#CrónicaReal | El tiburón blanco no tiene dientes (0-1)
Se temía el madridismo que el ‘Clásico’ de Liga fuera un calco de la vuelta copera y la realidad se encargó de dar la razón. El equipo blanco se brindó a un intercambio de golpes con el Barcelona, en un partido sin desmayo, pero bastó un solitario ‘punch’ de Rakitic para mandar al Madrid a la lona y, de paso, dejar al equipo de Valverde con más de medio cinturón de campeón de Liga.
La puesta en escena blanca fue muy similar a la del miércoles, con la sociedad Reguilón-Vinicius en la banda izquierda constituyendo la principal fuente de peligro. Fue sin embargo un primer robo en el centro de campo, fruto de la intensa presión de los de Solari, lo que originó la primera clara ocasión. Busquets, ¡oh, milagro!, fue amonestado tras cortar un claro contragolpe de los blancos, pero Bale se empeñó en dar más argumentos a sus críticos mandando el golpe franco a la grada.
Pasada la efervescencia inicial, el Barça comenzó a tomar el mando, y lo hizo a través de un jugador que acapara muchos menos titulares de los que mereciera. Mientras algunos ven a Arthur al nuevo Xavi y otros siguen elogiando a un Busquets que está lejísimos de su mejor versión, Rakitic empezó a poner orden para encontrar a Messi en la zona de tres cuartos. El argentino estuvo cerca de inaugurar el marcador, primero en una vaselina que se marchó escorada y después en un lanzamiento de falta que sólo debió concebirse en la mente de Undiano Mallenco, ya que tanto Casemiro como el propio Rakitic fueron con la misma intensidad y argumentos a un balón dividido.
En el área azulgrana lo más destacado fue un chut de Varane que desvió Lenglet con el vientre y una buena jugada que culminó Modric sin llegar a encontrar los tres palos.
Por si alguno pensaba que el calco de la Copa iba a tener continuidad en el marcador, Sergi Roberto y Rakitic dibujaron una pared que el croata acabó solventando con un sutil toque por encima de Courtois. 0-1, a vestuarios y el Madrid, una vez más, contra las cuerdas.
NI CON FE
El paso por los vestuarios no dejó nada nuevo, salvo que a los pocos minutos un fundido Kroos (más dinamita para Schuster) dejaba su hueco a Fede Valverde. Ante la falta de ocasiones claras, el Madrid decidió jugar a la ruleta rusa. Dembélé, Suárez y Messi hallaban espacios al contragolpe, pero a cambio Vinicius y Reguilón podían dar algún quebradero de cabeza por la banda izquierda.
Una vez más, el Madrid tuvo que mover Roma con Santiago para generar claras ocasiones y cuando lo hizo no tuvo que aparecer siquiera Ter Stegen, sino un Lenglet que impidió el estreno de Vinicius en un ‘Clásico’.
Ni el arreón final del Madrid, con más ímpetu que juego, incluso con Isco sobre el césped, evitó que el Barça metiera el partido en la cubitera para cerrar un 0-1 que suena a sentencia liguera y, quién sabe, si al final de otras cosas: el proyecto Solari, la etapa de Bale en el Madrid… El tiempo lo dirá.
Texto: Francisco Quirós Soriano
Foto: RealMadrid.com
