Crónica Real | De la siesta a la fiesta (3-1)
David Ramos/Getty Images
El Real Madrid salva los tres puntos mediante dos tantos postreros en el estreno de la nueva Champions
Mbappé ya pica (y marca) en Champions, Courtois sigue firmando actuaciones celestiales y… la mística del Santiago Bernabéu en las noches europeas continúa en primera línea de batalla. Al Madrid le costó doblegar a un Stuttgart combativo que encajó los dos tantos definitorios en los últimos compases. No levantó la bandera blanca y cerca estuvo de puntuar en la capital de España.
Finiquitada la escaramuza de lesiones, Carlo Ancelotti, ya más descongestionado, colocó en liza a sus hombres punteros. Nada de guardar la ropa, y menos en el día de adopción de la nueva UEFA Champions League, competición que ha sufrido una metamorfosis desde que el Real Madrid alzó al cielo de Londres la Decimoquinta ‘Orejona’. Con la ‘BMV’ como plato fuerte de la noche, el técnico italiano dio rienda suelta a Tchouaméni, como ancla, y Lucas Vázquez, en su hábitat natural. Un movimiento de cartas que instaló a Carvajal en el eje de la zaga.
Todo para hacer frente a un VfB Stuttgart renacido por estos lares (llevaba una década sin pisar por Europa). Sebastian Hoeneß, que sacó al equipo del ostracismo, y después de rubricar un año formidable en la Bundesliga, visitó, al igual que el club alemán, por vez primera el Santiago Bernabéu. No estuvieron solos, puesto que 4.000 teutones se dieron cita en el último anfiteatro del Coliseo de la Castellana.
Sesteo blanco
Colmillo arriba y acérrimo al arte de la posesión. Así se resume la filosofía de un Stuttgart que anda en horas bajas en liga, pero que se metió hasta la cocina nada más sonar el silbato de Umut Meler. Sin anestesia alguna, el cuadro foráneo inició una estampida hacia delante letal. Tras una concatenación de disparos tibios, un tanto mezquinos, Millot tiró por la borda un mano a mano ante Courtois, que se empleó a fondo. A renglón seguido… pecó Stiller. Misma tesitura: chut a bocajarro, parada heroica del belga. Mano de santo. El pan de todos los días.
El Madrid, desdibujado y taciturno, culminó el sesteo mediante Mbappé. Ya se había cumplido el ecuador del primer acto. El ex del PSG, en su estreno en Champions con la elástica capitalina, se sacó de la chistera un latigazo cruzado con visos de gol. Aunque Nübel repeliera la pelota, se mascaba un crecimiento exponencial por lado madridista. En cambio, un fallo en el kilómetro cero trasladó el pánico a Carlo Ancelotti y sus pupilos.
Varios atacantes del Stuttgart, como auténticos perros de presa, efectuaron un contragolpe a una velocidad endiablada. Cuando ya se cantaba el tanto en las gradas, emergió la figura de Carvajal. Llegó justo, y por cuestión de milésimas, para truncar la definición de Undav. Pausada la alarma, polémica al asador. Rüdiger cayó en área visitante tras sufrir un pequeño agarrón. De primeras, el colegiado señaló la pena máxima. No le sobrevoló ninguna duda por la cabeza. Pero sí al VAR, que en el momento en el que Bellingham se afilaba las garras para chutar, pidió al árbitro que revisara la acción. Decisión categórica: penalti anulado. Con poco margen de maniobra, el Real Madrid encaró el túnel de vestuarios algo más asentado. El paciente había recuperado las constantes vitales.
Un gran ramillete de llegadas del Stuttgart, durante el primer periodo, nacieron por el flanco de Lucas Vázquez. Y Carletto optó por cortar de raíz el runrún. Ingresó Militao y Carvajal ocupó su puesto cotidiano una vez concluido el tiempo de asueto. Pese a que tuviera poco que ver, pronto se avistó el nuevo linaje del Real Madrid. Ahora sí, el conjunto merengue estaba enchufado. Entonado. Lo que pedía a voz y grito la parroquia madridista.
Mbappé derriba la puerta alemana
Y Mbappé picó de lo lindo. Firmó un contraataque junto a su socio Rodrygo, que le entregó en bandeja el 1-0. El Bernabéu, obviamente, estalló al ver la primera diana del francés en competición europea con el club de las 15 Copas de Europa. Cinco minutos más tarde, Rodrygo Goes pudo haber dejado el partido visto para sentencia. Escatimó en tino a la hora de hacer el segundo y, por contra, el equipo de Sebastian Hoeneß ni mucho menos iba a entregar la espada.
Dicho y hecho. El Madrid, que se amilanó de forma injustificada tras un larguero firmado por Vinicius, encajó el 1-1. Nada pudo hacer Courtois. Undav, libre de marcas, se guardó a la mochila un testarazo imperial que supuso un duro revés para el elenco blanco.
Con las tablas en el marcador, Carlo decidió sacar al ruedo a la leyenda Luka Modric que, de momento, está teniendo un papel más secundario que la campaña pasada. Cosas de la edad (cumplió las 39 primaveras recientemente). Su entrada… se notó. De hecho, de sus botas salió la asistencia a Rüdiger. El zaguero, con alma de ‘killer’, se elevó por encima del resto y envió su remate de cabeza al fondo de las mallas. Gol colosal, salvador. Luego, a la postre, a la fiesta del gol se sumó el joven Endrick, que certificó el triunfo. La mística del Bernabéu nunca se fue.
Ficha técnica
XI del Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Militao, 45′), Carvajal, Rüdiger, Mendy (Fran García, 75′); Tchouaméni (Modric, 69′), Valverde, Bellingham (Endrick, 79′); Rodrygo (Güler, 75′) Mbappé y Vinicius.
XI del Stuttgart: Nübel; Vagnoman (Chase, 62′), Rouault, Chabot (Ceballos, 105′), Mittelstädt (Rieder, 62′); Stiller, Leweling, Karazor; Millot, Undav (Demirovic, 75′) y Führich (Touré, 75′).
Goles: Mbappé (46′), Undav (67′), Rüdiger (83′) y Endrick (90’+5′).
Tarjetas Lucas Vázquez (amarilla, 23′), Mittelstädt (amarilla, 29′), Ancelotti (amarilla, 59′), Valverde (amarilla, 77′) y Militao (amarilla, 79′).