
REAL MADRID
El Real Madrid de Xabi Alonso ha despegado. Frente al Valencia, el conjunto blanco hizo su mejor partido en un proceso de mejora constante.
Hace una semana se celebraba la victoria en el Clásico, pero la resaca de aquel encuentro dejó un ambiente algo convulso. Eso unido a una semana anómala en la que el Real Madrid no disputó partido entre semana, alimentó una vorágine de informaciones que auguraban el estado de crisis en Concha Espina.
Si algo se ha demostrado esta semana es que las palabras, las informaciones y muchas de las noticias quedan en papel mojado (o no) cuando el verde es el que juzga. No hay nada mejor para comprobar el estado de un equipo que ponerlo a jugar.
Es por eso que entre el tema Vinícius (a quien mucha gente le tenía y le sigue teniendo ganas) y aquello del descontento de la plantilla con Xabi, se hicieron temas demasiado pesados. Más aún cuando el equipo había vencido al Barça y ostentaba 12 victorias en 13 partidos disputados.
El sábado el verde fue el juez y quedaron pocas dudas. Xabi sabía que era fundamental aprovechar la inercia que había conseguido en el Clásico y así fue. El equipo cuajó su mejor actuación en lo que va de temporada.
En lo ofensivo el Real Madrid fue una apisonadora a ritmo de Rock and Roll, pero en lo defensivo su presión asfixiante impidió que el Valencia pudiese rebasar la línea del centro del campo.
Xabi ha conseguido un equipo equilibrado en el que Jude, Mbappé, Vini y Arda pueden brillar potenciando sus virtudes. Y claro, cuando consigues que jugadores de tanto talento se diviertan, el esfuerzo deja de ser negociable para convertirse en un trámite necesario hacia el disfrute.
Todo lo hablado durante la semana anterior pasó a un segundo plano, quedando en el primero lo verdaderamente importante: el fútbol.
El Santiago Bernabéu necesitaba un partido así. Incluso los propios futbolistas. Hasta el momento había habido grandes partidos que no se habían traducido en un gran resultado y viceversa, pero esta vez la actuación fue redonda. El madridismo echaba de menos que su equipo compitiese, dominase y venciese en los partidos grandes, algo que hizo en el Clásico. Pero también eso de darse un homenaje plagado de goles, buen fútbol y diversión aplastante como frente al Valencia.
Xabi Alonso ha igualado el mejor arranque en una temporada con su 13 de 14. Parece que sus métodos, por el momento, no son tan desapacibles para una plantilla que ya tiene el sello del tolosarra. Un sello que ya convence a los futbolistas de que es el camino más rápido y contundente hacia los éxitos.
Ahora toca otra prueba de fuego. El calendario es caprichoso y parece haber preparado una semana de venganzas para el Real Madrid. Primero el F.C. Barcelona, después el Valencia y ahora el Liverpool en Anfield. Uno de los estadios donde el año pasado el Real Madrid mostró una de sus peores versiones.
Xabi Alonso tiene un plan bien diseñado, los resultados y el verde le avalan. Pero sabe que en el Real Madrid la sed de victoria jamás se sacia y por eso el partido frente al Liverpool es tan importante como el anterior y menos que el siguiente.