El Real Madrid vuelve a abrir las puertas del manicomio
Lars Baron/Getty Images
La espera llega a su fin, el Real Madrid ya vuelve a estar aquí. Ha sido poco tiempo, pero se ha hecho eterno. El madridismo ya siente ansia por el regreso de su equipo.
La llegada del verano es algo que casi todo el mundo espera. Tiempo de vacaciones, de distraerse, viajar y ocupar el tiempo en desocuparnos. Sin embargo, también coincide con el final de la temporada de clubes y por tanto el parón del Real Madrid.
Es como ese amor adolescente que se ve interrumpido por los meses de verano. Cada uno a su pueblo o a una parte diferente del mundo. Con su gente, disfrutando de la playa, las fiestas, pero con el sentimiento constante de echar de menos.
La temporada pasada fue tan buena, que incluso el fichaje de Mbappé se cerró en la primera semana de junio. Primer verano sin rumores, con la sensación de tener una plantilla cerrada y la panza llena tras haber ganado liga y la Champions.
Durante el verano siempre hay una videollamada, un ratito para acortar distancias. Las presentaciones de Mbappé y Endrick han sido esos dos toques de atención, como si quisiesen recordarnos que siguen ahí, aunque ni siquiera hiciese falta.
Después empieza la pretemporada. Llega el momento de trasnochar para compartir dos horas juntos. Ver a las caras nuevas y empiezas a sentir la ansiedad porque observas que el momento se acerca, que el reencuentro está cerca. Las ganas se disparan y ya no te interesa ni el verano, ni la playa, ni el pueblo, ni nada más que volver a veros.
Agosto trae consigo el regreso. Septiembre la rutina. Pero entre tanto, vuelve el Real Madrid y no hay nada que pueda hacer más feliz a una persona madridista, salvo el reencontrarse con su pareja después de haberse echado de menos.
Y es que si de algo entendemos los madridistas es de amor. Un amor tan duradero como los 122 años de historia del club. Queremos con el corazón blanco y la camiseta pegada a él.
Nos hemos echado de menos, pero el miércoles volvemos como lo hacen los campeones, en una cita de esas en las que te tiemblan las piernas como si fuese el primer día. En otra final más por un título.
El Real Madrid está de vuelta, sonrían. Habrá muchos que no entiendan esta ilusión, pero otros tantos locos entenderán de lo que les hablo…
Se acabó la espera, el manicomio vuelve a abrir sus puertas.