#PantallaBlanca | Y pasan las décadas …
Sí que hay algo más bonito que ser del Real Madrid. Ser del Real Madrid disfrutando de él.
Hace muchos años ya que no toca estar dedicado a la amargura, el complejo ni la frustración, la pseudo exigencia esquizoide y el enfado continuo.
El Real Madrid es la constante. Siempre el referente. Como si fuera una deidad, que algo de eso hay, creadora de sueños, como esa Copa de Europa de la que algunos renegaron porque procedía de la lucidez madridista y que ahora todos anhelan. Pasan las décadas y muchos de los equipos que fueron no están, muchos de los que están no fueron, y otros sólo han sido a veces. Sólo uno ha estado siempre, aunque no siempre luciese como ahora.
Cuatro finales europeas de baloncesto en seis años, cuatro en cinco en fútbol. No hay parangón. ¿No lo veis? Cualquiera lo daría todo, pactaría con Mefistófeles y entregaría lo que fuera por la mitad de eso… ¡No hay club igual! ¡Nunca lo ha habido! ¡Capaz de ganar un Wimbledon, cuando nos dio por ahí, de la mano de Manolo Santana! ¡Con más Copas de Europa en baloncesto y fútbol que nadie! ¡A un paso de ampliar la distancia, de poner una nueva meta, un nuevo límite a nosotros mismos!
Vivir anclado en el rencor o el mohín porque aquel jugador ya no está, porque se perdió tal partido o no pudimos ganar tal título. ¿No os dais cuenta? Tan necios sois que no veis lo que estáis teniendo el honor de disfrutar: ver a la historia reclinarse una vez más ante vuestros ojos para rendir honores a nuestros equipos.
Gozad madridistas, dejad el ceño fruncido para esos antis que no sepan distinguir la grandeza ni aunque le dé un pelotazo en la cara. Dejaos llevar, desead lo máximo y que podamos pedirle a Dios y a Mefistófeles que se detenga el instante, porque es tan bello…
No dejéis de disfrutar de eso para pasar esta época como un cafre mustio, disfrutad de este hoy del que presumirán mañana vuestros hijos, vuestros nietos y bisnietos… y vosotros.
Sí, somos incordios, molestos, pesados, nunca queremos que esa pasiva historia quede quieta, siempre nos impulsa a un límite más lejano, pero eso no lo regalan, ni llega en dos días.
Sois el Real Madrid, vosotros, tanto como cualquiera. Vosotros sois la pura esencia y nadie os va a explicar, seáis como seáis, lo que es ser madridista. Porque sois vosotros los que os dejáis los cuartos por vuestro equipo, sois vosotros los que dedicáis vuestros ahorros a ver los partidos en la televisión o el bar, en comprar las camisetas o cualquier chorrada del merchandising, los que os levantáis a ver un chorripartido de pretemporada a las cuatro de mañana en Estados Unidos, los que os quedáis sin dormir y sin cenar en la derrota, los que viajan sin entrada, los que dedican su tiempo a ver a su equipo…
Pero también lo son ellos, los que nos representan, los jugadores, entrenadores y directivos, los que nos gustan y los que no. Ellos, cada uno de ellos, son Real Madrid, y su bien es el de todos. El Madrid es muy grande y son muchas cosas, mucho más que un escudo y un mero símbolo, son personas que no conocemos, pero que entendemos, son detalles infinitos e íntimos, secretos, son manías supersticiosas y rituales religiosos…
Y esto pasará, porque es ley de vida, y habrá que volver a levantarse para trabajar y construir, y preferiréis recordar esta gloria, esta historia que hicimos, esta travesía por el paraíso, como algo digno de encomio, motivo de orgullo, causa de felicidad y alegría, y no que la pasasteis maldiciendo y criticando, con el rostro crispado salvo en esporádicos momentos de luz brillante en forma de títulos, ahogados en la frustración de no haber disfrutado de este inmenso océano de gloria.
Por eso es necesario que, a un paso de volver a abrir en canal a la historia, que yacía plácida y algo exhausta por la última vez que la importunamos, os sangren las manos de aplaudir, que se os erice el pelo en cada pase de mano a mano, bota a bota, que se os humedezcan los ojos en cada ocasión y cada canasta, que os broten las lágrimas en libertad si llega la victoria… y que pase lo que pase os inunde el jodido orgullo.
¡Es el Real Madrid! ¿No lo veis? ¡Siempre es él!
¿Prepotencia? Sólo alguien que no sabe lo que es el orgullo, ni ha tenido motivos para sentirlo podría decir eso.
Texto: @MrSambo92
Foto Portada: El Comercio