#LaBoticaMadridista | Camino al Wanda
El pasado jueves se celebró en Mónaco la gala de la UEFA, que servía para entregar los premios a los mejores jugadores de la temporada pasada y a su vez daba el pistoletazo de salida para la próxima edición de la Champions League. Como si de una final se tratase, el capitán Sergio Ramos se bajaba del avión con sus ya míticas gafas de sol. Estaba claro que también íbamos a dominar aquella tarde. Flanqueado por Modric y Keylor Navas, los tres jugadores se montaron en un helicóptero que los llevaría directamente al hotel, y desde el que pudieron observar las bellas imágenes que nos deja el Principado.
Ya en la gala, el sorteo de los diferentes grupos se iba alternando con la entrega de los galardones. Primera bola, la Roma. Rival asequible dentro de los que se podían dar de ese bombo, y una sonrisa pícara dibujaba la cara de todos los madridistas. El equipo que eliminó al Barça la temporada pasada, visitaría el Bernabéu en la primera jornada de la Champions. Por supuesto, en cuestión de segundos habían pasado de ser unos gladiadores, a un imperio derrotado lleno de jugadores con sobrepeso. Acto seguido se entregaba el premio al mejor portero. Ahí Keylor se hizo con la victoria y obtenía por fin la recompensa a sus tres Champions consecutivas.
Los grupos se iban formando; los representantes de los equipos sonreían o ponían cara de póker en función de los rivales que le iban cayendo. El segundo rival del Madrid era el CSKA. Todo indicaba que el sorteo, esta vez sí (y no siempre como asegura algún ex jugador), iba a ser amable con el Madrid, en consonancia con lo que estaba siendo esa tarde. El siguiente premio era el de mejor defensa, que no había duda que recaería en un jugador blanco, puesto que los tres nominados eran Ramos, Varane y Marcelo. El capitán fue esta vez el que se llevó el gato al agua. El siguiente sería para el croata Luka Modric, que se alzaba con el de mejor centrocampista y posteriormente con el de mejor jugador, coronando así su excelsa temporada en la que consiguió su tercera Champions consecutiva y jugaba la final del Mundial.
Kaká seguía sacando bolas y leyendo rivales; el sorteo veía su final. El último equipo que se enfrentaría al Real Madrid sería el Viktoria Plzen. La copa de Europa siempre hay que jugarla a tope y no dando nada por hecho, no hay más que ver qué ocurrió la temporada con el vecino de en frente, pero viendo los antecedentes de otros años, no podemos hablar de mala suerte.
Previamente, Cristiano Ronaldo había conseguido el premio a mejor delantero, aunque el portugués, en un gesto que dio y seguirá dando que hablar, no acudió a recoger el trofeo. Con este premio, se completaba el pleno del Real Madrid, ya que aunque Ronaldo ha abandonado la disciplina blanca, dicho galardón lo obtuvo jugando en las filas del Madrid y gracias a sus quince goles en la pasada Champions.
Como colofón al acto de la UEFA, la foto de familia con todos los premiados, rodeados además por Florentino, que veía cómo su obra se veía recompensada. Y como esto no da tregua, ya sólo toca pensar en la próxima Champions. Va a ser un reto dificilísimo, si ya lo era ganar dos e incluso tres seguidas, ganar una cuarta se antoja como algo titánico. Pero este equipo ya ha demostrado que si alguien es capaz de destrozar esos muros, son ellos. Sólo queda sentarse delante del televisor y disfrutar. El Wanda espera impaciente al futuro campeón.
Texto: José Valenzuela
Foto: El Español