Mirada Blanca | La motivación del abonado
Ya no hay excusas. Este es el momento de la verdad. Llegó esa semana de motivación que todos llevamos esperando todo el año. Esa semana por la que casi 10.000 perdonas pagamos el abono. Por supuesto, que ver la fase regular de la liga está bien, ver a los Darussafaka, a los Milan o a los Maccabi también, pero que nadie se engañe, si nos dejamos el dinero es para ver los Playoffs de la Liga y esta eliminatoria de acceso a la Final Four en Euroliga.
Ver como se vapulea al Obradoiro está bien, ver partidos (aunque acaben en derrota) como el del Andorra por supuesto, también, cómo no, compensa adquirir el abono para ver mínimo dos clásicos por temporada. Pero en lo que realmente se amortiza esa tarjeta de plástica es en eliminatorias a vida o muerte, es en esos días en los que te comes las uñas esperando un partido que nunca llega, un encuentro en el que sabes que no hay vuelta de hoja, que hay que ganar sí o sí. Es en ver como los jugadores no saltan solos a la cancha; saltan junto a 13.000 personas que celebran cada mandarina de la misma forma que los presentes en Belgrado celebraron el palmeo de Thompkins ante Melli. Es ver como, al igual que pasara el año pasado con Llull, la sola presencia de un jugador puede convertir el habitual cementerio de los Deportes en una olla a presión que más quisieran en Atenas, capaz de acojonar al más experimentado. Es sentir que eres una parte de un todo, sentirte más que nunca parte de este club, miembro de ese equipo que tan pronto calla el OAKA como se reúne para ponerse orejitas de conejo de Pascua.
Y como decía al principio no caben excusas. La lesión de Llull lejos de bajarnos los ánimos lo que debe hacer es que empujemos más fuerte, debe darnos igual que sea Semana Santa, de hecho debe motivarnos para cargar entre todos la cruz en la que los que acaben colgados (deportivamente hablando) sean los griegos. Repito no es excusa, tal y como dice @ManuSuarez16 en la última La Hora de Madridista Real «si te vas de Semana Santa manda a tu mujer (o a tu marido) de avanzadilla y luego ya irás tú». Has estado todo el año esperando estos partidos y perdérselo es pecado mortal (algo inadmisible en una semana como esta). Y si por lo que sea no puedes ir dáselo a otro madridista, porque que se vea un asiento vacío en este partido es directamente motivo de reprobación total.
Porque no nos engañemos, tal vez el pase esté en las muñecas de los Facu, Jaycee, Anthony, Rudy o Edy pero el poder ir a Atenas con la tranquilidad del 2-0 (algo que, para mi, sería clave) y no de un 1-1 o, peor, un 0-2; también está en nuestras manos o, mejor dicho, en nuestras gargantas. Hay que dejarse la voz y, como decía antes, hacer que ni en Atenas se vea un ambiente tan caldeado. Y, como dice la canción, cuando te falle la voz canta con el corazón.