Olympiacos BC 84-72 Real Madrid | La realidad atropella al Madrid

REAL MADRID
Derrota del Real Madrid Baloncesto en el primer capitulo de los Playoffs de la Euroliga frente a Olympiacos BC
La diferencia en la pista fue aplastante desde el inicio, sin ni siquiera tener que mantener a sus pesos pesados mucho tiempo en pista. Vezenkov y Fournier marcaron las diferencias en momentos clave, fueron secundados por McKissic y Vildoza brillantes en sus roles y un efectivo Alec Peters que calmó las aguas cuando el Madrid intentaba la épica. Por parte del Real Madrid, Hezonja fue el más constante de los suyos mientras que Llull fue la resistencia en la recta final (16 puntos y 12 valoración, líder del equipo). Chus Mateo frustrado con el arbitraje fue expulsado nada más iniciar el tercer cuarto. El equipo no encontró en ningún momento la manera de hacer daño a los griegos, Tavares se cargó de faltas muy pronto y los demás interiores no pudieron suplirlo.
Mucho por mejorar de cara al viernes ante un equipo que ha dejado claro por qué ha sido el mejor de la temporada regular. Tampoco hizo falta un partido colosal de sus estrellas que si bien estuvieron acertadas y oportunas, también tuvieron tiempo para descansar. La rotación profunda de los del Pireo mantuvo un ritmo inalcanzable para el Madrid.
La primera mitad dejó claras las distancias
El conjunto blanco sufrió un atropello en los primeros minutos. Olympiacos se dio un festín ante una defensa inoperante y rozó los veinte puntos de distancia. Tavares cargado de faltas, los griegos rematando los 2v2 a placer y una diferencia palpable tanto en el marcador como en sensaciones. Mario Hezonja pudo reconducir un rumbo que iba directo al precipicio, con dos acciones propiciadas por activación en defensa el Madrid conseguía salvar los muebles por el momento. El primer cuarto concluyó con un 27-14 que no reflejó del todo la tremenda superioridad griega.
Los de Chus Mateo sostuvieron a Olympiacos por algunos momentos, sobre todo gracias a que Vezenkov y Fournier estaban en el banco. En ataque sin embargo, era otra historia. Apagón total ofensivo, sin noticias de Musa y poca magia de Facu o Llull, lo único que salvaba a los blancos eran los ganchos de Ibaka. Pero el regreso a cancha de las referencias griegas, puso al Madrid de nuevo en su sitio. Otro vendaval imparable que mandaba el choque al descanso con la máxima diferencia del encuentro. “Tenemos que mejorarlo todo, estamos siendo horribles”. Esas eran las palabras de Mario totalmente frustrado con el atropello recibido en la primera mitad. Los griegos doblaron en tiros intentados y más allá de los números, las sensaciones era paupérrimas. La pizarra de Chus era inútil frente a un juego fluido que apenas encontraba resistencia al otro lado de la cancha.
Sin tiempo ni juego para milagros
La frustración del equipo se reflejaba en Chus Mateo. Enfurecido tras varias acciones dudosas del trío arbitral, cayéndole su segunda técnica y abandonando el partido con toda la segunda parte por delante. Con Andrés Feliz en pista el Madrid mejoró el rendimiento defensivo y consiguió puntos fáciles a través de bombas cerca del aro. El dominicano fue acompañado por Hezonja y Llull para reducir la ventaja, aunque la sensación era que los griegos podían recuperar la ventaja si se veían apurados.
El Real Madrid amenazaba con romper la barrera de los diez puntos, pero poco tardaron los de Bartzokas en volver a dar un puñetazo en la mesa con dos tiros consecutivos de Alec Peters. Cuando uno no se puede aferrar a lo baloncestístico, siempre quedará lo místico y en eso nadie lo hace mejor que Llull. El capitán del Madrid encadenaba dos triples que encendían una minimísima chispa de esperanza. Aferrándose a lo imposible, el equipo competía contra el tiempo. El movimiento de balón de Olympiacos encontraba al hombre desmarcado por las rotaciones desesperadas de los blancos en defensa. Peters nuevamente desde la esquina daba la puntilla al primer episodio de la eliminatoria.