Opinión | En defensa de Casemiro
Hasta hace 3 meses, un jugador del Real Madrid había ganado todas las eliminatorias de Champions que había disputado. O lo que es lo mismo: 4 participaciones con el Madrid en la competición de clubes más importante, y 4 títulos. Hablamos de Carlos Henrique Casemiro, jugador discutido por su última temporada, pero sin duda pieza indispensable para entender el ciclo victorioso del Real Madrid en Europa. El brasileño merece ser defendido, sobre todo de aquellos desmemoriados que ahora reniegan de su aportación.
Casemiro siempre ha tenido que superar obstáculos en forma de críticas injustas. Nada más ser fichado para el Castilla en enero de 2013, recibió las primeras. Algunos decían que no tenía nivel, otros que estaba pasado de peso y los más osados afirmaban que «el Real Madrid desprecia a su cantera con el fichaje de Casemiro» (Marca dixit). Con ese panorama llegaba el jugador a la capital de España, pero pronto demostraría que no solo valía para el Castilla, sino que el primer equipo era su sitio natural. Lo sorprendente no es que por entonces se dudara de él sin verle jugar; lo es que, a 27 de junio del 2019, las mismas críticas de entonces vuelvan a florecer por una mala temporada.
Y es que, mal que les pese a muchos, Casemiro ha sido un factor clave en las 4 Champions ganadas en 5 años por el Real Madrid. Y si, incluyo la 10ª, porque esa media hora del mediocentro brasileño en Dortmund también fue imprescindible para llegar a la final y alzarse con el título. Aunque fue con la llegada de Zinedine Zidane al banquillo cuando vimos al auténtico Casemiro. Su entrada en el equipo coincidió con la enorme racha de partidos sin perder del Madrid de Zidane, ganando entre medias la Champions en Milan con una actuación portentosa (18 recuperaciones de balón, casi nada). Pero como siempre, Casemiro fue el gran olvidado. ¿Recuerdan qué se llevara elogios? Ni mucho menos, pero tampoco los necesita. En el recuerdo quedará su partido en San Siro, y especialmente una prórroga en las que sostuvo al equipo mientras las fuerzas flojeaban.
Ser clave en 2 Champions debería ser suficiente para no dudar de un jugador…o no (Bale puede dar fe al respecto). Para muchos Casemiro seguía siendo un estorbo, entorpecía el juego de toque del equipo y ahora se añadía algo nuevo: su supuesta bula arbitral. Y él, a lo suyo: golazo al Nápoles en octavos de Champions y soberbia actuación con otro golazo incluido en la final de Cardiff ante la Juventus. Y otra Copa de Europa, como el que no quiere la cosa. Esta vez Casemiro pasaba a la historia por 2 motivos: su enorme trabajo en el centro del campo y sus goles decisivos. Pero no se crean que ahí pararía la cosa: 3 meses después, otro gol suyo resultaba trascendental para ganar la Supercopa de Europa. ¿Recuerdan ustedes algún mediocentro defensivo qué fuera capaz de recuperar más de 10 balones por partido y al mismo tiempo marcar golazos propios de un delantero centro? Yo desde luego no.
Y es que Casemiro, del que nos ha dicho que no sabe dar un pase (cosa totalmente falsa), es mucho más que un enorme mediocentro defensivo. Su capacidad de aparecer cuando más lo necesita el equipo, su portentoso físico, su disparo o su dominio del juego aéreo le convierten en un jugador de valor incalculable para sus entrenadores. Y eso es algo que se nota principalmente cuando no juega. ¿Recuerdan qué le paso a la Brasil de Tité en el último Mundial sin Casemiro? ¿O la racha de empates con Zidane en la 2016-2017 que coincidió con una lesión del brasileño? Puede que sean casualidades, pero no tiene pinta. Casemiro da equilibrio, y eso es algo fundamental en equipos que viven por y para el ataque. Y más en un Real Madrid con laterales muy ofensivos que necesitan ayudas constantes, un aspecto en el que el centrocampista carioca es una bestia.
Creo que no hacía falta ponerse a recordar el historial de Casemiro, ni recordar sus goles y títulos. Tampoco poner en contexto como su presencia en el equipo coincidió con el inicio de un ciclo victorioso histórico. Pero las críticas me han parecido tan excesivas que me veía obligado a refrescar la memoria de muchos. Casemiro es indiscutible, independientemente de que Llorente este bien o mal vendido y de que el equipo cambie su sistema. De hecho, todos aquellos que reniegan del brasileño, se acordarían mucho de él si el día de mañana deja de ser jugador del Real Madrid. Un servidor vivió lo que sucedió tras dejar salir a Makelelé (las críticas que recibía el francés en su día eran parecidas, pueden comprobarlo) y no quiere que se repita la historia. Para que los Benzema, Vinicius, Hazard y compañía puedan brillar, se necesita a Casemiro. Y no duden que, si tiene oportunidad, nos dejará golazos por el camino.
En conclusión, Casemiro merece ser considerado una leyenda del club, pero con mucho que aportar todavía. Aún no ha jugado sus mejores partidos con la camiseta del Real Madrid, estoy convencido. Zidane le tiene plena confianza y una mala temporada la tiene cualquiera. Y no olvidemos que lo grave es la desidia y la falta de actitud, no atravesar un mal momento de forma. Y Casemiro jamás ha mostrado ni mostrará desidia, porque entiende perfectamente lo que significa el Real Madrid. Ahora solo falta que, 5 años y 4 Champions después, se den cuenta sus críticos más feroces.
Texto: @JavierGomezT
Foto: MARCA