Real Madrid 1-2 Arsenal FC | La lógica impera en el ‘manicomio’
Angel Martinez/Getty Images
Los blancos se erosionan en el intento de rubricar la remontada. La épica, esta vez, causa baja en el Bernabéu
El Real Madrid no se abonó a la mística del Santiago Bernabéu, que fue una caldera desde el inicio. En esta ocasión, el reciente campeón de la Orejona naufragó. Se quedó a años luz de igualar una eliminatoria (1-5 en el global) que se moldeó a favor gunner en el choque de ida. Así las cosas, el Rey de Europa se despide de la pugna por la decimosexta en una campaña cargada de turbulencias. Lo coherente (el aspecto futbolístico) reinó en el ‘manicomio’.
A razón del caldo de cultivo generado desde que sonó el pitido final en el Emirates Stadium, el madridismo militante entrelazó sus fuerzas y, piano piano, fue confiando en la remontada. Algo intrínseco de la afición blanca. Se han obrado tantos milagros que… nunca se puede defenestrar al cuadro de las 15 Copas de Europa. La historia pondera mucho en estos menesteres.
Con un Santiago Bernabéu con una ilusión a borbotones, Carlo Ancelotti apostó por Alaba y Lucas Vázquez en los laterales. Los galones, como siempre, predominan en el modus operandi del técnico italiano. Y arriba, lógicamente, introdujo a los 4 Fantásticos.
Luces, cámara y acción… inmediata. Tal y como quería el coliseo de La Castellana. A golpe de desfibrilador, Mbappé logró guardar en la jaula el primero de la noche. En cambio, el francés se encontraba en fuera de juego. No había lugar a dudas. El Arsenal, pese a recibir ese aviso, empezó a carburar. Poco a poco. Sin verse engullido por los nervios. Así pues, Saka encontró una autopista por su zona (al igual que en Londres la semana pasada), con lo que puso en alerta a Thibaut Courtois en un obús venenoso.
Courtois, mano de santo
Más tarde, el gigante belga echó cloroformo a un lanzamiento desde los once metros del propio Saka, que marró una pena máxima provocada por Asencio. El canterano, dentro del área, derribó a Merino y el colegiado, tras la llamada del VAR, no dudó. Habiendo rozado la hecatombe, el Madrid, transportado en volandas por su parroquia, inició una estampida hacia la portería de David Raya. Ahí, Vinicius y Mbappé quisieron hacer diabluras. Tocaba encender el interruptor en el último tercio, donde se iba a cocinar todo.
Cinco minutos… de revisión de VAR
Cuando el marcador campeaba por el ecuador del primer acto, la polémica irrumpió en Chamartín. Y es que, el trencilla, François Letexier, tardó cinco minutos en declinar un penalti que él mismo señaló en primera instancia. Una situación que vino precedida por una caída de Kylian Mbappé dentro del área. Así que la oportunidad de convertir entre los tres palos quedó en agua de borrajas. En papel mojado.
Fruto de ese varapalo, los ánimos del Rey de Europa se diluyeron como un azucarillo durante un tramo. Aunque, antes del descanso, los pupilos de Carletto magnificaron la lista de llegadas. Una de ellas pasó por las botas del ‘9’ madridista, que chutó desde lejos. En cualquier caso, el peligro, de nuevo, coleó sobre el portero blanco, quien se vio obligado a neutralizar un disparo a quemarropa de Martinelli. No dio tiempo para más. Y el 0-0 reinó en el refrigerio.
El cuerpo pedía algún cambio en la escuadra de casa, pero el preparador de Reggiolo terminó dictaminando lo contrario. Del mismo modo, Mikel Arteta también salió con los mismos once discípulos. Con ellos, a la guerra. Así mismo debió pensar el estratega español. Su Arsenal, aguerrido y animoso, defendía con puño de hierro. No quería dejar ningún resquicio. Además, en lo que a la presión en campo rival se refiera, el conjunto inglés mostraba buenas prestaciones. Al igual que en labores ofensivas.
El Arsenal se adelanta y Vinicius araña
Justo a la hora de envite, Endrick, Ceballos y Fran García saltaron al ruedo. Uno de los que se marchó a la caseta fue Rodrygo, que acababa de acariciar un gol olímpico. Faltó fortuna. Tras ello, Saka consiguió romper el precinto, toda vez que Merino le colocó un balón en bandeja. Un 0-1 que parecía que enterraba de forma definitiva al Real Madrid. No obstante, ipso facto, Vinicius no tiró por la borda el regalo de un Saliba que dormitó a la hora de sacar la pelota desde atrás. Así que el brasileño, al recuperar el esférico -y con todo de cara-, vio puerta.
El Real Madrid muere de pie
Con las tablas en el luminoso, al Arsenal no le tembló el pulso. Comenzó a dormitar el asunto. Encima, Mbappé abandonó el verde aquejado del tobillo. Ancelotti, exprimiendo la ventana de sustituciones, situó en la palestra a Modric y Brahim. Todavía más carne al asador para quemar todas las naves. De todas formas, el Madrid intentó sin éxito la remontada. La cuesta estaba demasiado empedrada. En Londres se fraguó todo. Para más inri, Martinelli facturó el 1-2 en la última jugada.
Ficha técnica
XI del Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Fran García, 60′), Asencio (Modric, 74′), Rüdiger, Alaba (Ceballos, 60′); Tchouaméni, Valverde, Bellingham; Rodrygo (Endrick, 60′), Vinicius y Mbappé (Brahim, 74′).
XI del Arsenal: Raya; Timber (Zinchenko, 94′), Saliba, Kiwior, Lewis-Skelly; Partey, Rice (Tierney, 94′); Odegaard, Saka (Trossard, 76′), Martinelli (Ben White, 94′) y Merino.
Tarjetas: Alaba (amarilla, 4′), Asencio (amarilla, 10’), Raya (amarilla, 35′), Rüdiger (amarilla, 84′) y Partey (amarilla, 84′).
Goles: Saka (65′), Vinicius (66′) y Martinelli (90+2′).
