La Decimoquinta ya está aquí
Alex Pantling/Getty Images
Quién nos iba a decir que Carvajal se iba a vestir de Sergio Ramos para guiarnos con su cabezazo y Vinicius se iba a convertir en Cristiano Ronaldo para demostrar que se merece el Balón de Oro. Madridistas, dejad de soñar con la Decimoquinta porque ya es una realidad
El Real Madrid es el claro ejemplo de saber sufrir cuando le toca y aprovechar las oportunidades que le caen del cielo. Más de un madridista tuvo algún microinfarto cuando el Borussia Dortmund contragolpeaba con más jugadores de los que estaban en el campo pero es parte de la magia de ganar una Champions. Nadie dijo que sería fácil y nunca lo es, te lo dice una persona que en diez años ha visto a su equipo levantando este trofeo seis veces. Durante los 45 minutos, sentíamos el miedo en cada una de las ofensivas de los alemanes pero la defensa y Courtois nos salvaron una vez más.
El palo también nos ayudó y la fortuna estuvo de nuestro lado cuando peor estábamos. Entonces llegó el descanso y Carletto, con esa elegancia que desprende siempre, tuvo que darle ese golpe de realidad que necesitaba el equipo. Si no era el italiano quien lo hacía, serían los alemanes sobre el césped así que se optó por la opción menos dolorosa. En el segundo tiempo fuimos mejorando con el paso de los minutos, como el buen vino pero nosotros necesitamos más tiempo.
Cuando Vinicius Jr hizo aquella jugada maradoniana que precedió al córner del primer gol todo el madridismo sintió que algo iba a pasar. No sabíamos qué, pero algo se estaba preparando. El bueno de Toni Kroos puso el balón en el cuarto de círculo para dar la última asistencia de su carrera con la camiseta del Real Madrid y allí estaba Don Daniel Carvajal Ramos. En el primer palo, volando como Ramos en Lisboa para darnos la Decimoquinta con un cabezazo espectacular.
Tenía que ser él, un madridista que como Nacho, ha dedicado toda su vida a defender este escudo. Después vino Vinicius para aprovechar el regalo de la defensa alemana y la asistencia de Jude Bellingham, quién ganó su primera Copa de Europa en su país, contra su antiguo equipo y con 20 años. Lo del brasileño y el británico es como esa pareja de amigos que no se separa bajo ninguna circunstancia y parece que se están echando un nuevo amigo para agrandar la pandilla. Un francés o algo así se rumorea, imaginaos si son buenos los dos solos como serán con Mbappé al lado. La Decimoquinta se va a quedar corta con lo que viene.
El pitido final trajo un mar de sentimientos encontrados, alegría por la conquista de otra Champions pero tristeza por la despedida definitiva de Kroos. El alemán ha cumplido su objetivo, retirarse en lo más alto. Más arriba que esto no te puedes ir, Toni, esto es lo máximo. Con 6 Champions en su palmarés, nos dice adiós los 25 millones mejor aprovechados de la historia. Después, Nacho levantó al cielo de Londres la Decimoquinta tal y como habrá soñado miles de veces.
Dicen que después de la tormenta viene la calma pero, esta vez, vino una celebración llena de euforia y emoción. Vimos a Vinicius con su segunda Champions y pidiendo el Balón de Oro a gritos, Bellingham llegando al olimpo europeo en su tierra natal, Courtois llorando por todo lo que ha luchado para llegar a esta cita, los más veteranos con su sexta Copa de Europa y los más jóvenes celebrando la segunda o la primera de sus historiales mientras Carletto añadía la quinta como entrenador a su palmarés y Florentino le pasaba por la derecha a Santiago Bernabéu con la séptima de su mandato.
Esto es el Real Madrid y hemos vuelto a proclamarnos campeones de Europa por decimoquinta vez en nuestra historia. Ni en los cuentos mejores inventados te encuentras historias tan bonitas como las de este club. Enhorabuena a todos los madridistas, ya tenemos la Decimoquinta o, dicho de otra forma, la sexta en diez años. Ahora, a por la Decimosexta.