Un chaparrón de partidos
Ryan Pierse/Getty Images
El Real Madrid 24/25 afronta una temporada en la que podría disputar como máximo… ¡72 encuentros!
Hace apenas seis días se abrió el telón en Valdebebas. Sin un manojo grueso de piezas claves (Vinicius, Bellingham, Modric o Carvajal, entre otros), Carlo Ancelotti dio luz verde a los entrenamientos desabrochando así una campaña que se espera laberíntica en cuanto al número de partidos que tendrá que disputar el cuadro capitalino.
Siete títulos en liza y hasta un máximo de 72 choques… es la frase más recitada cada día en el despacho de Carletto. El italiano -acostumbrado a lidiar con situaciones aciagas- no se asusta, pero sí le imprime importancia a esa cantidad desorbitada e ingente de envites. Porque en caso de llegar a la final del Mundial de Clubes, con fecha establecida para el próximo 13 de julio en Estados Unidos, pasarían prácticamente 12 meses de rutina diaria. Un disparate en letras mayúsculas.
Por lo pronto, la primera piedra en el camino pasa por Varsovia (miércoles 14 de agosto, 21:00 horas) tras la gira estival por tierras americanas. En juego, el primer trofeo de la temporada: la Supercopa de Europa frente a la Atalanta. Partido que, también, trae consigo, salvo giro inesperado, el más que posible debut de Kylian Mbappé con la elástica blanca una vez que el paso del francés por el quirófano para tratar su nariz parece casi al cien por cien descartado. Carpeta cerca de archivarse.
Y, después del viaje a Polonia, arranca el chaparrón definitivo: Liga, Champions (aumenta el número de partidos), Copa Intercontinental (vuelve al escaparate futbolístico), Copa del Rey, Supercopa de España y el citado Mundial de Clubes que ocupará un mes en el calendario. De hecho, empezará a rodar el balón el 15 de junio de 2025 y, unas semanas más tarde, exactamente el 13 de julio, se dilucidará campeón.
El Madrid, a tocar el cielo
Conociendo la estirpe que rodea al Real Madrid en todas sus competiciones, a pesar del desgaste físico que puede suponer y aunque pueda tener daños colaterales, aquello de poder cosechar siete títulos en una misma temporada retumba en el vestuario madridista. No hay un mejor acicate, máxime cuando un jugador como Mbappé acaba se subirse al tren, y además, jamás, un equipo de fútbol ha logrado alcanzar esa cifra inverosímil de trofeos.