Las claves que hicieron posible la consecución de la sexta Supercopa de Europa
SERGEI GAPON / AFP via Getty Images
El Real Madrid levantó anoche al cielo de Varsovia su sexta Supercopa de Europa tras vencer por 2-0 a la Atalanta. Una primera parte bastante gris fue contrarrestada por el buen juego del equipo en el segundo tiempo gracias a la exhibición de Bellingham y la gran sintonía entre los galácticos que componen la plantilla del conjunto blanco
Los pupilos de Ancelotti han comenzado la temporada de la misma manera que terminaron la anterior: ganando un título europeo. En esta ocasión fue la Supercopa de Europa contra una dura Atalanta, la cuál presentó una dura oposición hasta que Fede Valverde abrió el marcador. El debut de Mbappé con gol incluido, la firmeza defensiva y el brutal entendimiento entre Vinicius, Mbappé y Rodrygo con Bellingham como organizador fueron algunas de las claves que hicieron posible el primer triunfo del madridismo en la temporada 24/25.
Una resistencia firme
Si por algo se caracteriza el Real Madrid es por resistir cuando toca y aprovechar sus oportunidades como si fueran las últimas. En los primeros 45 minutos no es que viéramos muchas acciones de peligro, más allá de aquel susto de Militao golpeando el esférico en el larguero por accidente y de alguna que otra llegada del elenco italiano. Sin embargo, hubo un momento del primer tiempo en el que el buen inicio de los merengues se convirtió en una continua vorágine de peligro ocasionada por el equipo de Gasperini.
Un par de estiradas espectaculares de Courtois, una de las mejores versiones de Militao y la contundencia de Carvajal, Rüdiger y Mendy permitieron acabar con las llegadas de la Atalanta y algún que otro descuido defensivo de Tchouaméni. Por suerte, Fede Valverde también estaba atento para ayudar a la zaga madridista y mitigar las ofensivas italianas sin causar males mayores. Los blancos también asustaron a sus rivales con ciertas llegadas como aquel disparo de Rodrygo que golpeó en el larguero y algunos detalles técnicos como el que dejó Mbappé en el borde del área aunque lo realmente positivo del partido llegó en la segunda mitad.
La exhibición de Bellingham
No hace falta ni siquiera una carta de presentación para el bueno de Jude Bellingham, todos lo conocen y saben de lo que es capaz. Cuando el juego del Real Madrid generaba dudas, apareció él para solucionar todos los problemas de Carlo Ancelotti. Su facilidad para filtrar pases, encontrar espacios y conducir el esférico para ganar metros desarticularon poco a poco a la defensa de la Atalanta. El encuentro se fue rompiendo gracias a la irrupción del inglés tras el paso por el túnel de vestuarios hasta que Fede Valverde consiguió estrenar el marcador empujando un balón regalado prácticamente por Vinicius Jr. Antes de asistir al uruguayo, el extremo brasileño desbordó brutalmente a su marca tras un gran pase del propio Jude Bellingham.
Después de intervenir directamente en el 1-0, el británico siguió provocando dolores de cabeza en el bando italiano ganando duelos que parecían perdidos y dominando el centro del campo. Su exhibición, aunque no fue premiada con ningún gol, cambió el rumbo del partido por completo y quiso culminarla asistiendo a Kylian Mbappé en su primer gol como madridista. En los últimos minutos de la final fue sustituido pero igualmente consiguió el MVP por su influencia en el juego de un Real Madrid que resucitó con cada uno de sus pases.
La magia de los galácticos abre el camino hacia el septete
El juego de Bellingham no fue el único que hizo mejorar al Real Madrid en el segundo tiempo para llevarse la Supercopa de Europa. Con la mejora del británico comenzaron a aparecer más tanto Vinicius Jr como Mbappé y, junto a Rodrygo, encontraron cada vez más espacios en la defensa de la Atalanta. El buen entendimiento de los nuevos galácticos que componen la plantilla merengue se vio tanto en el primer gol como en el segundo tanto con Vinicius, Bellingham, Mbappé y Fede Valverde como protagonistas. Es cierto que Rodrygo tuvo influencia pero no tanta como su compatriota o el propio Bellingham.
El nivel que mostraron Bellingam, Vinicius, Mbappé y Rodrygo fue apoteósico, algo nunca antes visto desde la famosa BBC o los antiguos galácticos. Parecía que se conocían de toda la vida pero solo llevaban entrenando juntos menos de una semana, algo tan sorprendente como divertido de ver sobre el césped. Varios protagonistas del partido dijeron tras el pitido final que el camino a seguir era el mostrado en el segundo tiempo con un juego eléctrico, peligroso y efectivo. Las buenas acciones defensivas de Carvajal, Militao, Rüdiger, Mendy, Courtois y Tchouaméni complementaron a la perfección a la organización de Fede Valverde y a la valentía ofensiva de Jude Bellingham, Vinicius Jr, Rodrygo y Kylian Mbappé.
Los suplentes, pese a que tuvieron pocos minutos, también tuvieron su protagonismo como Modric en los minutos finales o Brahim, Arda Güler, Ceballos y Lucas Vázquez. La fuerza del equipo demostró que no solo asustan los nombres que componen su plantilla sino también el juego que es capaz de desplegar. El rey de Europa ha prolongado su reinado convirtiéndose en supercampeón de Europa. El Real Madrid ya es el equipo con más Champions y Supercopas de Europa del mundo y ya tiene en su vitrina el primer título de los siete que puede ganar en la temporada que acaba de comenzar.