que debuté antes con el primer equipo que con el Castilla en segunda división. Jugué primero un ratito en Vallecas, luego otro ratito en el Bernabéu contra el Athletic Club, bajé al Castilla dos meses y luego ya subí definitivamente al primer equipo.
Estás como en una realidad paralela, tenía muchos nervios por el hecho de ya viajar con el primer equipo en liga con la tensión de los puntos en juego, aprendes a observar cómo se comportan los profesionales en la competición, que yo creo que siempre es el paso que les falta a los jugadores jóvenes. Aprender cómo afronta la competición gente que lleva ocho o nueve temporadas en primera división, la previa y el durante, yo siempre que he sido muy observador pues intentaba aprender todo lo que pudiera en tiempo récord, porque iba a tener que utilizar esas herramientas a corto plazo.
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Más allá de sus estadísticas, ¿cuál crees que ha sido la clave para que Raúl se haya convertido en un ídolo del madridismo y uno de los mejores jugadores de su historia?
Porque es muy bueno. Es un jugador que lo tiene todo. Si lo pones de lateral izquierdo, juega bien; si lo pones de centrocampista, juega bien porque entiende muy bien el juego y es muy inteligente. Tiene esa capacidad de intuir lo que va a pasar en la siguiente acción. Es muy competitivo. Afronta un partido con mucha concentración, con lo cual cuando tú te equivocas, él está ahí para penalizarte. Y luego, tiene una facilidad para el gol pasmosa. El gol es lo más difícil en el fútbol, y a él se le caían los goles, de cualquier manera: por inteligencia, por astucia, por olfato, por definiciones extraordinarias… Un jugador que interpretaba muy bien todo lo que pasaba.
También compartiste vestuario con otros canteranos como Guti, Rivera, Víctor Sánchez, Dani García Lara o Sandro. ¿Con quién tenías más feeling sobre el terreno de juego? ¿Y fuera del campo?
Con Raúl y Guti. Éramos muy amigos y además tres zurdos complementarios en diferentes posiciones del campo. Guti me alimentaba a mí, y yo alimentaba a Raúl. Guti poniéndome muy buenos balones en profundidad, donde podía aprovechar mi velocidad y yo poniéndoselos a Raúl para que definiera. En juveniles muchas veces se ha producido esa situación. Al final es una cuestión de química futbolística, más allá de que seas amigo o no. ¡Con los buenos jugadores te entiendes bien, y fíjate que dos jugadores, con la carrera que han tenido los dos en el Madrid!
¿Quién ha sido ese jugador con el que compartiste concentraciones en la cantera, que prometía mucho, que solía ser el mejor, y que luego no llegó a convertirse en la estrella que apuntaba?
Siempre destaco a un chico que se llamaba Kiko Torres, que en nuestro equipo donde también estaban Raúl y Guti, a él le llamábamos Oliver Atom. Era un chico que el año que jugó en el Castilla se lesiona el cruzado y Guti sube para sustituirle – por aquel entonces jugador del Real Madrid C –, porque eran mediapuntas los dos. Luego llegó a tener carrera profesional pero cuando empezó tenía unas condiciones espectaculares. Kiko siempre hacía cosas absolutamente extraordinarias con la pelota.
A lo largo de tu carrera has estado bajo las órdenes de entrenadores de estilos muy diferentes, como Fabio Capello, Jorge Valdano o Vicente del Bosque. ¿Qué cualidad destacarías de cada uno de ellos?
Vicente del Bosque sobre todo la gestión de grupos de equipos con superestrellas. Es muy difícil, hemos visto a entrenadores muy experimentados tener problemas con equipos tan grandes, donde algunos jugadores tienen un status incluso por encima del entrenador, entonces ha sido un maestro a la hora de gestionar eso.
Jorge Valdano a la hora de potenciar al futbolista y sus virtudes. Era capaz de sacar lo mejor del jugador, haciendo ver también la responsabilidad que tienes sobre lo que pasa en el campo.
Fabio Capello era un adelantado, por lo menos, respecto a lo que se había visto en España hasta entonces. Ese nivel de exigencia en los entrenamientos, a la hora de preparar los partidos, esa mentalidad de no perdonar ni un día y de no negociar el esfuerzo con nadie fuera el nombre que fuera. Consiguió formar un Real Madrid muy competitivo.
