#OpiniónReal | Presente y recuerdos: Madrid – Casimiro
Hace 20 años exactos el Real Madrid dirigido por el añorado Tirso Lorente, se enfrentaba al sorprendente TDK Manresa en semifinales. Los manresanos habían derrotado en cuartos al Estudiantes. A priori, el Madrid de Alberto Herreros y Alberto Angulo eran favoritos.
Había sido una temporada muy convulsa. Un vestuario dividido. Miguel Ángel Martín sufrió la humillación pública de Mike Smith, cuando en la cancha del León se negó a salir a la cancha cuando se lo demandó el técnico. Arlauckas se burló de la situación. Al enterarse Lorenzo Sanz tomó medidas drásticas. Arlauckas, Mike Smith y Miguel Ángel Martín dejarían el club de inmediato.
Pablo Laso había comenzado la temporada, pero se confiaba en la explosión de Lucas Victoriano. Así que Manel Comas reclamó al vitoriano para que ayudara en la salvación del CB Cáceres. Lo lograron.
Aquel Madrid disputó las semifinales con el TDK Manresa. Desde mi subjetividad he querido encontrar alguna similitud con el emparejamiento entre el Madrid actual y el Herbalife. El entrenador era el mismo, Luis Casimiro. El base del Manresa y del Herbalife comparten el valor de la veteranía: Joan Creus-Albert Oliver. Y ambos equipos se metieron en semifinales después de una prórroga donde demostraron su dureza mental. El Manresa ganando al Estudiantes en el último partido de Rafa Vecina. El Herbalife después de derrotar al Valencia, el último campeón.
¿Dónde reside la diferencia? En la altura actual del Madrid. En los dos primeros partidos el Herbalife ha constatado que se encuentra en un gran momento de forma. Mekel o Eriksson tienen una gran facilidad para anotar. Han tenido fases de mucho acierto, pero se han encontrado con el músculo del Madrid.
Hace 20 años el club estaba tan limitado en lo económico, que tras rescindir a Arlauckas o Smith no se acometieron grandes fichajes. Se acabó la temporada con Bodiroga, Boby Martin y Victoriano como tripleta de foráneos. Paul Rogers, un australiano, y Van Rijn, inédito, ponían la nota comunitaria en la plantilla.
Bodiroga era el líder. Un extraordinario jugador, pero sin las facultades de Doncic. A veces se les compara, porque ambos manejan el balón con soltura pese a su estatura. Sin embargo, Doncic juega mucho mejor sin balón, es más rápido y explosivo, es un mejor defensor, tiene más potencia y salto y, lo más importante, su carácter es más balcánico.
Ayer contagia al público después de repeler una embestida voluntaria de Pablo Aguilar. Le advierte. Le toma la matrícula. Evoca a Petrovic en ello. Le desquicia a Aguilar que estaba acertado. Le echa al público encima. Esa reacción también suma. Quizá faltó algo de eso para frenar el acierto del TDK Manresa hace 20 años.
Por suerte, la sección de baloncesto del Real Madrid ha cambiado mucho desde entonces. No hay motines en el vestuario y los jugadores que integran la plantilla son de indudable nivel.
Texto: @DBenavidesMReal
Fotos: MARCA