#BlancoYEnBotella | Culpables por existir
El enorme fiasco sufrido por España en el último Mundial, a cuenta de la prematura eliminación del “combinado autonómico” el pasado domingo a manos de Rusia en octavos de final, ya tiene culpable para gran parte de la prensa y del stablishment federativo y no es otro que el Real Madrid y su presidente, Florentino Pérez.
Sí, ahora resulta que la delirante decisión de echar a Julen Lopetegui a tan solo 48 horas del inicio del campeonato no ha tenido nada que ver. Quizás ha debido ser el Presidente del Real Madrid el que pateó alguno de los dos penaltis que se fallaron en la dramática tanda de octavos de final y que nos mandaron para casa.
¿Por qué eligió a Lopetegui, Sr. Real Madrid?
Es realmente asombrosa la capacidad innata de esta gente de la Prensa del Régimen para inventar noticias, fichajes “bomba” e historias para no dormir en el vestuario blanco. Sin embargo, resulta aún más asombrosa su capacidad para tergiversar la realidad y presentarnos otra, completamente diferente en la que los hechos se acomodan a su voluntad para ajustarse a su discurso, generalmente contrario al Real Madrid.
Así pues, esta misma Prensa que apenas una semana antes del Mundial nos vendía a todos que la Selección de Lopetegui era la octava maravilla del mundo, la mejor plantilla de las 32 que fueron a Rusia y la más completa, apenas 72 horas después de la eliminación nos vende ahora que no éramos para tanto y que, aunque no lo dijeron, ya vieron síntomas de agotamiento y falta de forma en alguna de sus estrellas.
De hecho, para esta panda de indigentes intelectuales daba igual si estaba Julen Lopetegui, Fernando Hierro o el mismísmo Pato Donald, que el desastre iba a producirse de todas formas porque el equipo español ya no daba para más.
Pero lo más abracadabrante -e indignante- de todo esto ha sido la búsqueda de un culpable y, en vez de dirigir sus cañones hacia el verdadero culpable, que no es otro que el infausto Luis Rubiales, la Prensa Nacional del Movimiento ha decidido que los auténticos responsables finales de todo este desaguisado han sido Florentino Pérez y el Real Madrid, que osaron “dinamita”r la sacrosanta pax romana de la Roja.
Porque, a ver, con todo lo que había en el mercado, ¿a quién se le ocurre poner sus ojos en el seleccionador nacional para ocupar el puesto de entrenador del club blanco para la próxima temporada, estando gente tan preparada como Paco Jémez, Quique Sánchez Flores o Juanma Lillo? Incluso Míchel, que pase lo que pase, nunca dejará de sonar. O hasta Guti, que se ha tenido que ir a Turquía a seguir aprendiendo.
Manda huevos que, habiendo en el paro gente tan preparada como Angel Cappa o Jorge D’Alessandro, que nos están iluminando con sus vastos conocimientos fubtolísticos a todo el orbe desde sus púlpitos mediáticos… y el Real Madrid no tiene otra cosa mejor que fijarse en Julen Lopetegui.
“Nuestro” Julen. El conducator de la mal llamada Roja, que nos iba a llevar de la mano del tikitaka a lograr para el Estado Español (que no España) nuestra segunda estrella…
Convertir lo corriente en excepcional para criminalizar al Real Madrid
Pero no, el maldito Florentino Pérez tuvo que fijarse en el seleccionador nacional. Y aquel movimiento, de haberlo realizado el Iliturgi, la Gimnástica de Colmenarejo o incluso el mismísimo Bayern de Munich, habría sido alabado por la prensa, fue tomado como un gesto hostil, un delito de lesa patria y un acto de traición intolerable. Pero fue el Real Madrid y eso es algo imperdonable que el club y el propio Lopetegui van a pagar con sangre. Y a fe que ya lo están haciendo…
Así pues, el fichaje de Julen ha sido interpretado por la Prensa Nostra como una auténtica declaración de guerra a España en toda regla.
En primer lugar, por parte del Real Madrid por meter sus “zarpas” en ese maravilloso remanso de paz que iba a ganar el Mundial sin bajarse del autobús. Pero también por parte de Julen Lopetegui, por aceptar una oferta profesional que supondría un salto cualitativo en su carrera como entrenador.
Debe ser que a esta gente nunca habría aceptado un cambio que supusiese una mejora en sus carreras profesionales como periodistas, aunque este cambio fuese para la próxima temporada, por más que me conste que varios de ellos han cambiado recientemente de emisora aun teniendo contratos en vigor con otra. Ya se sabe, eso tan español de “haz lo que yo te diga pero no lo que te haga”.
A esta gente les ha dado igual que infinidad de jugadores y seleccionadores hayan cambiado de aires durante o en vísperas de un Mundial. Y sin que sus resultados deportivos se hayan visto afectados lo más mínimo.
No, se puso en duda la profesionalidad de Lopetegui, haciéndonos creer que de haber seguido en el cargo no habría tenido los cinco sentidos en el Mundial. El pretexto, tan absurdo y peregrino de que la Prensa le habría asaeteado a preguntas sobre el Real Madrid en vez de preguntarle sobre España. Vamos, un disparate total.
Pero no, les ha dado igual. A pesar de que la historia está trufada de casos similares. El más reciente, Italia en la Eurocopa 2016, cuando su seleccionador, Antonio Conte anunció antes del campeonato que fichaba por el Chelsea y su selección cayó en cuartos ante Alemania, dejando en la cuneta a España, por cierto. O Louis Van Gaal, que llevó a Holanda hasta las semifinales del Mundial 2014 a pesar de que había confirmado su fichaje por el Manchester United.
