La semana grande de Kylian Mbappé
David Ramos/Getty Images
Después de vivir ‘in situ’ la remontada europea, el francés cuenta las horas para jugar su primer Clásico
El martes pasado, en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid volvió por sus fueros. Día de Champions, rival de tronío enfrente y… remontada épica. La mística blanca, esa que ya se ha convertido en algo asiduo por la capital de España y que, además, es un integrante más de la familia, se llevó por delante al Borussia Dortmund. Uno de los más anonadados por lo ocurrido tras el pitido final fue Kylian Mbappé, que a pesar de que no vio puerta, por fin tachó un sueño de la lista de deseos: vivir una noche triunfal del Madrid en competición europea.
Kylian, el niño de Bondy que soñaba con recalar en el club madridista, presenció la magia de un Bernabéu que entró en ebullición. Esta vez… en primera persona y bajo la zamarra merengue. Para que los de Carlo Ancelotti dieran la vuelta al marcador en apenas 33 minutos, el ex del PSG también tuvo que meter la quinta marcha. Así las cosas, la primera piedra la puso él cuando corría el 60′ de envite: se buscó el espacio, oteó el horizonte con sangre fría y, al final, de sus pies salió un centro musical que remachó Rüdiger. Asistencia académica.
Aunque, como Vinicius, mediante su ‘hat trick’, decidió escribir una página de oro en los libros de historia del Real Madrid, la participación de Mbappé quedó, en cierto modo, eclipsada. En agua de borrajas. Normal. Cosas que pasan cuando por la zona ofensiva blanca campa a sus anchas el próximo Balón de Oro (Vini Jr. lo recibirá el próximo lunes, 28 de octubre, en París).
Proeza blanca
En todo caso, el francés se marchó a casa con una sonrisa de oreja a oreja después de ver de cerca la proeza lograda. Hasta hace no tanto, solo lo podía observar detrás de la pantalla, en el sofá de su casa, relamiéndose las heridas por no aterrizar antes en Chamartín. Por eso mismo, este año escogió el camino victorioso del Madrid, en detrimento del Paris Saint-Germain, equipo con el que saboreó varios batacazos en Champions. Más penas que glorias.
Con el 5-2 frente el Dortmund grabado para la eternidad en sus entrañas, Kylian Mbappé ya piensa en su primer Clásico (sábado, 21.00 horas, DAZN). Llega con la velocidad de crucero, no en cuanto a regularidad durante los 90 minutos, pero sí en goles. En colmillo y tino. Lo que realmente interesa. De hecho, ya acumula ocho dianas y dos asistencias. Es su semana grande y, obviamente, quiere cerrarla con una ‘masterclass’ frente al FC Barcelona, conjunto al que ha desarbolado varias veces en los últimos tiempos.
