Crónica Real | Haciendo deberes, sufriendo lesiones (1-2)
Tras el castigo que aplicó Zidane a los infieles, como Jesús a los mercaderes en el templo, quedaba por ver la reacción del equipo ante tanta irregularidad, que nos ha llevado a perder dos títulos y alejarnos de la liga casi definitivamente.
Se le inflaron las narices a Zinedine, ha tenido paciencia, la verdad, y dejó tiesos a algunos periodistas, especialmente a Fernando Burgos, que suele irse calentito en ruedas de prensa, como muchos recordarán de la época de Mourinho.
Quedaba por ver, como digo, si el equipo también iba a sacar sangre y salir a por el partido para reivindicarse como se reivindicó el entrenador, ya que parece que hemos entrado en cierta depresión ante la falta de alicientes, de juego y de actitudes. Llegamos en cuadro, con innumerables bajas sumadas a las deserciones recientes. Un banquillo lleno de canteranos.
No le quedaba otra al míster en su regreso al banquillo. Vinicius por Hazard, Nacho por Ramos y Odriozola por Carvajal. Las bajas sustituidas.
Nos enfrentábamos a un mejorado Huesca tras su cambio de entrenador. Ahora es José Rojo Martín, “Pacheta”. Un equipo más competitivo al haber mejorado su rendimiento defensivo.
Hubo poca respuesta a estas incógnitas. Desde luego el equipo no salió a comerse el mundo, con un inicio de dominio oscense con hasta tres acercamientos, provocados en su mayoría por errores nuestros, como de costumbre, con un Odriozola torpón y dormido y un incisivo Rafa Mir.
Pasados esos primeros seis o siete minutos, el Madrid controló el partido por completo con un Vinicius que pareció recuperar su mordiente, encarando y jugando vertical, combinando fallos y aciertos.
Tuvimos momentos de mucha aproximación, de cierto agobio para el rival, pero sin confirmar ocasiones claras. Centro al área, pases rasos que despejaba la defensa, un remate alto de Nacho a la salida de un córner y un disparo con mucha intención de Benzema tras una preciosa jugada colectiva.
Poco más se ofreció, más allá de un Casemiro algo peleado con el balón, un Kroos muy preciso y un Modric intentando perforar líneas con su calidad. Los centrales cumplieron bastante bien y Asensió ofreció un par de arrancadas potentes… Un rollo, vamos.
La segunda fue realmente vistosa para el espectador, todo hay que decirlo. Fue una especie de combate a lo Rocky Balboa, con golpes de un lado para otro y múltiples ocasiones en ambas porterías.
El comienzo fue para los oscenses, que marcaron su gol y mandaron otros dos balones al larguero. Pudieron dejar el partido listo para sentencia. Su gol fue tremendo, sacando la pelota desde atrás, como supondríamos al Madrid, y con un remate a la escuadra de Javi Galán simplemente imparable. Además tuvieron otra clarísima tras el empate que tuvo la respuesta de Courtois con una portentosa parada. Nuestro mediocampo se hizo poroso, como ha ocurrido tantas veces, y la espalda de nuestros laterales ofrecían una obscena invitación para sus contras.
El Madrid empató siete minutos después. Una falta al borde del área (no recuerdo la última que nos pitaron en tales circunstancias, hasta el punto que no sabemos quién es nuestro tirador. Era la quinta, se dice pronto, esta temporada, nada más), que Benzema lanzó magistralmente estrellándola en el larguero. El rechace lo aprovechó Varane para empatar.
Asensio fue el jugador más destacado de la segunda mitad (además del goleador Varane). Pidió el balón, apareció por todo el frente, desbordo, apoyó y liberó al equipo con fantásticos controles, conducciones y faltas provocadas. Especialmente destacada es su jugada robando un balón en mediocampo y regateando a tantos jugadores le salieron para finalizar con un remate que se colaba de no haber sido por el oportuno desvío del defensa a córner en el último instante. A la salida de ese córner, Varane remató, el balón se colaba también, pero un defensa bajo palos despejó.
Tras nuestro empate es cierto que apretamos, pero la fuerza nos duró poco y el partido se dividió con llegadas a una y otra área. Un juego dividido donde sus contras eran muy peligrosas. Poco a poco volvimos a asentarnos. Había buenas combinaciones en la frontal, una de ellas desembocó en otra ocasión de Benzema que disparó con la izquierda. Detuvo Álvaro Fernández. Los cambios nos centraron aún más. Marcelo, que entró por un lesionado Odriozola, tuvo otra buena ocasión. Luego Mariano por Vinicius y Marvin por un Mendy que llegó a jugar en el lateral derecho unos minutos con la salida de Marcelo.
Vinicius, menos activo en la segunda mitad, desbordó por la izquierda y su buen centro lo remató Asensio. El portero rechazó el balón que se le quedó franco a Benzema en el área pequeña. Empalmó con toda su alma, y sin mirar, fallando un gol increíble, ya que golpeó de nuevo en el guardameta… Volvió a lucirse Álvaro Fernández en otro tiro de Benzema. Fue el preludio del gol.
Un saque de Kroos rematado por Casemiro dejó el balón suelto para que Varane lo empujara en el segundo palo a puerta vacía. Fue una liberación.
Este es nuestro nivel, hay poco más con tantos lesionados y tan poco aporte desde banquillo, hoy cumplidor por otra parte. Un partido muy dividido contra el colista, si bien este ha mejorado en los últimos tiempos y ha hecho sufrir, por ejemplo, al Barcelona.
Se crearon ocasiones, pero se recibieron muchas, con un mediocampo que mostró debilidad en la segunda parte. Al menos Marcelo rompió su gafe y ganamos con su aparición en el campo.
Texto: @MrSambo92
Foto: PAU BARRENA/AFP via Getty Images