Crónica Real | La derrota como rutina (2-0)
Tras las dos primeras jornadas de Champions, con el cierto madridismo histérico mordisqueándose los muñones y apunto de rematar de chilena el apocalíptico meteorito que se cernía sobre su universo, encauzamos la situación para depender de nosotros mismo en las últimas dos jornadas de la fase de grupos.
Hoy, con la irregularidad como norma y la amenaza de la derrota como rutina, apostábamos por el mediocampo de “Los Rubios” para definir la clasificación y alejar por completo temores europeos, al menos durante unas semanas. Si se ganaba la clasificación quedaría definida y dejaría el primer puesto a mano… pero si se perdía la clasificación quedaría muy complicada, dependiendo de otros.
Zidane, que debe ir definiendo sus rotaciones a la vez que asumiendo que no tiene tantos jugadores como creía para practicarlas, dio entrada a Benzema tras su lesión, algo que necesitaba el equipo como el comer, y más con la nueva ausencia de Hazard, para tener pase vertical y movilidad entre líneas, acompañado de Rodrygo y Asensio, el primero bendecido en Champions y el segundo ante una nueva oportunidad para reivindicarse. Un Benzema más chulo que un ocho con su manga corta, que para eso tiene cuatro Champions ganadas…
Con la plaga de ausencias en defensa, los cuatro titanes estaban claros: Cafucas, Nacho, Varane y Mendy. No, hoy no era día para Marcelo ni para Isco.
Aunque en la primera fase de la primera parte hubo cierta igualdad, las ocasiones sólo cayeron de nuestro lado durante los primeros 45 minutos. De entrada, Rodrygo nos regaló una gran jugada con desborde y Asensio un tiro al palo tras asistencia de Benzema. Esta segunda ocasión marcó bien el contraste respecto al partido de ida.
En aquel encuentro nuestra presión era deslavazada y arbitraria, hasta el punto de que el Shakhtar nos ganó la posesión en la primera mitad pasándose el balón en defensa, sin apenas superar el mediocampo. En cambio, en esta ocasión nuestra presión les hizo daño, mucho mejor coordinada, provocando numerosos fallos en su salida y obligándoles a pases largos.
Otra ocasión de Benzema en un tiro desde fuera del área tras un pase en profundidad de Modric. Un remate de Nacho sin mucho peligro tras un córner. Un paradón de su portero, que lució reflejos, tras un latigazo de Asensio. Otro tiro de Orgaard que iba a gol, pero un defensa logró amortiguarlo. Un mal toque de Mendy a Benzema en la última jugada antes del descanso que hubiera supuesto una ocasión clarísima…
El Shakhtar a todo esto no pudo oponer ninguna ocasión, con un Courtois que debió hacer mucho ejercicio para mantenerse caliente…
En líneas generales vimos bien al equipo, seguro con balón y encontrando vías por ambas bandas, con un mayúsculo Toni Kroos comandándolo todo y unos incisivos Rodrygo y Asensio. Este último mostró muy buena actitud jugando a banda natural.
Como punto negativo señalaremos la falta de puntería y el error de Nacho que provocó la tarjeta de Varane al corregirlo y la lesión de Junior Moraes.
En la segunda parte cambiaron las cosas. El partido quedó dividido, rifado, con un Shakhtar que comenzó a salir y a generar peligro en las contras donde antes no pudo, con un centro del campo madridista que ya no lograba frenar al rival.
Aún así el partido era un poco de ida y vuelta, con el Madrid generando alguna ocasión y el Shakhtar, ahora sí, respondiendo con otras. Es aquí donde se vio nuestra realidad actual con las ausencias de Casemiro y Valverde: Un equipo débil en extremo en las áreas.
Un tiro flojo de Benzema desde fuera del área y una ocasión de Nacho en remate de cabeza tras una gran jugada de todo nuestro ataque, eran respondidas por una clásica aproximación de Taison en una brillantísima jugada individual que salvó Courtois, preludio de lo que sería el gol ucraniano.
Un nuevo y obsceno error defensivo que condenaba al equipo, que ha perdido toda la seguridad en área propia que le dio la Liga el año pasado. Varane incluso se aparta para no estorbar…
Cada vez nos costaba más frenar sus salidas, pero desde el banquillo Zidane seguía inmóvil. Con orgullo, el equipo tuvo varios arreones, dentro del sufrimiento que padecía cuando no tenía balón. La precipitación quedó plasmada en un surrealista disparo de Mendy dentro del área que salió por la banda.
Pudieron marcar el segundo los ucranianos, cada vez más cómodos en su plan de replegarse y salir. Varane frenó un remate frontal clarísimo y Courtois detuvo un remate inofensivo. En otro arreón tras la salida de Vinicius, Mariano e Isco por Rodrygo, Benzema y Odegaard, volvimos a cercar su área, aunque con poco peligro: un tiro flojo de Mendy, un buen centro del lateral francés que nadie pudo rematar y otro disparo de Asensio que fue enviado a córner.
Completamente desnudos por el medio, una contra de manual, es decir, tras robo cambiar a la banda contraria, permitió a Solomon una carrera de 40 metros para definir con un disparo seco. Es desolador ver como los equipos ejecutan esta suerte que tan bien dominamos en su día. Nosotros somos incapaces de hacerlas, desde lo físico y desde lo táctico, cometiendo errores de concepto sorprendentes.
La clasificación queda ahora muy complicada, teniendo que ganar el último encuentro, sin margen de error, y esperar que el otro partido también nos favorezca, ya que el Shakhtar nos ha igualado a puntos, pero nos gana el gol average.
Esta es nuestra infausta realidad, que nos hemos ganado a pulso, porque hemos ido adelgazando nuestra plantilla año a año dejando ir a buenos baluartes y quedándonos con otros con los que parece claro no se puede contar para competir cuando han llegado bajas importantes.
Texto: @MrSambo92
Foto: SERGEI SUPINSKY/AFP via Getty Images