Opinión | El ‘pajarito’ que se convirtió en ‘halcón’
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Valverde está firmando una campaña sensacional con el Real Madrid. Es el claro ejemplo de los valores que reúne la camiseta blanca y ante Osasuna, volvió a dar un recital, otro más, esta temporada
La temporada de Fede Valverde en el Real Madrid está siendo una demostración de derroche físico, técnico, táctico. también de liderazgo, de darlo todo por la camiseta, de correr hasta el pitido final. Hasta la última gota de aliento. Del minuto 1 al 90 más el descuento. Y gracias a eso, Valverde es uno de los mejores futbolistas del mundo y un pilar importantísimo, fundamental e intocable para Carlo Ancelotti.
En Pamplona, ante Osasuna, el ‘pajarito’ hizo del centro del campo, un territorio únicamente suyo, porque recuperaba todos los balones que pasaban por los pies de los rojillos, ganaba cada duelo y cada disputa y estaba en todas las partes del terreno de juego. Ya sea para ayudar al compañero o para aparecer en ataque, en la posición de falso extremo -donde ya ganó ahí con el Madrid la Decimocuarta Copa de Europa- y sorprender a todos los habidos y por haber. Porque sí, Fede Valverde no está teniendo sus excelentes números goleadores de la pasada campaña, pero ha conseguido un peso y una relevancia mucho más grande en el equipo.
Ante el conjunto de Jagoba Arrasate, Fede repartió 3 asistencias en El Sadar. La primera, a Carvajal, en el 1-2. Algo escorado de espaldas a la portería de Sergio Herrera, el de Montevideo se giró ante la marca rojilla que se situaba encima de él y a la media vuelta consiguió poner un caramelo al punto de penalti para que el lateral de Leganés anotase, de exterior, un golazo. Como si tuviera un retrovisor que ve todo lo que pasaba por allí.
La segunda asistencia, a Brahim, para poner el 1-3 en el marcador. Pase filtrado entre la defensa, por el centro, para que luego Brahim solo tenga que avanzar y definir con la derecha al guardameta de Osasuna. Parece fácil, pero no lo es.
Mientras tanto, el halcón blanco no paraba de correr, de presionar y de ayudar a sus compañeros. Faltaba un último pase de gol, que llegó en el gol de Vinicius, el 1-4. Rüdiger envió, desde la zaga, un balón a la espalda de la defensa para Vinicius, pero quedó algo corto, de eso, se aprovechó Valverde, que en posición legal, prolongó con el muslo para la carrera genial del brasileño. Luego, el resto: toque sutil de Vini para batir a Herrera y hacer el cuarto con autoridad en Pamplona. Territorio hostil para el Real Madrid a la par que bendecido, como así se lo han demostrado los resultados en los últimos años.
El temporadón de Fede Valverde está fuera de toda duda, y es que ha jugado a día de hoy más de 3000 minutos, ha repartido 7 asistencias y ha anotado un gol, ha obtenido un 91% de precisión en los pases, ha ganado 90 duelos hasta la fecha y ha cosechado 140 recuperaciones. Imperial y omnipresente, el futuro capitán del Real Madrid.