Han sido entrenadores súper exitosos todos, cada uno con sus matices pero echo la vista atrás e intento coger lo mejor de cada uno para guardármelo en mi mochila.
¿Qué jugador rival te ha impresionado más de todos contra los que has jugado? ¿Por qué?
De estar yo ahí en el campo, aunque desde el banquillo, Adriano durante un trofeo Bernabéu contra el Inter, donde salió solo diez minutos y montó un cirio allí impresionante. Nos quedamos todos impresionados del poderío que ofreció. Metió un golazo de falta e hizo dos o tres jugadas donde se regateaba a cinco rivales. Fue una barbaridad. In situ ha sido el jugador que más me ha impresionado, porque además no lo conocíamos.
A pesar de tener una carrera prometedora, una lesión que se volvería crónica te obliga a retirarte del fútbol muy joven en 2003, con apenas 26 años tras nueve operaciones. ¿Necesitaste de ayuda psicológica para afrontar todo aquello? ¿Echas en falta más presencia de gabinetes psicológicos en el fútbol?
La verdad es que no, pero la podría haber necesitado. Fueron cuatro años con nueve operaciones, muchas horas postrado en una cama o con muletas, muchos dolores, muchas horas de rehabilitación infructuosas, y el aspecto psicológico de ver que tu carrera y el sueño de vida pues se está evaporando.
En mi vida siempre he mirado hacia delante, nunca he parado un segundo a compadecerme, intenté luchar lo máximo posible para recuperar mi carrera, no pudo ser, regresé a los terrenos de juego otra vez pero no estaba ni al 50% del jugador que era antes de la primera lesión, así que al final fue imposible continuar con mi carrera.
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Durante tus largos periodos de rehabilitación aprendiste a tocar la guitarra y a componer tus primeras canciones, llegando a fundar tu propia banda, Pignoise. La música o el fútbol, un concierto o un partido, ¿con cuál faceta has disfrutado más?
El fútbol ha sido mi primera pasión en la vida. El fútbol tiene un componente de sacrificio muy elevado, un componente de satisfacciones muy pequeño, pero cuando llegan las satisfacciones son multiplicadas a la enésima potencia.
No he tenido mayores satisfacciones en mi vida que debutar con el primer equipo, jugar en el Bernabéu y meter un gol, cuando gané mi primera Liga, etc. Sientes que todo por lo que has apostado en tu vida tiene sentido en ese momento. Para ser futbolista profesional tienes que sacrificar muchas cosas. Se sufre más.
La música, en cambio, es un aspecto más lúdico. No tienes un rival que te puede ganar. No tienes la incertidumbre de que el entrenador te ponga a jugar o no.
Yo jugaba en el Real Madrid. Pregúntale a Bono, de U2, si quiere jugar en el Madrid o ser el cantante de U2. Esa es la comparativa, porque jugar en el Real Madrid es lo máximo que hay en el mundo. Y si te toca ser cantante de un grupo así, pues es lo máximo que hay en el mundo también. No hay comparativa posible entre mi situación en la música y el Real Madrid. Obviamente me quedo con el fútbol.
¿De qué forma te ha influido tu carrera como futbolista y la experiencia de la lesión en tu manera de ser entrenador?
Me cambió la forma de ver la vida. El mundo del futbolista es un mundo un poco aislado, hermético, donde estás constantemente recibiendo estímulos de gente que vive tu misma situación, y ya no te digo cuando llegas al primer equipo y te metes en una realidad paralela, de la cual yo salí de una manera abrupta por la lesión. Aterricé en el suelo y la vida me ha llevado por otros caminos completamente diferentes que si hubiese tenido una carrera normal.
Mi manera de ver las cosas tiene un antes y un después de todo lo que pasó. Todo esto es efímero, hay muchas cosas que no podemos controlar, hay que disfrutar mucho el momento ya que no sabes lo que va a pasar mañana o pasado mañana.
Como técnico de categorías inferiores del Real Madrid has coincidido con jugadores como Diego Altube o Víctor Chust, ¿Qué canteranos de La Fábrica ves con potencial de llegar al primer equipo algún día?
