Rodolfo Landeros: “La ética y credibilidad es lo más importante del periodista”
Rodolfo Landeros es uno de los rostros más visibles de Univisión, cadena de televisión mexicana. Periodista polifacético donde los haya, Rodolfo es además un reconocido madridista, sintiendo admiración por el club blanco desde que Hugo Sánchez perforase las redes rivales con la zamarra blanca. Hoy nos acercamos al periodismo deportivo que se hace fuera de nuestras fronteras, para conocer de primera mano qué sensaciones despierta el Real Madrid al otro lado del charco de la mano de nuestro protagonista.
MR: Como suele ser protocolario en este tipo de entrevistas, toca empezar por el origen, por el inicio de todo. ¿Cuándo es consciente Rodolfo Landeros de que quiere dedicarse a informar, y más en concreto, a la vertiente deportiva de la información?
R.L: Justamente lo decidí cuando estaba realizando mis estudios de intercambio (erasmus) en la Universidad Complutense de Madrid en 2008. Yo estaba a la mitad de mi carrera (Ciencias de la Comunicación) y me inclinaba hacia el cine. Religiosamente asistí cada 15 días al Santiago Bernabéu y celebré aquella victoria en el Reyno de Navarra que le otorgó el campeonato número 30. Después de la celebración en Cibeles, un primo me comentó que celebrarían en un popular centro nocturno de la capital así que allá nos dirigimos un par de amigos y yo.
La primera persona que vi al entrar fue Ruud van Nistelrooy y me quedé petrificado. Simplemente no lo podía creer. A la postre tuve la oportunidad de retratarme con Casillas, Robben, Sneijder y compañía. El único que no quiso fue Heinze. En fin… Allí me dije, qué maravilla los que tienen la oportunidad de estar pegados al futbol de esta manera y despertó mi interés por el periodismo deportivo. En mi familia hubo locutor, periodista y presentadora de noticias (mi madre) y combiné dos pasiones: el deporte y el cine, buscando contar historias a través de reportajes.
MR: Suele decirse, no sólo en el fútbol, sino en la práctica totalidad de aspectos de la vida, que lo difícil una vez se llega a alcanzar el objetivo, no es haberlo alcanzado, que lo realmente difícil es mantenerser. ¿Qué hace usted para mantenerse día a día con motivación y arrestos para hacer un trabajo mejor que el del día anterior?
R.L: No tengo techo. Cada día me despierto con el hambre de ser el mejor. A diario se aprende algo nuevo.
MR: Muchos aficionados en España achacan a la prensa deportiva su conversión de prensa que informa a prensa que opina. ¿Se tiene esta percepción también en México? ¿Cree usted que es peligroso olvidarse de informar antes que olvidarse de opinar?
R.L: Es muy importante informarse antes de opinar. La ética y credibilidad es lo más importante del periodista y existe una línea muy delgada, en ese sentido. Evidentemente existen ambos géneros que permiten, o redactar una nota informativa, o bien, una columna donde se puede editorializar.
MR: La prensa española futbolera suele tener al Real Madrid como gran fuente de información, y no siempre en términos amables. Desde la distancia, y con la perspectiva que da el amor hacia el club blanco, ¿qué opinión le merece este tipo de trato al Real?
R.L: El equipo más laureado siempre tendrá encima todos los reflectores, para bien o para mal. Las situaciones, circunstancias, declaraciones, jugadas, un mal arbitraje, siempre se va a magnificar cuando se hable del Real Madrid. Es, digamos, el precio de la grandeza.
MR: Acercándonos a su experiencia in situ, ¿hasta qué punto está extendido el madridismo, el sentimiento madridista, en Latinoamérica?
R.L: Me parece que a todos los rincones. Generalmente si le preguntas a un mexicano, un colombiano, venezolano, estadounidense, etc. tiene a su equipo local además del Real Madrid y el Barcelona. A esa magnitud puede llegar este fenómeno internacional.
MR: ¿Y en usted? ¿En qué momento nace la admiración de Rodolfo Landeros por el Real Madrid, y qué jugador lo motivó?
R.L: Por Hugo Sánchez. Como mexicano, es el futbolista que más he admirado por sus logros y golazos que marcaba con el conjunto merengue. Me regalaban su uniforme y no dejaba de ver las repeticiones de los goles de chilena en el televisor. Era amor a primera vista.
MR: Antes hablábamos del periodismo opinador antes que el informador, pero toca preguntarle: ¿qué opinión le está mereciendo el Real Madrid de Zidane?
R.L: Es impresionante lo que ha logrado ‘Zizou’. Desde la obtención de ‘La Undécima’ hasta el récord de invicto que mantuvo por 40 partidos. Regresó al Primer Equipo en un momento crítico donde el equipo no caminaba de la mano de Rafa Benítez y afortunadamente pudo revertir los resultados a trofeos en las vitrinas del Bernabéu. Desde acá se logra palpar una muy buena relación con los jugadores, entendiendo al propio futbolista. Es leyenda como jugador, auxiliar y entrenador. Esperemos que siga triunfando por mucho tiempo.
MR: Marco Asensio, Jesús Vallejo, Martin Odegaard, Sergio Díaz, Federico Valverde, Mariano Díaz… ¿Se está trabajando en las categorías del club blanco mejor que en otros conjuntos para asegurar un futuro sin necesidad de realizar dispendios exagerados?
R.L: Así parece… Hace mucho no recuerdo que se tuviera en cuenta a tantos jugadores de La Fábrica como ahora. Claro que ayuda que Zidane los conoce del Castilla, pero esto le da mucha mayor confianza a los jóvenes que antes no tenían. Seguramente el Madrid seguirá fichando con cantidades exorbitantes, pero es notorio que existe talento en el equipo en sus divisiones inferiores. Lo único que necesitan es confianza y oportunidades. Y es exactamente lo que Zinedine está haciendo.
MR: Para terminar, cuéntenos: ¿cuál ha sido el momento más especial que ha vivido con el Real Madrid como protagonista?
R.L: Desde lejos, ‘La Décima’. En vivo, en aquella etapa de estudios en Madrid, me tocó vivir el ‘pasillo’ que le hizo el Barcelona en el Templo de los Dioses, como me gusta llamarle al Bernabéu. No hay mayor satisfacción que el rival te reconozca como de esta manera… Y lo mejor de todo fue el resultado minutos despúes. Una goleada de 4-1 donde Raúl, el ‘Pipita’, Robben y van Nistelrooy se despacharon con la cuchara grande.