#Minuto93 | CSKA vs Real Madrid (Champions League 2018-19)
1- Sequía otoñal: más o menos, unos 320 minutos. Eso es lo que lleva el Real Madrid sin marcar un gol, es decir, más de cinco horas de fútbol sin poner la salsa de este deporte. La estadística, y las sensaciones, comienzan a ser preocupantes.
2- Regalo para Reguilón: una de las pocas buenas noticias. La baja de Marcelo ya le abrió las puertas de la titularidad el pasado sábado, pero Lopetegui entendió que para una cita de la enjundia del derbi era preferible a un jugador de la experiencia de Nacho. A la segunda fue la vencida y Reguilón debutó en partido oficial con el primer equipo del Real Madrid. Otro espejo en el que deben mirarse los chicos de Valdebebas.
3- Ponga un circo: la enfermería del Real Madrid comienza a tener más inquilinos que una playa del Levante en pleno mes de agosto. Lo de Isco fue cuestión de mala suerte (una apendicitis), pero lo de Bale, Marcelo y ahora Carvajal es para tener en cuenta y reflexionar: una plaga de lesiones musculares rara vez responde al infortunio.
4- Otra siesta inicial: casi se cumplía una semana del arrollamiento del Pizjuán, y el Madrid compareció en el Luznhiki dispuesto a hacer otro homenaje. Tras el 1-0 el equipo tuvo el balón pero con una inoperancia que contrastaba con el hambre del equipo moscovita. Pudo ser peor, pero a partir del minuto 17 los de Lopetegui por fin entraron en el partido.
5- Hat-trick: cómo cambian las dinámicas en el fútbol. En la primera jornada de Champions, el Real Madrid dejó una imagen pletórica, la de un equipo repleto de confianza. Ahora, los golpes de los últimos días parecen pasar factura hasta tal punto que, en caso de duda, la tostada siempre cae del lado de la mermelada. Tanto Casemiro como Benzema se toparon con los postes en la primera mitad y el Madrid se fue al descanso en desventaja. Mariano no tuvo mejor suerte en la segunda parte.
6- Quemar las naves: el cambio forzoso de Carvajal no pareció importar demasiado a Lopetegui, que con media hora por delante ya había agotado su cupo de cambios. Eso sí, si la sustitución de Casemiro podía tener cierta lógica, la salida de Lucas Vázquez era cuestionable. El gallego no está en su mejor momento, pero al menos suponía una variante por fuera ante un rival tan cerrado por dentro.
7- El oro de Moscú: la derrota no debería ser obstáculo para que el Real Madrid acabe pasando a octavos de final, pero sí deja una conclusión evidente. Tras el triunfo ante la Roma y teniendo en cuenta el doble enfrentamiento que se viene con el rival, a priori, más débil del grupo, un resultado positivo en el Luznhiki podría haber dejado en mero trámite buena parte de la segunda vuelta de esta liguilla.
8- El pecado de Ceballos: sus buenos minutos en el derbi le valieron para ser titular. Ceballos no fue, ni mucho menos, el culpable de la derrota blanca, pero sí que confirma un detalle que no conviene pasar por alto. En su (excesivo) afán por dar soluciones a los compañeros, retiene el balón, en ocasiones en demasía. Ante un CSKA atrincherado en su área, el partido pedía un movimiento rápido a ambos lados para intentar hallar un hueco en un error a la hora de vascular.
9- Estafa horaria: toda la vida viendo partidos de competiciones europeas en suelo ruso disputándose a media tarde y ahora resulta que sí se puede jugar a las 10 de la noche (hora local). Ni huso horario, ni clima frío. Lo que verdaderamente se necesitaba era una jugosa cantidad de dinero procedente de las televisiones.
10- Males patrios: el partido se jugó en el mismo estadio que el pasado Rusia-España del Mundial. En varios minutos de la segunda parte el encuentro se asemejó en cierto modo a aquel: los locales encerrados y los visitantes sin hacer buenos unos datos escandalosos de posesión.
Texto: Francisco Quirós
Foto: AS