El Mundial de Clubes, un polvorín a punto de explotar
Michael Steele/Getty Images
La venta de los derechos televisivos del Mundial de Clubes, que de momento no ha cristalizado, trae de cabeza a la FIFA
El máximo organismo en el mundo del fútbol trabaja a marchas forzadas. A contrarreloj. El nuevo Mundial de Clubes, que ha sufrido una mutación bárbara, tiene fecha fijada para este próximo verano (del 15 de junio al 13 de julio, en Estados Unidos). Pero, por el momento, tal y como ha informado Gazzetta dello Sport, la venta de los derechos televisivos en América, Asia y Oriente Medio no ha llegado a buen puerto. Así las cosas, la celebración del torneo corre un serio peligro.
A falta de unos meses para que eche a rodar la pelota en tierras americanas, existen más dudas que certezas. Demasiadas incógnitas. En algunos asuntos, no es más que un lienzo en blanco. Sin ir más lejos, las sedes aún no están decididas. Pese a que se han barajado varias (Atlanta, Orlando, Miami…), todavía no han traspasado el filtro definitivo, la oficialidad. Y el tiempo apremia más que nunca.
El hecho de no haber fructificado la venta de los derechos televisivos causa estragos en la FIFA. Básicamente porque sin patrocinios, el pilar fundamental, el dinero, se derrumba el castillo. A tenor de lo acaecido hasta ahora, Infantino se ha visto obligado a convocar una reunión de máxima urgencia con las principales televisiones del mundo.
Todo, en pos de desencallar la situación y poder ‘hacer caja’. Uno de los clavos a los que se agarra el máximo organismo, para sacar adelante la competición, no es otro que Arabia Saudí, país que albergará la Copa del Mundo de 2034.
Pintan bastos
Sin músculo económico en las arcas y con el mundo del fútbol enfurecido por la ampliación de un calendario que trae consigo una cantidad ingente de partidos, el Mundial de Clubes vive un momento convulso. Un torneo continental que ha pasado de ocho a treinta y dos equipos, que se dará cita cada cuatro años, y que se extenderá durante más de un mes. De hecho, los conjuntos que lleguen a la final culminarán la temporada a mitad de julio.
Ante tal panorama, Carlo Ancelotti, una de las voces futbolísticas más autorizadas a nivel mundial, fue claro hace unos meses: «La FIFA se olvida, los jugadores y los clubes no participarán en ese torneo. Un solo partido del Real Madrid vale 20 millones y la FIFA nos quiere dar esa cantidad para toda la copa. Negativo. Al igual que nosotros, otros clubes rechazarán la invitación«.
Ancelotti quita hierro al asunto
Sin embargo, en cuestión horas, el técnico italiano rectificó y aludió que «en mi entrevista con Il Giornale, mis palabras acerca del Mundial de Clubes de la FIFA no han sido interpretadas de la manera que yo pretendía. Nada más lejos de mi interés que rechazar la posibilidad de disputar un torneo que considero que puede ser una gran oportunidad para seguir peleando por grandes títulos con el Real Madrid». El propio club blanco emitió un comunicado en el que confirmaba que en ningún momento había puesto en duda su participación.
A la crítica de Carletto, pese a que lograra calmar las aguas, se han ido uniendo figuras destacadas: Rodri («es algo que nos preocupa porque somos los que sufren»), Guardiola («el negocio del fútbol puede no tener entrenador, directores deportivos, la prensa, ni dueños, pero sin jugadores no se puede jugar«) e incluso Fifpro (“los futbolistas y los sindicatos consideran que la nueva Copa Mundial de Clubes de la Fifa representa un punto de inflexión”). Pintan bastos con el Mundial de Clubes.