#OpiniónReal | El Madrid, ante la Final Four
Con la clasificación para una nueva Final Four el Real Madrid ha cumplido el principal objetivo de la temporada. Concurrir a la cita de Belgrado es un éxito, constata una vez más el nivel y la regularidad de este equipo. El aficionado blanco está orgulloso pero demanda un último esfuerzo, desea que el equipo sea competitivo en Belgrado y ofrezca su mejor cara.
En semifinales espera el adversario más clásico de Europa en los últimos años: CSKA. Desde la edición de 2003 hasta la actual, el equipo ruso ha estado presente en 15 de las 16 finales a cuatro celebradas. La marca es abusiva y denota que el equipo de Moscú se sobrepuso a la marcha de Messina. En los últimos años es el favorito perenne en esta competición.
Curiosamente, la única Final Four que se han perdido los rusos se remonta a la edición de 2011. El Madrid se plantaba en aquella fase 15 años después. Los seguidores del Madrid más enciclopédicos han revisado recientemente aquella temporada porque el Montepaschi Siena fue capaz de eliminar a un equipo griego, con el factor cancha en contra, y después de recibir un atroz correctivo en el primer encuentro de la serie. ¿Les suena?
La anterior gesta ha sido reproducida de forma exacta por el Real Madrid este año. El equipo se metía entre los cuatro primeros ayudado por un Llull recuperado, mientras que el Olympiakos caía ante el Zalgiris y recibía una sanción tácita por su última derrota en la fase regular, que condenaba al Madrid a necesitar la victoria en territorio heleno.
El Madrid conoce sobradamente esta fase. Los de Laso disputan con ésta la cuarta de las últimas cinco. Alguno alegará que en el fútbol el Madrid no perdona en las finales, pero también es cierto que una final a cuatro ya es más difícil por pura probabilidad.
En Milan se fue el título en la prórroga ante un Maccabi que había estado a punto de quedar eliminado ante el equipo anfitrión en cuartos. Se escapó por muy poco, después de que se hubiera aplastado al Barcelona en semifinales. El año anterior también se batía al Barcelona en semifinales. Aquel Barcelona venía de ser un equipo temible, nada que ver con el de ahora.
A la hora de examinar las semifinales entre el Madrid y el CSKA, trataré de restar valor a los nombres. No voy a descubrir ahora a De Colo, Hines o Chacho. Son grandes jugadores. Con mucha facilidad para anotar y correr la pista, pero quiero incidir más en un hecho colectivo. En los últimos años creo que el Madrid ha sido un equipo competitivo en las fases finales. Se han escapado títulos en el último momento, pero se han dejado buenas sensaciones, con la excepción del año pasado, cuando el equipo no tuvo respuesta ante el anfitrión.
En cambio, CSKA ha deparado algunas sorpresas negativas. Ha caído derrotado de forma inexplicable después de tener los partidos controlados en varias ocasiones. Ha mostrado síntomas de fragilidad cuando el rival se crece.
La conclusión que extraigo es que los rusos suelen verse atenazados en el momento de la verdad. Son los mejores en la fase regular pero en el baloncesto no es suficiente. Y el Madrid este Madrid, ha demostrado esta temporada que a mentalidad no le gana nadie. No han importado las bajas ni los obstáculos, el equipo ha pervivido y afronta esta semifinal sin complejos, mirándole a los ojos al CSKA.
Ni los más optimistas podrían haberse imaginado esta estampa en octubre. Sí, este Madrid acude a esta Final Four con todas las opciones del mundo y seguro que los rusos habrían preferido otro rival, uno que flaqueara en lo que al Madrid le sobra: mentalidad para superarse y competir.
Texto: @DBenavidesMReal
Foto: AS