Incluso el propio tercer portero de España, Pepe Reina, ha estado negociando durante el Mundial con el Milan su fichaje por el club rossonero y se ha hecho público horas después de la eliminación de España. ¿Signficaba pues que Reina no estaba centrado en su preparación, especialmente cuando De Gea estaba en entredicho y podría haber disfrutado de minutos como titular?
El Real Madrid, el “pimpampum” oficial de la Prensa
Pues bien, y sin querer entrar en el chusco y sobre todo esperpéntico espectáculo montado por Rubiales, en comandita con la Prensa (ojo, no nos olvidemos de esto), ni tampoco en el cambio en el texto del comunicado inicial de la RFEF (sustituido con nocturnidad por su jefa de prensa) y la rocambolesca destitución de Lopetegui, desde un primer momento, la culpa de un hipotético fracaso español en el Mundial ya tenía, pues, nombre y apellidos: Florentino Pérez y Julen Lopetegui.
Y así ha sido. A pesar de los múltiples fiascos y desengaños históricamente sufridos no ya en el fútbol sino en otros deportes a cuenta de un mal entendido chauvinismo de la prensa, que nos ha llevado sistemáticamente a menospreciar a nuestros rivales y a presentarnos como favoritos de todo, se volvió a vender que España arrasaría en el Mundial.
Sin embargo, a diferencia de otros años en que las hipotecas que la Prensa mantenía con la RFEF y algunos de los jugadores de la selección, los rifles ya estaban apuntando a la planta noble del Estadio Santiago Bernabéu desde el mismo momento en que se anunció el fichaje de Lopetegui por el Real Madrid un infausto 12 de junio por la tarde.
El infame cónclave entre la Prensa y Rubiales, confirmado por el propio Presidente de la RFEF, que supuso la compra efectiva de la protección de la Mafia de Prensa Nostra, sentó las bases para que, pasase lo que pasase, la figura del citado Rubiales no saliese perjudicada en absoluto de todo esto.
Una jugada maestra, ya que si ganaba España el Mundial, el despido de Lopetegui habría sido un golpe en la mesa por parte de la presidencia de la RFEF, que habría antepuesto los “valores” de la Federación a los millones y el imperialismo del Real Madrid. De esta forma, su figura como Presidente saldría reforzada.
Por el contrario, si España quedaba eliminada antes de tiempo, la culpa sería del Real Madrid por hacer saltar por los aires el staff técnico y dejar “en canicas” al equipo. Vamos, un Win-Win de libro…
El problema para Rubiales es que, a pesar de ponerle a la Prensa en bandeja de plata la cabeza de Julen Lopetegui y dales mando en plaza total con el títere de Hierro filtrando las alineaciones casi 24 horas antes de cada partido, aún ha habido algún medio que le ha criticado y ha pedido su cabeza.
Pero no me cabe duda que eso es algo que se arreglará, como ya hizo en su día Villar, se “engrasará” debidamente la maquinaria. Que no se respire miseria y así nadie volverá a criticar a Rubiales. Y mientras tanto, leña al Real Madrid y a su presidente. Leña al mono hasta que cante…
Así pues, de momento, Florentino y Lopetegui se han convertido en el pimpampum de la Prensa, lo que unido al papelón que le ha obligado a hacer a Rubiales, ha puesto al Real Madrid a los pies de los caballos, tanto de la RFEF como de la propia prensa, que ya está aprovechando el batacazo de España para incrementar su campaña de antimadridismo en España.
La indecencia de Marca y Roberto Palomar
Conforme a lo analizado, era de prever que, desde que Aspas estrellaba el balón contra el pie de Akinféev y España quedaba eliminada del Mundial, muchos medios ya empezaron a despellejar al Real Madrid y a su Presidente.
Y que lo hagan medios como el valenciano Superdeporte, insignificante en ventas y de probado rancio y casposo antimadridismo, me lo esperaba. Es más no me sorprende en absoluto. Pero que lo haga un medio como Marca, al que aún y pese a lo que ha llovido desde hace años contra el Real Madrid, algunos siguen considerando como medio madridista, he de reconocer que me ha dejado sin palabras.
No tanto porque me haya sorprendido por la crítica al club. Entre otras cosas porque de todos es sabida su línea editorial, a pesar de alguna portada más o menos de apoyo al Real Madrid.
Lo que me ha sorprendido realmente ha sido la dureza en los términos y lo beligerante del contenido de un artículo en el que Roberto Palomar, uno de los factótums de su línea pastoral, se ha despachado a gusto contra Florentino Pérez y el propio Lopetegui.
Un artículo en el que Palomar, además de culpabilizar casi en exclusiva al Presidente del Real Madrid y su entrenador de la debacle española en Rusa, se atrevió a insultarles, llamándoles “cuatrero” y “traidor”, respectivamente. Unos insultos que, dicho sea de paso, espero y deseo tenga consecuencias en la relación entre la Casa Blanca y el diario dirigido por Juancho Gallardo.
Así que, mucho me temo que si la pasada campaña la persecución federativa fue feroz, mucho me temo que la de este año va a dejar en pañales a la del anterior.
Y que Rubiales, del que no hace mucho escribía en Meritocracia Blanca que había que conceder los típicos 100 días de gracia para analizar su gestión, va a tratar de machacar al Real Madrid y así continuar con el chantaje de la Prensa y que ésta le siga perdonando la vida, al menos de momento, y seguir de Presidente al menos hasta la Eurocopa de 2020.
Idos preparando, porque este año se me antoja que va a ser movidito y acabaremos echando de menos a Villar y a su sicario arbitral, Sánchez Ariminio.
Texto: @diegojmontero
Foto de portada: ElPeriódico