Opinión | El mayor escándalo de la historia del fútbol español frena al Real Madrid en la carrera por la liga
Aitor Alcalde / Getty Images
En LaLiga estamos acostumbrados a ver arbitrajes nefastos pero la actuación de Gil Manzano en el partido entre el Valencia y el Real Madrid superó todos los límites. El colegiado extremeño pitó el final del encuentro mientras Brahim centraba un balón que acabó convirtiéndose en el tercer gol del conjunto blanco gracias a un cabezazo de Jude Bellingham, quién fue expulsado incomprensiblemente
Después de pitar tres penaltis en contra del Real Madrid cuando los blancos visitaron Mestalla en la temporada 20/21, parece que Gil Manzano quería abarcar todo el protagonismo una vez más. Los fallos del colegiado extremeño no fueron, ni mucho menos, errores menores y con ellos consiguió perjudicar al Real Madrid para evitar el triunfo merengue en la vigésimo séptima jornada liguera.
En primer lugar, anuló en primera instancia el segundo gol de Vinicius Jr cuando el brasileño estaba en línea con el defensor valencianista que rompía el fuera de juego, menos mal que el VAR estuvo acertado. La despreciable actuación del árbitro, si se le puede llamar árbitro profesional, siguió su cauce en contra de los pupilos de Ancelotti y pitó un penalti sobre Hugo Duro en el que Nacho no toca al jugador del Valencia y Fran García toca el balón claramente. Por suerte, el VAR volvió a corregir a Gil Manzano anulando el supuesto penalti.
Pero el error más grave y escandaloso que ha cometido un árbitro en la historia del fútbol español llegó cuando Modric sacó un córner en lo que prometía ser la última jugada del partido, la defensa del Valencia despejó el esférico y Gil Manzano, en vez de pitar el final del partido como había prometido hace unos segundos, dejó que Brahim recogiera el rechace y, después de hacer el amague de pitar el final, cuando un jugador del Valencia le presionó para que pitase el final y mientras Brahim centraba el esférico para que Bellingham rematase e hiciera el gol de la victoria decidió finalizar el encuentro. Incluso Hugo Duro aseguró que el colegiado había cometido un fallo muy grave diciendo: «O pita antes o no pita, entiendo al Real Madrid», cuando hasta un jugador del equipo rival lo confirma es que el error es clamoroso.
Los 22 jugadores que estaban sobre el césped, el público de Mestalla e incluso los comentaristas del partido alucinaron ante el garrafal error que acababa de cometer Gil Manzano y con el que impidió la victoria del Real Madrid en Mestalla. Ante las réplicas y las quejas de los jugadores madridistas, Gil Manzano quiso culminar su horrible arbitraje expulsando a Jude Bellingham por solamente decir: «It’s a fucking goal» sin insultar ni faltar el respeto a nadie. Hay que recalcar que, aunque se añadiesen 7 minutos, el tiempo extra debía aumentar dos minutos por la lesión de Diakhaby y por la revisión del VAR, la cuál duró más de dos minutos y medio.
El reglamento señala que no se puede pitar el final del partido en una jugada inminente pero Gil Manzano quiso pitar el final con el balón en el aire y mientras Bellingham impulsaba al Real Madrid hacia una victoria que, por lo que sea, Gil Manzano quiso evitar por todos los medios y lo consiguió. El Real Madrid no tardó en hacerse eco por la televisión oficial del club del histórico atraco que sufrió y el CTA ha llegado a calificar el error de Gil Manzano como muy grave, ya que este tipo de fallos son inconcebibles en un partido de 1ª división.
Esperemos que el CTA castigue duramente a Gil Manzano mandándole a la «nevera» y prohibiéndole volver a dirigir un encuentro de Primera División porque esta no es la primera vez que perjudica al Real Madrid. El único perjudicado de los garrafales errores de Gil Manzano es el Real Madrid, ya que perdió dos puntos vitales en la lucha por LaLiga por culpa de un arbitraje nefasto premeditado para seguir adulterando esta liga que está tan podrida por intereses externos. Parece que solo se busca perjudicar al único equipo que hace las cosas bien y le da grandeza a esta competición.