Final Four 2019 | Victoria agridulce ante Fenerbahce (75-94)
El Real Madrid Baloncesto ha ganado al Fenerbahce de Estambul por 94 a 75, en un partido donde el jugador más destacado fue el cuestionado Gustavo Ayón, con 23 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias. Junto al pívot mexicano, Facundo Campazzo (12 puntos y 15 asistencias), Fabien Causeur (13 puntos) y Trey Thompkins (12 puntos y 5 rebotes) fueron los jugadores más destacados del conjunto entrenado por Pablo Laso.
Los chicos de Pablo Laso afrontaban la jornada del domingo con el sabor amargo de no haber vencido al CSKA de Moscú hace menos de 48 horas, tras un último cuarto en donde el arbitraje y malas decisiones en pista en momentos puntuales tiraron por la borda una importante renta superior a los diez puntos.
El primer cuarto estuvo marcado por la exhibición de Facu Campazzo en la faceta de director y asistente, con un total de 7 asistencias en apenas 6 minutos en pista. La pareja interior formada por Gustavo Ayón – que necesitaba reivindicarse tras una mala semifinal – y Felipe Reyes – inédito en semifinales – fueron sus principales destinatarios (16-24, min. 10).
En el inicio del segundo cuarto, la entrada de Tavares y Deck desde el banquillo vino acompañada de una reducción drástica del ritmo en los ataques blancos. Con un juego mucho más elaborado y mecanizado, los de Obradovic empezaron a imponerse en ambos lados de la pista, impidiendo al Real Madrid anotar con facilidad y cerrando bien el rebote (24-28, min. 14). Después del tiempo muerto de Laso, el conjunto blanco intentó revolucionar de nuevo el encuentro pero un par de pérdidas en ataque y un excelente extra-pass de los turcos en sus posesiones, desbarataron la intentona. Con un triple de Melli, el Fenerbahce se puso por delante (32-31, min. 17). Tanto el ala-pívot italiano como el base Kostas Sloukas tiraban del carro otomano ante un Real Madrid al que se le habían apagado las luces en ataque y defensa.
En este contexto, y ante la ausencia de un aliciente competitivo más allá del orgullo personal de los jugadores y ofrecer una buena actuación a sus aficionados, Laso optó por dosificar a sus piezas más importantes en la rotación y darle sus primeros minutos en esta Final Four al alero Santi Yusta. Así, el Fenerbahce llegó al descanso dos puntos arriba en el marcador (40-38, min. 20).
Tras el paso por vestuarios, el juego madridista volvió a volcarse en los hombres altos, con Thompkins y Ayon como protagonistas anotadores. En frente, Kalinic y Mahmutoglu desde el triple impedían romper la igualdad en el luminoso (48-49, min. 24). Dos triples consecutivos de Thompkins eran contestados inmediatamente por Guduric y Sloukas, mientras la atmósfera en la grada iba in crescendo, con la afición turca subiendo los decibelios con cada canasta de su equipo (56-56, min. 26).
Después de una técnica señalada a Rudy – en fin – y un carrusel de faltas en ambas escuadras, el partido empezó a ser demasiado previsible y monótono hasta que Facundo Campazzo – que ya llevaba 12 asistencias en su casillero particular – se sacó de la chistera un triple de enorme dificultad que volvió a encender los ánimos en la grada (61-61, min. 28). Si por algo conocemos a Obradovic es por ser un técnico que en sus equipos incide mucho en la intensidad defensiva. Cada canasta iba a costar sangre y sudor. Al final del tercer cuarto, el Real Madrid gozaba de una pequeña ventaja (63-69, min. 30).
El último cuarto comenzó con el conjunto blanco abriendo brecha en el marcador, con Thompkins, Ayón y Causeur muy acertados. Se empezaba a vislumbrar una dinámica muy positiva para los intereses madridistas, anotando con regularidad en cada ataque, así que a Zeljko Obradovic no le quedó más remedio que cortar la sangría y solicitar un tiempo muerto (63-74, min. 32). Tras la bronca del entrenador serbio, lejos de reaccionar los turcos, con 5 puntos consecutivos de Causeur y un par de buenas acciones defensivas de Thompkins, el Madrid empezaba a asentar las bases de la victoria (63-79, min. 34). Cuando más quema la bola, el escolta francés siempre responde. Un seguro de vida en las citas grandes de la temporada.
Con la sensación de que el partido estaba prácticamente sentenciado, el desacierto de los jugadores del Fenerbahce, unido a las ganas de los madridistas de no bajar el pistón y regalarles una alegría a los aficionados que decidieron no revender sus abonos y disfrutar del partido, evitaron que el marcador se volviese a apretar (65-86, min. 37).
En los minutos de la basura, Laso decidió sacar a pista a los menos habituales en su rotación, incluso Prepelic, o a aquellos más necesitados de recuperar su mejor versión, como Llull o Carroll. Al final, abultada victoria para el Real Madrid (75-94).
Foto: Real Madrid