Brasil, en el ojo del huracán
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La Canarinha hincó rodilla esta madrugada frente a Paraguay y ve como su clasificación para el Mundial 2026 se tambalea. Vinicius, Rodrygo y Endrick, muy criticados por la prensa
Por Brasil, las aguas bajan turbias. En el país sudamericano, el fútbol y, por extensión, la selección son santo y seña. Una forma de entender la vida. El aficionado brasileño, acostumbrado a saborear Mundiales (cinco estrellas tiene en su elástica) o Copas de América hace no tanto, está sufriendo en sus propias carnes una situación más que convulsa con su combinado nacional.
Si ya de por sí… antes del parón internacional sobrevolaban suspicacias alrededor de la Canarinha de los madridistas Vinicius, Rodrygo, Endrick y Militao, que cayó lesionado, la derrota cosechada esta madrugada ante Paraguay (1-0) ha vuelto a levantar ampollas.
Cierto es que en el primer compromiso, celebrado el pasado sábado, Brasil se impuso a Ecuador. Pero, aún así, su bagaje en la clasificación para el Mundial 2026 sigue siendo paupérrimo e inverosímil: tres victorias, un empate y cuatro derrotas.
Así las cosas, los de Dorival Júnior figuran ahora mismo en quinta posición, a tan solo un punto de quedarse sin billete para la cita mundialista a falta de, eso sí, diez partidos por disputarse. Al menos, hay otro clavo al que se agarra Brasil con uñas y dientes, puesto que los seis primeros se clasifican y el séptimo va a una repesca.
A día de hoy, que la selección brasileña no figure en el Mundial de Canadá, Estados Unidos y México parece una quimera, aunque sí que se vislumbra la certeza de que se tiene que dar un buen lavado de cara. Porque, por estos derroteros, el combinado auriverde va encaminado hacia la hecatombe.
El plantel, que atesora estrellas asentadas en la élite y auténticas perlas en ebullición, se ha visto contagiado por la inestabilidad del banquillo. Un mal endémico. Tite puso fin a su cargo de entrenador en 2022, tras la Copa del Mundo de Qatar, y, desde ese preciso instante, han recalado hasta tres nuevos inquilinos en la caseta: Ramón Menezes, Fernando Diniz y, el actual técnico, Dorival, quien tomó las riendas el pasado 8 de enero. Tampoco ha logrado que las aguas vuelvan a su cauce habitual. De hecho, suma diez envites al frente de la selección y apenas se ha guardado en el bolsillo cuatro triunfos. Insuficiente. No está el horno para bollos…
Vinicius, sin paños calientes
Uno de los más críticos una vez consumada la derrota ante Paraguay fue Vinicius. El atacante merengue habló sin pelos en la lengua en zona mixta: «No podemos venir aquí, perder esos puntos y jugar de la manera que jugamos». Añadió, «que todos vayan a casa ahora y piensen para reflexionar de inmediato sobre lo que tenemos que mejorar, lo que tenemos que hacer para volver a jugar bien».
Vini, en el choque contra los paraguayos, formó tridente junto a Endrick y Rodrygo. Si bien este último firmó el tanto de la victoria del sábado, convirtiéndose así en el verdugo de Ecuador, esta madrugada los tres jugadores del Real Madrid pasaron de puntillas por el partido. De ahí que la prensa brasileña haya vertido reproches a los tres.
La prensa, dura con el tridente
A Endrick, el más joven de la terna ofensiva, le tildaron de estar lejos de consolidarse con la selección. En cuanto a Vinicius, se arrojó: «Candidato a mejor del mundo, erró prácticamente todo lo que intentó en los dos partidos de la selección contra Ecuador y Paraguay». Y, por último, Rodrygo («la versatilidad a veces puede ser perjudicial para su propio desempeño»).
Terminado el parón, cosa que le viene a la Canarinha como agua de mayo para enfriar la dolorosa situación, en poco menos de un mes tendrán que verse las caras ante Chile y Perú. Dos encuentros de tibia fuerte en un momento de máxima presión, máxime teniendo en cuenta que el margen de error es cada vez más diminuto. Brasil, en el alambre.