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El Real Madrid empata contra el Rayo Vallecano en un partido intenso y sin goles
Nadie dijo que sería fácil ganar en Vallecas. Ya empataron el Barça y el Atlético de Madrid contra un Rayo que no duda a la hora de vestirse de matagigantes. El Real Madrid lo sabe mejor que nadie y hoy lo ha vuelto a experimentar. Ni las carreras más rápidas de Vinicius, la zurda de Arda Güler o los cabezazos de Militao pudieron derribar el muro que armó el Rayo Vallecano. La garra del equipo de la franja, que no abandonó su idea de juego y fue superior en algunos tramos, provocó el pinchazo del líder en una semana gris.
Un disparo de Arda Güler desde la frontal del área sirvió de aviso para un Rayo Vallecano dispuesto a no achantarse. El elenco de la franja, al igual que el equipo de Xabi Alonso, guardaba profundo respeto por su rival. Algo que duraría instantes. Cuando empezó el rock and roll en las áreas se perdió toda cortesía. Como respuesta al disparo de Arda Güler, el bueno de Ratiu culminó un rechace de un saque de esquina con un disparo alto. Ya se había prendido la llama, pero faltaban los goles en una cita aún muy táctica. En el Real Madrid, Brahim se metía por dentro para dejar libre el carril derecho a Fede Valverde. Los blancos, en la tarde de hoy estrenando su tercer equipación de color azul, buscaban mucho al uruguayo mientras Arda Güler y Camavinga se ocupaban de la creación del juego.
La posesión no tenía un claro dominador, pero el Real Madrid ambicionaba hacerse con ella para crecer con el balón en los pies. Por su parte, los de Íñigo Pérez luchaban con sus propias armas: tocar el balón en campo propio para atraer la presión rival y encontrar al hombre libre en territorio contrario. Así consiguieron los locales empezar a plantarle cara a un Real Madrid encomendado a Vinicius. El brasileño sembraba el pánico por la banda de Vallecas, pero ahí estaba Ratiu para frenarle. Pese a la amarilla que recibió, el rumano fue uno de los hombres destacados del Rayo Vallecano ofensiva y defensivamente. Los detalles técnicos de Bellingham, como aquel sombrero que tiró al cuarto de hora, le pusieron en el mapa. Algo que no conseguía del todo Mbappé con sus continuos movimientos entre una banda y otra.
La intensa y organizada presión madridista provocaba imprecisiones del Rayo Vallecano. Que se lo digan a Batalla con el córner que regaló por un mal golpeo. A los 20 minutos de juego, Ratiu volvió a convertirse en protagonista por el potente tiro con el que exigió a Courtois sacar lo mejor de sí mismo. Acto seguido, Batalla tuvo que emplearse a fondo para detener un remate forzado con el que Vinicius estuvo a punto de ver puerta. El guardameta rayista también vio pasar por delante suya un gran remate de Asencio que a punto estuvo de ir en dirección a portería. La lesión de rodilla que sufrió Pedro Díaz, tanto Vinicius como Jorge De Frutos probando suerte de cara a gol y el Pacha Espino generando peligro también por el costado izquierdo significaron la antesala del descanso. La falta de claridad en tres cuartos de campo y lo estático que acabó los primeros 45 minutos hizo que el Real Madrid pasase a un segundo plano frente a un Rayo Vallecano crecido.

Si tuviéramos que reseñar un duelo en la primera mitad, ese sería sin duda el de Ratiu y Vinicius. Sin duda, fueron los dos protagonistas de un duelo cerrado e intenso. La salida de Militao en las filas del actual líder de la clasificación fue el pistoletazo inicial del segundo tiempo. Los pupilos de Iñigo Pérez trataron de mantener el buen estado de forma con el que habían llegado al descanso. Ya lo avisaron con un remate de Jorge De Frutos. Justo después lo intentó Arda Güler con un disparo envenenado desde la frontal. El equipo de la franja estaba siendo el más intenso sobre el césped ante la pasividad en algunos tramos del elenco de Xabi Alonso. Se cumplían los primeros 10 minutos de la segunda parte cuando Bellingham se inventó un disparo escorado que Batalla mandó a córner.
El Real Madrid trató de activarse, pero el Rayo Vallecano no bajó los brazos en ningún momento. Llevando el juego de un lado a otro y probando suerte desde la media distancia, el líder trataba imponerse. Sin embargo, las transiciones del Rayo seguían haciendo daño. A la hora de juego, Mbappé abría fuego desde el costado izquierdo con uno de sus habituales disparos que se fue desviado. También insistía el Rayo con un disparo de Unai López que bloqueó Fede Valverde. Incluso Isi se animó desde el centro del campo al ver adelantado a Courtois. Las arrancadas de Vinicius se fueron diluyendo, al igual que la participación de Brahim.
El partido comenzó a alocarse, el ritmo aumentó y las acciones en las áreas se multiplicaron. Entre imprecisiones se avisaba un ida y vuelta vibrante en el que cualquier equipo podía adelantarse en el marcador. Desde una llegada a línea de fondo de Ratiu que a punto estuvo de transformar en gol Álvaro García hasta un disparo seco de Fede Valverde. El uruguayo acusaba molestias musculares mientras Ceballos sustituía a Brahim para darle el control al Real Madrid y mandar a Camavinga a la banda derecha. La falta de ayudas y organización en el bando merengue hacía que el conjunto rayista estuviera en superioridad numérica en muchas fases del juego. Salieron Rodrygo y Trent e Íñigo Pérez también movió el banquillo, pero nada pudo evitar el empate sin goles con el que acabó el choque.
Rayo Vallecano: Batalla; Pep Chavarría, Mendy, Lejeune, Ratiu; Álvaro García (Alemão 83’), Pathé Ciss, Pedro Díaz (Pacha Espino 27’), Unai López (Gumbau 83’), Jorge De Frutos (Óscar Valentín 71’); Isi (Fran Pérez 71’)
Real Madrid: Courtois; Fede Valverde (Trent 83’), Asencio, Huijsen (Militão 46’) Álvaro Carreras; Camavinga (Rodrygo 79’) Jude Bellingham, Arda Güler; Vinicius, Mbappé, Brahim (Ceballos 71’)
Goles: Ninguno
Tarjetas amarillas: Ratiu (15’), Álvaro García (33’), Huijsen (36’), Brahim (44’), Jorge De Frutos (45+3’)
Árbitro: Juan Martínez Munuera / Jorge Figueroa Vázquez (VAR)
Estadio: Estadio de Vallecas