Es difícil hacer vaticinios porque los chicos de hoy en día llegan muy verdes al Castilla, por ejemplo. Ahora le está pasando a Raúl, que los chicos le llegan muy jóvenes, todavía con ciertas carencias competitivas y tardan más en madurar. Estamos hablando que nosotros, Raúl y yo con 17 y 18 años ya estábamos preparados para jugar ya no solo en Primera División, sino en el primer equipo del Real Madrid. Es cierto que son casos especiales y que no intento comparar, pero si es cierto que también por la vida los chicos tardan más en madurar ahora que antes.
En el Real Madrid hay muy buenos chicos, unos necesitan más tiempo de cocción que otros, pero se trabaja muy bien los porteros, hay muy buenos centrales, luego más arriba están Antonio Blanco, Miguel Baeza, Cesar Gelabert, Franchu, que hasta su lesión apuntaba alto, Latasa, Jordi, Arribas… Hay jugadores muy talentosos, lo que pasa que luego el fútbol profesional requiere otras muchas cosas que a lo mejor todavía no han vivido.
El fútbol de la cantera es fútbol de mentira. Ganas todos los partidos 4-0 o 5-0, eso no es verdad. El fútbol de verdad es ganar por un gol, se decide por detalles, empujar, sufrir y pelear, y eso no lo viven desgraciadamente porque no hay una buena competición a nivel de federaciones en categorías inferiores. Debería ser mucho más dura, para que esa competición llegara antes, por eso normalmente ahora está pasando que nos comen la tostada otros países en categorías más jóvenes, así que los chicos de este país tardan más en madurar.
¿Qué estilo de entrenador eres? ¿Apuestas por la posesión, por el contraataque o eres de los que te adaptas a las características de tus jugadores?
Yo creo que un entrenador se tiene que adaptar, porque muy pocos pueden elegir jugadores para su modelo de juego. A grandes rasgos, a mí me gusta que mis equipos defiendan en campo contrario, se muestren muy agresivos y presionantes, y que ataquen rápido. Que no se entretengan demasiado en la posesión, la posesión debe servir para batir líneas con facilidad y jugar hacia adelante. Pero sobre todo un entrenador debe saber lo que tiene: si tú tienes un equipo con dos extremos buenísimos que entran por banda, pues tendrás que jugar a abastecerles de balones para que tengan 1 vs 1; si tienes un equipo que es muy bueno corriendo y tienes dos puntas muy rápidos, que atacan muy bien los espacios, pues tendrás que jugar un poco más atrás y lanzarles balones al espacio; si tienes un equipo que trate muy bien la pelota, que sea casi imposible robársela, pues tendrás que jugar a tenerla, encontrando las maneras de progresar mediante el pase. Un entrenador debe exprimir las virtudes de sus futbolistas.
Vinícius, Rodrygo, Brahim, Kubo, Valverde, Reguilón, Odegaard…. De aquí a unos pocos años, ¿crees que estarán capacitados para coger el relevo del bloque de jugadores que han conseguido ganar 4 Champions en 5 temporadas?
Valverde ya lo está siendo, y el resto pintan muy bien. El Real Madrid está haciendo muy bien en apostar por gente joven antes de ser estrellas, más luego otros como Regui que salen de la cantera.
Hay que tener paciencia, porque fíjate yo por ejemplo me precipité con Odegaard y en su momento pensé que no iba a ser el jugador que hoy es en día. Son tan jóvenes que hay que aprender a tener capacidad analítica y tener en cuenta los tiempos de cocción. Unos explotarán a los 19, otros a los 21. Son niños, igual que con Kubo hay que tener mucha paciencia, pero tendrán altibajos porque los chicos jóvenes tienen altibajos.
Pero esa apuesta parece que va saliendo bien. Rodrygo promete mucho, Vinícius para mí va ser imparable en el día de mañana, por mucho que ahora le estén criticando incomprensiblemente, pero bueno, también van entendiendo la voracidad y ferocidad que hay en el fútbol de élite. Hay que estar todos los días en la oficina, y rendir bien, porque si no la crítica en un equipo como el Real Madrid viene rápido. Yo creo que van a ser jugadores muy interesantes casi todos.
Ahora mismo, ¿cuál de ellos consideras que tiene un techo más alto?
