Antonio Rüdiger, ADN Real Madrid
David Ramos/Getty Images
Rüdiger anotó el primer gol de la remontada ante el Dortmund y fue el encargado de incendiar al Bernabéu. Su carisma, su liderazgo y su carácter, clave en el conjunto de Carlo Ancelotti
Los focos de la espectacular remontada del Real Madrid ante el Borussia Dortmund se los llevó Vinicius. Por su hat trick, por su exhibición memorable en la segunda mitad y por cómo levantó al público con cada acción de ataque, cada córner o cada saque de banda. Pero, si hay un nombre que también hay que tener muy presente es el de Antonio Rüdiger. El de Sierra Leona incendió al Bernabéu con su espectacular remate de cabeza, a lo Sergio Ramos, para dar inicio a una remontada que pasará a la historia de la presente Champions y del Real Madrid.
El encuentro de Rüdiger fue de menos a más, como el del equipo. En la primer mitad, la defensa del conjunto merengue se vio débil, frágil, acorralada por cada acometida del Dortmund, y sin saber muy bien qué hacer. Pasada la media hora, el electrónico del Santiago Bernabéu lucía un 0-2 sonrojante a la par que inesperado, por cómo se había producido. Prueba de ello son los pitos que el Madrid se llevó al descanso, pero que le sirvieron para reencontrarse con la afición de nuevo y con una enésima épica en Chamartín.
Emergió la figura de Rüdiger y con ella, la del campeón. Bastaron un par de acercamientos sobre la portería de Kobel para dar esa sensación de adrenalina al público y hacer creer que la remontada era posible. Rüdiger, que viene de una familia humilde y en 2021 cumplía el sueño de jugar en el Real Madrid, se ha convertido en uno de los futbolistas más queridos por la afición. Sus locuras, sus bailes y su manera de ser ha hecho también que sea uno de los nexos más fuertes en el vestuario.
Sobre el campo, inigualable: un líder de los pies a la cabeza. Y de su cabeza llegó el tanto que ansiaba con deseo el Bernabéu. Centro exquisito de Mbappé para que el alemán, que ya jugó los instantes finales de ‘9’ en Lille, remachara con fuerza y con potencia un cabezazo inapelable. Era el 1-2, pero el Madrid ya había ganado el encuentro. Lo sabían los jugadores, Ancelotti e incluso el Dortmund, que se quedaron en shock tras el gol. Porque Rüdiger también lo sabía mientras lo celebraba con rabia con la grada. ADN Real Madrid.
