Crónica Real | Bellingham fulmina ‘El Clásico’ con una remontada sobre la bocina (1-2)
La estrella en Montjuic fue Jude Bellingham, que con un golazo desde fuera del área y otro en el 92′, otorga el triunfo al Madrid en ‘El Clásico’. Gündogan anotó su primer gol con la camiseta del Barça.
Barcelona y Real Madrid medían sus fuerzas en el Clásico correspondiente de la undécima jornada de la Liga EA Sports 2023-24. Sería un partido histórico al tratarse del primero en el que se enfrentan en el Estadio Olímpico Lluís Companys, en Montjuic, y ambos llegaban al choque en un estado de forma muy similar.
Los madridistas sumaban hasta el momento un punto más en esta Liga, 25, después de que en la última jornada empataran frente al Sevilla en el Pizjuán. Los errores defensivos están siendo demasiado habituales en un equipo en el que Jude Bellingham y Vinicius Junior acaparan los focos como las dos grandes estrellas del conjunto de Ancelotti.
Enfrente, los culés, que sacaron por los pelos adelante el encuentro del Athletic con un chispazo del canterano Marc Guiu. En cuanto a la listad e convocados, entraron a última hora Raphinha, Lewandowski y Koundé. Por otro lado, De Jong y Pedri, se quedaron fuera.
El once que escogió Xavi en el Clásico contra el Real Madrid : Ter Stegen; Araujo, Christensen, Iñigo Martínez, Balde; Gündogan, Cancelo, Gavi; Ferran, Joao Félix, Fermín López
Se preveía una lucha entre eternos rivales que buscaban imponer su estilo en un duelo de ‘nueva era’ y nuevos protagonistas, con el añadido de que también estaba en juego el liderato de LaLiga EA Sports. El once del Real Madriden el Clásico contra elBarcelona fue el siguiente: Kepa; Carvajal, Rüdiger, Alaba, Mendy; Tchouaméni, Kroos, Valverde; Bellingham, Rodrygo y Vinicius.
Además, como ya se supo durante la semana, no estaría el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en el palco de Montjuïc, como protesta por el reciente tuit de un directivo blaugrana insultando a Vinícius Jr., si bien las relaciones entre ambas instituciones están ya tocadas por el ‘caso Negreira’.
Como tantas veces el equipo de Ancelotti decidió pegarse un tiro en el pie a las primeras de cambio. Fue en una jugada trenzada entre Gundogan y Ferran. La primera cantada fue de Tchouaméni, que lejos de despejar, dio una asistencia a la incorporación del turco desde segunda línea. Nadie le siguió y se plantó solito en el área. Allí se cruzó Alaba, pero su despeje blandito fue a los pies del propio Gundogan que batió a placer a Kepa.
El Barcelona lo tenía todo para sentenciar al Real Madrid por la vía rápida. No lo hizo en el 16 porque el poste se interpuso entre el tiro de Fermín y el gol tras una pérdida de balón de Kroos que se durmió ante la presión de Gavi.
El Clásico era una tortura para el Real Madrid y una gozada para el Barcelona. La imagen del equipo de Ancelotti era paupérrima y sólo el orgullo de Rüdiger y Carvajal sostenía a los blancos en un naufragio que volvía a dejar muy señalado a su técnico y a varios de sus futbolistas en la primera mitad. Lo mejor para los blancos, el 1-0 que era el mal menor.
Tras el descanso espabiló el Real Madrid y reculó el Barcelona. El escenario del Clásico cambiaba en los minutos iniciales de la reanudación. Pero apenas tardó cinco minutos el Barça en reaccionar a lomos del imponente Araujo. Kepa sacó una mano imposible a un disparo a bocajarro al uruguayo después del segundo palo azulgrana tras un cabezazo de Iñigo Martínez.
Fue un aviso de que el Real Madrid se asomaba, aunque fuera desde lejos, a la meta del Barcelona. Pero entonces apareció, quién sino, Jude Bellingham, para sacarse un latigazo imposible, un misil tierra-aire, un cohete que se alojó con violencia casi por la escuadra de Ter Stegen. Un golazo imponente de un jugador imponente que igualaba el Clásico.
Los cambios de Xavi mejoraron a un Barça que apeló al orgullo para volver a meter al Real Madrid cerca de Kepa. Pero el Real Madrid no había dicho la última palabra en el Clásico y aún quedaban diez minutos incluido el alargue. Lo intentó hasta el final el equipo de Ancelotti, fiel a su propia leyenda, y allí encontró el premio a su insistencia. No hará falta que les cuente quién estaba por allí para hacer el segundo. Efectivamente, Jude Bellingham.
El inglés apareció de la nada para aprovechar en boca de gol un centro de Carvajal punteado por Modric. Bellingham embocó en el área y dio sobre la bocina el triunfo al Real Madrid en un Clásico que, aunque no se lo crean, había merecido ganar el Barcelona. Pero los Clásicos no se merecen, se ganan. Y este lo ganó el Madrid, sobre todo, porque tiene en sus filas a un auténtico cañón, el mejor jugador del mundo, que se llama Jude Bellingham.
Foto: LLUIS GENE/AFP (Photo by LLUIS GENE/AFP via Getty Images)