Por potencial quizá te diría Odegaard, porque hace cosas que son muy difíciles de hacer. Es un jugador completísimo. Pero a la espera de ver cuál es el techo de Rodrygo, si muestra esa capacidad goleadora como la que está asomando. El gol es lo más difícil de hacer en el fútbol. Un jugador que meta goles me parece lo más diferencial. Hay poquísimos que sean capaces de meter muchos goles de manera constante.
Pero es que Odegaard es un jugador que ataca, defiende, filtra pases, sale de presión, lanza contraataques, llega al área rival… es un jugador total.
Valverde en lo suyo también va a ser un número 1. Reguilón es un lateral espectacular que repite esfuerzos. Vinícius con cosas por mejorar pero en el 1 vs 1 o el 2 vs 2 con la potencia y la explosividad que tiene en cuanto sepa sacarle un poco más de partido a eso, va a ser imparable.
Dependerá mucho de su mentalidad, de los entrenadores que les toquen en su carrera, que confíen en ellos y de la capacidad de mejora y analítica que tengan con ellos mismos. Donde tienen que potenciar sus puntos de mejora y potenciar sus virtudes. Esto no es matemático, ojalá fuera tan fácil.
Actualmente ejerces de comentarista deportivo en Movistar y la cadena SER. ¿En qué medio te sientes más cómodo, la tele o la radio? ¿Por qué?
Me siento cómodo en todos los sitios pero creo que mi fuerte es comentar los partidos a tiempo real en TV. Ver lo que está sucediendo e intentar trasladar al espectador el por qué suceden las cosas en el juego, ya que simplificar el fútbol es de gente que no lo entiende, ya que es algo muy complejo todo lo que hay detrás del desarrollo del juego, entonces en ese término medio, intentar trasladar al espectador el por qué y acercar un poco el trabajo del entrenador, que es el gran desconocido. Se valora y se respeta poco al entrenador, porque se desconoce lo complejo que es entrenar, entonces si la gente conociera más la preparación que hay detrás de un partido, yo creo que respetarían más a los entrenadores y sabrían lo difícil que es entrenar a un equipo.
La mayoría de los analistas de fútbol suelen ser farragosos para el gran público, pero tú en cambio logras ser muy didáctico y sintético a la vez. ¿Cómo surge tu vocación por la comunicación?
No lo sé, es algo que nunca me hubiera imaginado dedicarme a ello, de hecho cuando Josep Pedrerol empieza el proyecto de Punto Pelota contacta conmigo y yo declino su invitación durante un par de meses, porque yo estaba metido en la música a tope y además como nos habían dado cera por venir del fútbol, pues me separé bastante del fútbol. Él insistió hasta que un día fui y me puse a hablar de fútbol, y ya fue el principio del fin… Empecé a ir con más asiduidad y el veneno del fútbol empezó a correr por mis venas.
Lo he ido desarrollando, también he ido mejorando y lo que tú comentas de sintetizar y enseñar a la gente es el objetivo. Intento eso, porque al final entiendo que la gente se sienta a ver el fútbol para entretenerse, no hay que perder esa perspectiva de que la gente tampoco quiere escuchar a un tipo ahí dando lecciones todo el rato hablando de táctica… Hay que ser cuidadoso con eso. Hay que intentar que la gente pueda entender de una manera sencilla la complejidad del fútbol o el trabajo del entrenador. Si consigo eso, es un halago para mí, porque es la idea, acercar eso al espectador y educarlo en cuanto a eso.
Ojalá se educara más a toda la gente que ve el fútbol, sobre todo para respetar al entrenador. Es una figura poco respetada para el respeto que merece y la complejidad que hay detrás, porque al final el fútbol lo vemos todos, tenemos cierto entendimiento porque es un juego sencillo de ver y practicar, todo el mundo hemos jugado al fútbol, pero toda la preparación que hay detrás, simplemente una semana de preparación, de entrenamientos, de preparar al rival, de preparar un partido, de los trabajos de línea, y la gente diría, hostia, pues un respeto porque aunque los resultados no lleguen hay un gran trabajo detrás.
¿Crees que el Real Madrid recibe más ataques y críticas desde la prensa de la capital que otros clubes como el Barcelona de la prensa de Barcelona? ¿Por qué crees que esto sucede?
