Todo Nervio Y Corazón | Ansias las justas
David Ramos/Getty Images
A falta de dos partidos para terminar enero, las emociones para este primer mes del año han sido (de hecho para muchos lo siguen siendo)… ¿cómo decirlo? Intensas. Sí esa es la palabra, en partido, rivales y educación. No daré ninguna información que la gente no sepa, para eso ya están los marcadores (que estos sí, no se pueden manipular) y los calendarios (que tampoco). Hablando de esto, se nos presentan semanas poco ajetreadas, donde la agenda parece al fin quedar fuera de trabajos forzados muy lejos de casa, porque ya sabemos que el fútbol es para los fans. No para los que no ven su cuenta bancaria incrementada por desplazamientos muy muy lejos, donde el estado físico de los jugadores se ve claramente mermado, pero eso ya es otro tema. No pareció ser así al principio de esta Supercopa de España, donde los nueve goles en dos demostraron el estado de los jugadores.
¿Prórroga? ¡Sin problema!, el partido loco se decantó para el equipo más grande (para mí, como diría Jude) donde la preparación de los nuestros dejó bien claro quién tiene el mejor preparador físico, y así podría explicarse en cierta medida el cumplir veintiún partidos sin conocer la derrota, y por si alguien lo desconoce, la maravillosa carrera de Brahim que dejó atrás a Oblak, llegó a los 35km/h. Sin descanso, porque de haberlo disfrutado nada sería igual, llegó el enfrentamiento contra el Barça donde el gol en contra llegó al bajar un poco las revoluciones y echarnos atrás.
Por mucho que se critique a Vini, por las sensaciones dejadas tras el derbi copero (ese que para algunos vale como una Copa de Europa), sus declaraciones tras el partido demostraron cómo es consciente de sus errores, cosa que otros nunca serán capaces de reconocer… pero eso ya es harina de otro costal.
Lejos de pensar en bolas calientes, como diría mi admirado @pepo2204, fíjate por donde, casualidades de la vida… en la eliminatoria de la Copa de SM el Rey, nos volvíamos a ver las caras. No pondré excusas, pero entre el árbitro que le faltó sacar amarillas a los banderines de los córneres, la intensidad mal entendida, el mal juego de nuestro equipo… en esta ocasión la prórroga no salió como las anteriores, ya que muchos de nuestros jugadores se arrastraban por el campo sin apenas aire (Jude), otros eran atacados por el entrenador que más gana de Europa (Simeone, por si alguien lo duda), buscando sacar de quicio a Vini, normal que la afición a la que alentaba le llamara mono antes del comienzo del partido. Sea como fuera, ya tienen su victoria con la que excusar el resto de la temporada si las cosas no les salen bien, o no les regalan goles como hicimos nosotros etcétera etcétera etcétera etcétera, y etcétera hasta el infinito.
No penséis que me olvidé del Arandina tras la llegada de los Reyes Magos, porque eso sí fue un regalo en el que el campo estaba lleno mucho, pero mucho antes de que comenzara el partido. ¿Lo mejor de ese encuentro? Las declaraciones de su entrenador: «Marcharse con la gloria de haber marcado un gol al Real Madrid», gloria que muchos ensucian de envidia, envidia que en mi opinión les priva de disfrutar del fútbol de verdad, los enfrentamientos que valen la pena, ¡anda que no habría cientos o miles de equipos, que pagarían por poder jugar contra nosotros al menos dos veces al año!
Y así, con la grandeza de no envidiar a nadie, el Real Madrid seguirá adelante ganando, empatando o perdiendo, pero sin ansias de celebrar victorias que no supongan un título.
Texto: @angiemg82