#Opinion | A Kiev, con «K» de Karim y Keylor
No me gusta atribuir los éxitos de un deporte colectivo como es el fútbol a tan sólo unos pocos jugadores. Y mira que Cristiano Ronaldo ha hecho muchas veces méritos para ello, pues es el jugador más determinante del mundo y, tal vez, de la historia. Pero la clasificación para la final de Kiev merece mi reconocimiento a dos componentes de la plantilla que son muy especiales para mí. Siempre, como tantos otros madridistas, siento mucho más afecto y empatía por aquellos futbolistas que son la diana constante de la prensa y del madridismo ese que de manera tan repugnante e inexplicable le sigue el juego. El martes contra el Bayern de Munich los ya habituales silbidos se transformaron en aplausos sinceros y muy merecidos. En una auténtica ovación de gala. Karim Benzema y Keylor Navas fueron el factor diferencial en la épica batalla del Bernabéu. El francés, autor de los dos goles más importantes de la temporada hasta el momento, y el tico se convirtió en un auténtico muro con paradas más que decisivas justo cuando más se le necesitaba. En los cansinos debates de pajiplantilleo siempre escuchamos dos nombres en la rampa de salida: Benzema y Navas. Hay que fichar a Icardi, a Kane, a Neymar, a Griezmann, a Lewandowski, a Salah, a Alisson, a Letica, a Oblak, a Donnaruma, a Courtois, a De Gea…y resulta que a los mejores los tenemos en casa.
Keylor y Karim son dos de los jugadores que yo personalmente llevo defendiendo desde hace mucho tiempo. Bueno, en realidad suelo mostrarme afectivo con todos nuestros jugadores, pero, como he dicho antes, especialmente con quien es injustamente criticado. Keylor demostró ante el Bayern que no es necesario fichar a otro portero para que ocupe la titularidad. El costarricense ha demostrado no sólo unos reflejos descomunales que pueden marcar la diferencia, sino también constancia, trabajo, esfuerzo, compromiso y profesionalidad. Pese a todo lo que ha ocurrido en los últimos mercados de fichajes, él jamás ha tenido una mala palabra hacia el club. Al contrario, siempre ha apelado al trabajo como manera de ganarse un puesto en el mejor equipo del mundo y en la portería más difícil del mundo. Sin duda, los últimos minutos ante el Bayern eran su oportunidad de marcar territorio y de decir: ¡Oye! ¡Que aquí estoy yo! Y vaya si lo hizo. A Keylor hay que agradecerle infinitamente sus servicios. Como digo, porterazo y mejor profesional. Benzema, más de lo mismo. El delantero ha sido el jugador más criticado del panorama futbolístico en toda la temporada. Y yo nunca lo he entendido. Un jugador que lleva toda la temporada aportando muchas cosas en el juego del equipo, creando espacios y siendo el socio perfecto para el mejor goleador de la historia. Su mala suerte de cara a gol había conseguido el hartazgo de un Bernabéu que es de naturaleza impaciente y probablemente estúpida. Los silbidos le perjudicaron moralmente, como es obvio. Llegaba a portería, generaba ocasiones, pero cuando el balón no daba en el poste el portero hacía la parada de su vida. En cambio, el martes era su día. Sabía que podía dar un golpe sobre la mesa y así lo hizo. Karim marcó dos goles que han servido nada más y nada menos que para clasificarnos para la tercera final de Champions consecutiva. Casi nada. De igual manera que su obra maestra en el Vicente Calderón, que quedará grabada para siempre en la retina de todos los madridistas, nos llevaba a la segunda final consecutiva hace más o menos un año, en un partido que se antojaba agónico, con el Atlético a un gol de empatar la eliminatoria con prácticamente todo el partido por delante. A Benzema se le ocurrió aquella genialidad que es ya historia del Real Madrid, igual que leyó la mente de Marcelo para desmarcarse y rematar a gol para poner el 1-1 ante el Bayern, y de igual manera que se lanzó a realizar una presión asfixiante a Ulreich que provocó el error del guardameta, que sería aprovechado por el francés para poner el 2-1.
Yo nunca he dudado del séptimo máximo goleador del Real Madrid, ni tampoco de un portero que está asumiendo de manera brillante del que es seguramente el puesto más complicado del mundo, el de portero del Madrid. Con ellos en el once titular hemos conseguido 3 Champions en 4 años. Y con ellos vamos a ir a por la cuarta en 5 años, la tercera consecutiva, algo inédito desde que la Copa de Europa se denomina Champions League. El Bernabéu afortunadamente expresó a Benzema su agradecimiento, pero entonces era muy fácil aplaudirle. A mi me hubiese gustado que, como pedía un tal Cristiano Ronaldo, se le hubiese apoyado cuando la suerte no estaba de su lado, que es cuando verdaderamente un jugador necesita el calor de los suyos. Aún así, felicito a la afición por haber rectificado. Y espero que se aprenda la lección que han dado Keylor Navas y Karim Benzema. Nunca, nunca jamás un madridista debe ser el dardo de sus jugadores. Debemos apoyarles, al menos mientras están en el campo, por el bien del Real Madrid. Si los jugadores tienen confianza, el equipo tiene confianza y es el Madrid el que sale beneficiado, obviamente. Es algo tan simple que me cuesta mucho entender que gran parte del madridismo no lo vea así. Al final, el destino se la tenía guardada a los críticos y a la prensa, esa que entre otras cosas ha llamado incluso ‘’hijo de puta’’ a Benzema. Incluso nos lo avisó Nico Almagro en la entrevista que le realizamos en www.madridistareal.com. Nos aseguró que Benzema marcaría dos goles al Bayern. Y exactamente así fue.
Se han reivindicado Benzema y Navas, y es algo que sabía que, tarde o temprano, iba a suceder. Se merecían más que nadie un partido como el del Bayern. Y supongo que sus compañeros han sido los que más se han alegrado por ellos. Ahora ojalá pueda hacer lo mismo Gareth Bale, otro jugador que está siendo vejado por la prensa y que merece el apoyo unánime del madridismo. Kiev se escribe con K, con K de Keylor Navas y Karim Benzema. Y de mano de sus brillantes actuaciones nos vamos a la capital ucraniana en busca de reventar la historia. A por la 13. Hala Madrid y nada más.
Texto: @VictorVikingo_
Foto: El Bernabéu