El Real Madrid es magnífico para todo y da para mucho. Cuando lo vivía desde dentro nuestra frase siempre era “no da para tanto un entrenamiento, un partido o una semana”, entrenas, te vas para casa, pero hay una cantidad de horas y de periódicos que se rellenan con el Real Madrid. Y nosotros siempre pensábamos que no daba para tanto, pero al final a la gente le interesa. Al final esto es como es la vida, si la gente le interesa el Real Madrid, pues se hablará del Real Madrid… Todo se magnifica. Lo que pasa en el Girona o en el Albacete, pasa en todos los equipos, y si pasa en el Real Madrid pues llena periódicos.
En realidad son cosas normales del fútbol pero tiene que ver con la magnitud de la entidad que tiene el Real Madrid, de los jugadores que están en el Real Madrid, todo lo que mueve el Real Madrid, la cantidad de seguidores que tienen en el mundo, y además siempre el Real Madrid se ha trabajado desde la exigencia máxima. Yo lo he sentido como jugador en el Bernabéu, la exigencia de tener que hacerlo muy bien, esforzarte primero, por supuesto, pero hacerlo muy bien, porque fallas dos pases y el Bernabéu no te perdona. Ese es el nivel de exigencia del Real Madrid con todo. Por eso no todo el mundo está preparado para jugar en el Real Madrid, porque hay un nivel de presión brutal.
¿Te gustaría volver a entrenar si aparece una buena oportunidad o ahora mismo prefieres centrarte más en el mundo de la comunicación?
A mí me encanta entrenar. Lo que pasa que las ofertas que me han llegado por el momento no me satisfacen, no son las ofertas que espero y es difícil que llegue una oferta que me satisfaga sin experiencia. Al final es complicado entrar en la rueda, que siempre están más o menos los mismos, porque tienen experiencia, entonces si no te dan la oportunidad, no tienes experiencia, y que un director deportivo o un presidente apueste por alguien sin experiencia es arriesgado para él, porque luego las responsabilidades van para él.
Yo estoy preparado, me sigo formando, al final entrenar es una formación continua, diaria, de estudiar el juego, las maneras de que tus ideas lleguen al jugador, aplicarlas, si algún día llega una oportunidad que me satisfaga, pues lo valoraremos y yo encantando, pero de momento estoy feliz porque también me encanta lo que hago.
Para acabar, te voy a mencionar a varias personas y quiero que me las definas brevemente:
Zidane. Para mí es el entrenador idóneo para el Real Madrid. Aparte de haber sido un jugador estratosférico.
Benzema. Karim está demostrando que podía ser todavía mejor de lo que pensábamos que era. Y yo lo pensaba, que podía ser mejor de lo que era.
Cristiano Ronaldo. La máquina del gol. Quién utilice el término de “solo hace goles” como algo peyorativo para referirse a él… yo alucinaba. Nos daremos cuenta cuando se retire. Un jugador absolutamente resolutivo.
Messi. Para mí después de Maradona, el mejor jugador. En cuanto a regularidad no hay color en la comparativa, porque Maradona era muchísimo más irregular y Messi no perdona prácticamente ningún día, todos los días va a la oficina. Tiene mucho mérito Cristiano, seguramente con menos condiciones naturales, haber igualado o incluso su rendimiento durante muchísimos años.
Sergio Ramos. Una leyenda del Real Madrid y del fútbol español. Líder, un jugador con muchísima personalidad, muchísimo carácter. Un número 1.
Bale. Un jugador que siempre nos quedaremos con la espinita clavada de no haberlo visto explotar del todo. A mí es un jugador que me encantaba, porque tengo ya poca fe de que realmente se pueda convertir en el jugador que pensaba que iba a ser, porque a mí me gustan esos jugadores verticales, de desborde, con disparos potentes. A mi me encantaba y es una pena que no lo hayamos podido ver, nos ha dejado gotitas de su tremendo potencial pero nos ha faltado más. Yo he echado de menos más.
Florentino Pérez. El presidente que ha cambiado la historia moderna del Real Madrid. Gracias a él el Real Madrid está donde está a nivel económico, hemos podido seguir reinando y tener un número de Champions inalcanzable para los demás, así que un referente en cuanto a eso.
Entrevista realizada por Brais Iglesias Castro (@Bricepinkfloyd) en noviembre de 2019.