«De la Liga a la luna» vía @FGwynne
Creo que nunca nadie ha tenido un coche más completo que el viejo Seat Ibiza de mi suegro. Sí, sí, ya sé que hoy, con la tecnología digital, los coches tienen de todo, pero el de mi suegro iba décadas por delante. El coche de mi suegro era coche, almacén agrícola y gallinero.
Tú abrías el maletero y te podías encontrar media docena de huevos recién puestos, un cesto con tomates, cuerdas, bolsas, una laia, bidones de plástico, varios sacos de pienso y un bote de colonia. Más que un cajón, aquello era un maletero de sastre. Si alguna vez has perdido algo y no lo has encontrado seguro que sigue allí, agazapado en una esquina.
Fue, desgraciadamente, su último coche. Era de segunda mano, azul, de la hija de un amigo que fue el que se lo ofreció. Recuerdo que cuando lo compró, ya con sus ochenta y pico años a cuestas, le acompañé y me contó que en su niñez, los años treinta del siglo pasado, cuando vio el primer coche circulando por su pueblo, pensó que en su vida tendría las mismas posibilidades de ir a la luna, que de poseer un coche como aquel. Las dos opciones, en un medio rural, con una familia de ocho hermanos, sin apenas escolarizar, trabajando en un caserío entre vacas y mazorcas, le resultaban igual de lejanas.
-Los sueños a veces se cumplen me dijo orgulloso mientras volvíamos a casa después de comprar el Ibiza. A la luna no he ido pero este es ya mi séptimo coche.
La Liga es un sueño tan difícil de conseguir como el coche que vio de niño mi suegro a la ribera del Oria. Siguiendo su símil creo que es más fácil que yo vaya a la luna que el que el Madrid consiga la Liga. Hace cuatro días el Barcelona le sacaba 19 puntos. Hoy son 14 y si pierde con el Atlético y con nosotros ya son ocho. Técnicamente estamos a una derrota del Barcelona de colocarnos a cinco y provocar la ignición del cohete.
Hay aficionados que dicen que soy un iluso y que me engaño solo. Y tienen razón. Mi objetivo siempre es la luna. Hergé era tan madridista que yo me veo como si fuese Tintín y Zidane el Profesor Tornasol preparando el cohete.
No se me ocurre nada más triste que participar en una competición y pensar que no puedo ganarla. ¿Es el Madrid un Club triste? ¿No ha dado el Real Madrid más alegrías a sus aficionados que ningún otro equipo en el mundo? ¿Acaso el Real Madrid no ha llegado a la luna cientos de veces?
Pensar que la Liga es posible, más que una realidad o un desafío, es una actitud. No tiene que ver con estar a más o menos puntos, con perder un partido o ganarlo, tiene que ver con que ser del Madrid es perseguir lo imposible, más allá de que se consiga o no.
¿Entraba dentro de la lógica, dentro de esa realidad que tanto os constriñe, que un entrenador bisoño, que no había ganado ni a La Roda (gracias Fouto), que era un nuevo parche del Presidente, hiciera la mejor temporada de la historia del Real Madrid?
De pequeño, a la misma edad en la que a mi suegro los Reyes le traían de regalo un racimo de uvas, yo saltaba (literalmente) de la cama esperando encontrarme la champions de los regalos: una bicicleta. En aquellos años, en los que todavía se jugaba en la calle, la bicicleta te servía de cohete para explorar nuevos mundos. Yo me levantaba año tras año esperando que allí, al lado del árbol de Navidad, estuviese esperándome una resplandeciente Abelux verde. El que nunca se materializase mi deseo tampoco me desilusionaba profundamente. Nunca dudé de la sabiduría de los Reyes y monté mil veces en esa bicicleta sin tenerla. La disfruté en mi imaginación pedaleando por mi barrio, luciéndola, disfrutando del viento en la cara tanto como hoy disfruto pensando en ganar la Liga.
Dar la Liga por perdida es perderse lo mejor del Madrid. Eso hay que dejárselo a equipos sin infancia, de los que van partido a partido en lugar de ir de sueño en sueño.
Mi suegro se compró su coche, Hergé nos llevó a la luna y yo, un 6 de enero, detrás del árbol de Navidad, con el manillar sobresaliendo entre las ramas y el timbre brillando a juego con el espumillón, me encontré lo que llevaba tanto tiempo esperando: la Liga.
¡Uy!, perdón, la Abelux, en que estaría yo pensando…
@FGwynne
