#CrónicaReal | In-Resurrección (1-0)
Llegaba el Real Madrid a Mendizorroza con las urgencias provocadas por estos últimos resultados inciertos, urgencias provocadas en el equipo blanco mucho antes que al resto de equipos del mundo.
Lopetegui pone en liza un equipo, llamaríamos, muy titular, exceptuando las ausencias de los lesionados Carvajal, Marcelo e Isco, el 11 del entrenador riojano, huele a 11 de gala.
Los primeros 15 minutos el Real Madrid nos regala el juego al que nos acostumbra cuando, sin presiones y sin despistes, juegan a lo que saben, juegan un fútbol rápido, ligero, suelto. Aun con una presión alta del Alavés, el conjunto merengue sale airoso de casi todas las trampas que les ponen los jugadores albiazules, así llega la primera gran ocasión que, a la postre, sería la mejor de todas en la primera mitad. Un disparo ajustado de Dani Ceballos, potente, después de una gran jugada entre Bale y Benzema es repelido por Pacheco.
En esta primera mitad, podemos ver un Real Madrid realizando una presión arriba al Alavés, con Bale y Benzemá bajando a ambas bandas a recibir y con un puñal por banda derecha como Álvaro Odriozola. En 9 minutos, los blancos habían efectuado 5 tiros a puerta, uno clarísimo entre los tres palos.
Después de este comienzo, el juego empezó a embarullarse, una entrada a Ceballos a los 17 minutos, digna de amarilla, no es sancionada por el trencilla ni como falta y a partir de ahí empiezan unos minutos de desconcierto, a la intención del Alavés de venirse arriba, se le suma la llegada de la ansiedad a los jugadores blancos, que dejan de generar fútbol y ocasiones y a coleccionar errores no forzados.
Si hasta ese momento el dueño del balón era el Real Madrid, sin llevar con ello demasiado peligro, a partir del minuto 30, el Alavés regala el balón, y lo que hasta ahora le había intentado luchar al conjunto blanco, el terreno de juego, metiéndose atrás y soltando balones arriba sin ninguna intención de jugarlos.
Llegaríamos al final de la primera mitad con una galopada de Benzemá que se queda en nada y con un Alavés que lo único que le funciona es buscar el error de los cada vez más imprecisos jugadores blancos.
Tras la pausa, Lopetegui dejaría en el banco a Benzemá, buscando aquello de lo que en el primer tiempo estaba adoleciendo el Real Madrid, remate. Y después de un espejismo creado por el Alavés, que pareció querer el balón durante, exactamente, 2 minutos, llegó la primera jugada peligrosa del 7 madridista, la primera… y por desgracia, la última que tendría el dominicano en todo el partido. Varios recortes dentro del área, que quedaron desactivados por, precisamente la excesiva utilización de ese recurso del delantero blanco, terminan la jugada en saque de esquina para el Real Madrid.
Desde la grada de Mendizorroza, ya que su equipo no jugaba a nada, se dedicaron a sacar el tifo tonto de la jornada, algo que pareció dar alas, o vergüenza, a los albicelestes que realizaron el primer tiro a puerta casi a la hora de partido.
A partir de esa hora de partido, llegó el Real Madrid de los últimos encuentros, nervioso, impreciso, pesado, indefenso, un desastre. Los cambios de Asensio por Casemiro (otra vez jugando con fuego Lopetegui) y de Vinicius Jr. por Bale (otra vez lesionado el galés) tampoco le dieron soluciones al Real Madrid, que más que en una crisis goleadora, ya se empieza a vislumbrar una crisis de juego y de identidad preocupante.
El equipo no llega, sus jugadores no son capaces de desarbolar ninguna defensa, no se atreven a regatear a nadie, pero tampoco se atreven a disparar a puerta y así, a parte de ser muy difícil, se hace extremadamente fácil para las defensas contrarias el defender a los madridistas.
Y con el partido en sus minutos finales, el Alavés jugó su única baza, como aquel boxeador fajador, que ha llegado hasta el último asalto ante el campeón del mundo y dice: “Si ahora le cazo un directo, lo mismo le tiro a la lona…”, el Alavés se estiró, logró un par de llegadas, y en la última del partido, nos tiró a la lona.
El Real Madrid pierde su 2º partido consecutivo, pero lo más preocupante es que ha perdido su DNI. Cuando los aficionados creíamos que el Real Madrid volvería por sus fueros y retomaría la senda del triunfo, nos hemos encontrado con un… IN-RESURRECCIÓN…
¡HALA MADRID!
Texto: Pedro González
Foto: AS