#CrónicaReal | Otra victoria contra nuestros rivales (1-3)
Tras los buenos partidos jugados estas últimas semanas (Sevilla, Gerona, Español…), con una inaudita y excelente presión constante y alta al rival siguiendo la senda marcada en la primera parte contra el Betis en Sevilla, con el equipo plagado de bajas, nos enfrentábamos a otro pequeño reto: mantener la inercia, las constantes y no dejarse sorprender por la confianza en una eliminatoria que aún no estaba resuelta fuera de casa. Eso, y nuestra cruzada contra nuestros dos contrarios habituales, el rival y el VAR. Y ha sido un reto conseguido solventemente.
Y todo esto ha ido llegando con varios cambios en el once titular, incluso con variaciones en el dibujo, sin que el nivel se resintiera, lo que motiva a tener esperanzas en esta mejora general que apreciamos en el equipo, más allá de un nombre u otro, donde el físico y la actitud están teniendo mucho que ver.
Con novedades poco significativas, aunque lógicas, respecto a los últimos partidos, manteniendo la columna vertebral con recambios de plena confianza, se afrontaba el encuentro con la intención de no conceder lo más mínimo. Partido que además servía para ir dando minutos a algunos de los recuperados lesionados, como Llorente, que volvía a la titularidad.
El Madrid se presentó con las mismas premisas. Buena presión y circulaciones largas, fluidas y variadas, aunque nos costó más que en partidos anteriores, ejecutadas de forma más irregular. Se mantuvo la presión, aunque no siempre con el mismo acierto, permitiendo en varias fases del encuentro las contras del Girona, donde encontramos a un gran Varane, providencial en el corte y la anticipación, que se ha marcado un partidazo. También gracias a un Keylor vital en los momentos oportunos, aunque algo inseguro en ocasiones.
No estuvimos igual de frescos que en otros encuentros con el balón, también algo irregulares en este aspecto, lo que propició más contras rivales, aunque se ha contemporizado con cierta solvencia. Los primeros 20 minutos fueron algo disputados y confusos.
Cargamos el juego por la izquierda especialmente, aunque el primer gol pudo llegar por la derecha con un balón que marró Benzema a pocos metros de la portería, encontrado pronta redención, de nuevo por derecha, cuando, como un director de orquesta, se puso a dirigir todo el ataque madridista desde su descenso a mediocampo, distribuyendo y controlando el ritmo, hasta la última aceleración con una pared (maestro Benzema del “toco y me voy”) que culminó con un disparo de sublime calidad desde la frontal con la pierna izquierda.
Perdimos el control del encuentro tras este gol, permitiendo algunos acercamientos gracias al empuje y presión del Gerona, si bien sólo fueron unos minutos, ya que en cuento volvimos a encadenar otra posesión larga, encontramos el segundo gol, otra obra de arte del francés, incapaz de un golpeo vulgar de balón (por eso en ocasiones tarda tanto en armar el disparo), que lo puso, en un disparo cruzado, en el único lugar donde el portero no podía llegar. Una maravilla.
Es de justicia elogiar el trabajo de Llorente, felizmente recuperado de su lesión, dando una exhibición táctica. Todos sus movimientos tácticos son precisos y adecuados, brillantes, que acompañados del físico lo convierten en un baluarte del mediocampo. Parece que se ha reincorporado en plenitud. Si encima, como parece, encontramos en él a un mediocampista con gol, su “fichaje” puede ser glorioso. Él marcó el 1-3 definitivo, donde su arrancada inicial es excelente antes del latigazo de derechas desde la frontal.
Nuestro querido Vinicius sigue decidiendo en la última parte del campo francamente mal, pero siempre ofrece una salida y deja destellos de genialidad, suponiendo un peligro constante para el rival y aire fresco para nuestro ataque.
En la segunda parte el control aumentó, aunque en determinadas fases, al ver la eliminatoria resuelta y con los cambios, hubo alguna desconexión que permitió ciertas ocasiones rivales y su gol. Mejoramos la presión de inicio, sin dar concesiones la rival, perdonando ocasiones muy claras (la de Lucas es para verla) y contemporizando con acierto.
Solari hizo los cambios pensando en dar descanso a algunos titulares (Benzema, Ramos) y para ir dando ritmo a algunos lesionados que han vuelto (Asensio, Bale).
En contraste con la sensacional actitud de Llorente, hay que mencionar la de Asensio, inhibiéndose de todo lo que no sea tener el balón controlado, renunciando a disputas en la que parte con ventaja y con esa apática actitud que escama bastante. Ese lenguaje corporal que se aprecia en la pérdida que provoca, por ejemplo, el gol del Gerona… Un Asensio que ha jugado con libertad en ataque, haciendo de falso 9 en ocasiones.
Al menos, lo que no da Asensio en ese aspecto lo compensa la actitud del mencionado Llorente o Lucas Vázquez, este último desafortunado, como tantas veces, pero que nunca te deja con uno menos.
Hemos disfrutado de un Madrid práctico, en el que parecen afianzarse mecanismos y automatismos en la concepción del estilo, y donde las pequeñas concesiones que se han dado al Gerona sí daban la sensación de tener que ver más con la calculada contemporización regulando esfuerzos ante una eliminatoria resuelta que con otra cosa. Además se nos ve cada vez mejor físicamente, con grandes demostraciones de muchos de nuestros jugadores.
Hemos sido superiores sin necesidad de hacer grandes alardes.
Texto: @MrSambo92
Foto: Realmadrid.com