Santiago Yusta es el claro ejemplo de jugador oportuno en momento inadecuado. Alero rápido, con gran capacidad de penetración en la zona rival y defensa de anticipación es, probablemente el jugador más parecido (salvando las distancias) al primer Rudy Fernández que ha pasado por el Madrid en los últimos años.
Sin embargo, por desgracia para el canterano madridista, está versión beta del primer Rudy ha coincidido en su segunda etapa con el Rudy más evolucionado. Las lesiones acabaron con el Rudy más matador, penetrante y espectacular sí, pero a cambio le hicieron evolucionar a un Rudy mucho más solidario, con un rango de tiro mucho mayor y que para colmo se convirtió en el mejor defensor de lado débil del mundo.
La evolución del mallorquín, la confianza de Laso en Taylor y la llegada de Gabi Deck acabarían siendo demasiado para un jugador con un par de años en Obradoiro como único bagaje y que tras dos años sin apenas minutos cerraba su segunda etapa de blanco y ponía rumbo al Iberostar Tenerife después de que el equipo blanco decidiera no ejercer su derecho de tanteo.
Sin embargo, no ha habido que esperar mucho para que la valía del madrileño quedara demostrada en las islas. En apenas 6 meses ya es uno de los jugadores fijos en la rotación de Txus Vidorreta promediando casi 20 minutos y 10 puntos por partido y ya ha jugado más partidos en Liga que en toda la pasada temporada.
Así pues, estos son los motivos por los que Santiago Yusta debería ganar este premio: